Los dos primeros domingos de Adviento hacen una reflexión sobre la parusia, segunda venida de Jesús,viniendo lleno de gloria y majestad, acompañado de angeles y bienaventurados. y los domingos 3º y 4º nos invitan a la meditación y proximidad del nacimiento de Jesús, de la primera venida en carne mortal y humildad. Todos los domingos de Adviento son domingos de esperanza, de alegría por la cercanía del SALVADOR. La antífona de entrada nos recuerda: " Estad alegres siempre en el Señor, os lo repito, estad alegres. El Señor está cerca.
El cristiano es un ser que tiene mucha paz en su interior, que pone alegría en sus acciones de preparación ante la venida del Salvador, incluso cuando atravesamos momentos difíciles en la vida de cada uno o de la comunidad de fe o de la comunidad universal. En la primera lectura nos dice:" Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo, Israel; alégarte y gózate de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos".
de ahí nos viene también el no temer: " Decid a los cobardes de corazón: sed fuertes, no temáis. Mirad a nuestro Dios que viene y nos salvará". Debemos de ser almas de esperanza, la esperanza y, antes la fe, nos marca el camino a la humanidad, pero para los cristiano está marcada por la certeza, la seguridad, porque el Señor está presente y si Dios está con nosotros¿ Quién estará contra nosotros? El nos acompaña siempre y nos secará las lágrimas de cada día. Confía en el señor que viene y viene a salvarnos. pero también debemos pensar en lo siguiente: que debemos trabajar por convertirnos, aderezar el camino y, si vamos equivocados- desandar el camino y hacerlo como personas responsables que sabemos lo que queremos y adonde vamos. Mirar la venida de Jesús que viene a salvarnos y está cerca, llegará y no tardará, no lo notas está en ti y recorre el camino contigo porque le necesitas. Preparemos el camino al Señor para que tenga un camino liso para llegar a nosotros y no salve.
El Bautista nos señala el camino, él no es el Mesías-como pensaban algunos. Juan preparó bien el camino del señor y al Señor. En el anuncio del Señor que viene y que le esperamos con fe y esperanza y nos preparamos lo mejor que podemos con responsabilidad nos llenamos de alegría. María estaba llena de gracia de Dios y el angel la saluda:" Alégrate, MARÍA,llena de gracia" Nadie más alegre que María porque Ella fue muy fiel a la voluntad de Dios. Esta fe de María debemos vivirla personal y comunitariamente, celebrarla con alegría porque se nota la presencia del Señor que nos salva en la comunidad de fe, de la Iglesia. Yo creo. Nosotros creemos y esta fe se traduce en obras de caridad.
Podemos preguntarle también a Juan el Bautista.¿ Qué tenemos que hacer?Meditemos el evangelio de hoy( Lc. 3, 10-18). Miremos a María y al Bautista y sigamos sus ejemplos de preparación. Santa MARÍA, Madre de Dios y nuestra intercede por nosotros, tus hijos, para que nos preparemos bien ante la venida de JESÚS a nuestras almas.
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