sábado, 28 de agosto de 2010

COVADONGA 2010


El lunes, día 30 de agosto, dará comienzo la novena en honor de LA SANTINA, que nos sirve de preparación para la gran fiesta de los asturianos y de todos los que conviven con nosotros, de todos los que la tenemos como lo que es: MADRE. Como hijos queremos no solo acordarnos de nuestra madre, sino amarla, quererla, besarla, hablar con ella, acordarnos mucho-siempre- de ella; así debemos estar nosotros con nuestra madre LA SANTINA. Ella ha estado siempre en comunión de inteligencia y voluntad con el Señor. Ella no sólo ha entrado en el proyecto de DIOS, como nosotros, sino que ha colaborado con toda el alma en ese proyecto. Colaboremos también nosotros el proyecto de DIOS sobre nosotros. Su gracia no nos ha de faltar.
NUESTRA SEÑORA DE COVADONGA ES LA PATRONA PRINCIPAL DE ASTURIAS. Es un momento para reflexionar sobre nuestra pertenencia a dicha Iglesia de Asturias, esta comunidad de fe, familia unida, diócesis de Oviedo que tuvo origen hacia el año 810-811, con el obispo Adolfo (811-826) en comunión con la Iglesia Universal. Por el Bautismo nos incorporamos a Cristo y su Iglesia. "Gracias a Jesús ya no buscamos a DIOS a tientas sino con una respuesta de fe a DIOS que se nos revela. Jesús es el comienzo de todo, recapitulación de todo" (Juan Pablo II, T.M.A.)
En la cueva se venera a LA SANTINA, que ha dado protección a los cristianos, sus hijos. A Covadonga, se la llama la "cuna de España". A Ella acuden muchos fieles cada día para dar gracias y pedir favores, peregrinos de todas partes, principalmente de ASTURIAS, a venerar a la Madre de DIOS y Madre nuestra. Madre tú eres la alegría del pueblo cristiano, tú el orgullo de nuestra raza, "pues eres toda nuestra, humana" como decía Pablo VI en una sesión del Vaticano II. Miremos a MARÍA, invoquemos a MARÍA, imitemos a MARÍA. MARÍA, MADRE DE DIOS Y NUESTRA, PROTEGENOS Y AYUDANOS A ESTAR SIEMPRE UNIDOS A CRISTO, TU HIJO E HIJO DE DIOS.

viernes, 27 de agosto de 2010

domingo 22.to.


En el Evangelio de este domingo 22, Jesús nos invita a la humildad. La humildad no es un contravalor, por aquello de humillarse, sino una virtud, un valor. El libro, Ben Sirá, nos invita ya en el A.T., a ser humildes:"Hijo mío, en tus asuntos procede con humildad". Porque de este modo alcanzamos el favor de DIOS, ya que Él "revela sus secretos a los humildes". Jesús nos dice en el Evangelio: "Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido".
Santa Teresa de Avila nos recuerda que "la humildad es andar en verdad". Jesús al invitarnos a ser humildes no nos quiere dar unas normas para quedar bien en la sociedad, sino una actitud básica de todos aquellos que desean seguirle. Él mismo es la misma humildad. Siendo DIOS, se hizo hombre. No tuvo donde nacer Él Creador de todo. En su vida pública dijo:"Que las aves tienen nido, las zorras madriguera; el Hijo del hombre no tiene donde reclinar su cabeza". Ser humildes significa que somos creaturas, que dependemos de los demás, que no somos autosuficientes, que no somos superiores a los demás, y que debemos de estar abiertos a DIOS que nos alimenta con su amor.
Los humanos olemos a distancia al que es humilde o es soberbio, orgulloso, insoportable ante los demás. El humilde siempre cae bien. ¡Cuánto ama DIOS a los humildes! Nos eleva hasta Él, nos abraza, perdona, salva, nos fortalece con su gracia y vivimos en comunión con Jesús.
También Jesús en este Evangelio nos dice a que se parece el Reino de los cielos a un banquete de bodas. ¡Quién se aburre en un banquete de bodas!. Saca tu propia conclusión.
María es la humilde sierva del Señor e hizo el Señor maravillas en Ella. También las hará en nosotros si somos de verdad humildes. Pidamos al Señor, por medio de María, que nos haga humildes como su Hijo Jesús.

viernes, 20 de agosto de 2010

LA SALVACION


Las lecturas del domingo XXI del tiempo ordinario nos llevan reflexionar sobre un interrogante que nos urge resolver por nuestro bien y paz. Jesús habla a las multitudes y de entre ellos uno le pregunta: "Señor, ¿serán pocos los que se salven?. La respuesta de Jesús es: "Esforzaos en entrar por la puerta estrecha." La salvación es obra de DIOS. Él La ofrece a todos los hombres y debemos colaborar con ésa, su oferta. Él no la impone, la ofrece respetando nuestra libertad. La salvación es fruto de la misericordia del Señor con nosotros y de su fidelidad eterna. El vértice de la salvación es la muerte y resurrección de Jesús," por el sacrificio de tu Hijo, has adquirido Señor, un pueblo de hijos." "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio."Tengamos en cuenta que la salvación no se realiza de forma mecánica, sin voluntad y participación de cada uno; sino que el creyente es invitado a aceptar el don que se le ofrece y recibir la vida sobrenatural que se da a los que participan en este misterio viviendo conforme a Cristo, de manera que podamos ser contados entre los muchos que se salven. La salvación debemos alcanzarla viviendo los preceptos del Señor, confiando en sus promesas y con buenas obras realizadas con amor a DIOS y a los hermanos. Pues al final de nuestros días seremos examinados sobre el amor. Oremos sinceramente al Señor para ir por el camino estrecho que lleva a la Vida.

jueves, 19 de agosto de 2010

LA ASUNCIÓN DE MARÍA A LOS CIELOS


No me perdonaría el no haber puesto unas lineas a la solemnidad de María Asunta al cielo. Es una fiesta de gran esperanza para los creyentes. Pues lo que Ella fue somos nosotros, lo que Ella es seremos nosotros. Ella es plenamente redimida y glorificada. Ella fue la jóven elegida para ser la Madre de su Hijo para que, al hacerse hombre, no contrajera ninguna mancha, pues venía a redimirnos del pecado y de la muerte y, así no podía consentir, que de quien iba a tomar la naturaleza humana por obra del Espíritu Santo, tuviera ni aún el pecado original, anticipando los méritos de su redención a la concepción de María (Inmaculada). Se puede decir que los méritos de la redención de Jesucristo se anticiparon a María para que no cayera en el pecado y a nosotros se nos aplican después de caer para levantarnos y purificarnos del pecado.
María es plenamente redimida porque está en cuerpo y alma en el cielo, mientras que nosotros, al fallecer, nuestra alma va a la presencia de DIOS si estamos en gracia y, nuestro cuerpo se unirá al alma, en la resurrección universal. Jesús vino a salvar a la persona: alma y cuerpo y, cuando resucitemos, estaremos plenamente redimidos y también glorificados como María viendo y contemplando al Señor, que es nuestra felicidad eterna.
Fiesta, por tanto, de esperanza y de alegría. Lo que nos espera y a lo que estamos llamados es a la plena beatitud en presencia de DIOS. Hagamos todo el bien que podamos mientras peregrinamos aquí y luego a gozar. Mira María, invoca a MARÍA, imita a María, sigue a María.

martes, 17 de agosto de 2010

LA ASUNCIÓN DE MARÍA.


No me perdonaría no poner unas lineas en honor de la persona que amo y quiero tanto: MARÍA. El domingo pasado, día 15, celebrabamos la solemnidad de la ASUNCIÓN DE MARÍA EN CUERPO Y ALMA AL CIELO. El Papa Pio XII, el 1 de Noviembre de 1950 definió el dogma de la Asunción: "La Inmaculada Madre de DIOS, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial"(Constitución apostólica Munificentissimus Deus".
No estamos acostumbrados a las buenas noticias. Esta es una buenísima noticia. En el proyecto de DIOS sobre la salvación del ser humano era hacerse hombre y redimirnos con su vida, pasión, muerte, resurrección y ascensión al cielo. Para esto se elige una jóven: MARÍA. La prepara anticipando los méritos de su redención. Ella también es redimida, pero de manera singular y anticipadamente:
A) Que no contrajera mancha de pecado ni siquiera el original(Inmaculada Concepción,( 8,12,). Preparar digna morada al Redentor, al Hijo de DIOS.
B) Maternidad de María. El ángel del Señor anuncia a MÁRÍA que va a ser la Madre de DIOS Hijo. MARÍA responde con el "SÍ". Nace el Hijo de DIOS por obra del Espíritu Santo (1-1).
C) MARÍA es glorificada en su Asunción por su estrecha vinculación con DIOS y su obra redentora. MARÍA es redimida plenamente porque está en cuerpo y alma en la visión plena de DIOS en el cielo." El Señor no quiso que conociera la corrupción del sepulcro la mujer que, por obra del Espíritu Santo concibió en su seno al autor de la VIDA, JESUCRISTO, HIJO TUYO Y SEÑOR NUESTRO"(Prefacio de la misa).
MARÍA es figura y primicia de la Iglesia(de nosotros los creyentes) porque lo que fue somos nosotros ahora y, lo que es ahora, lo seremos nosotros. MARÍA es glorificada y nosotros lo seremos si somos fieles al Señor imitándola a Ella. Resucitaremos un día y viviremos y veremos siempre a DIOS, NUESTRA PLENA FELICIDAD. Alégrate, hermano/a, porque un día serás plenamente glorificado/a como MARÍA.

sábado, 7 de agosto de 2010

LA VIGILANCIA


El Señor Jesús en el evangelio del domingo XIX del tiempo ordinario nos recomienda a sus discípulos el estar alerta, vigilantes porque no sabemos ni el día ni la hora de su retorno. Para ayudarnos a entender la vigilancia nos propone tres parábolas:"Los que aguradan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle, apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela: os aseguro que se ceñirá, los hará sentarse a la mesa y los irá sirviendo. La misma enseñanza es el ejemplo del dueño de la casa que supiera a qué hora viene el ladrón no le dejaría abrir un boquete. Y el administrador fiel que lleva la contabilidad al día y cuando venga el dueño se la entrega porque la tiene siempre preparada. Así nos ha de suceder a nosotros con la vida y tesoros que DIOS nos ha concedido. Debemos hacerlos fructificar y estar siempre preparados porque el Señor vendrá a la hora que menos pensemos para pedirnos cuentas. Debemos estar alertas.
La vigilancia es la acción de velar por alguién o algo. Vigilancia es preparar el encuentro con DIOS. Vigilancia es estar atentos a los enemigos, malas inclinaciones, es estar atentos a las cosas pequeñas de cada día.
Esa vigilancia ha de ser activa como una madre embarazada que sigue su trabajo de cada día y espera el nacimientode su hijo. No puede hacer nada por adelantar o retrasar el momento. Pero durante el tiempo de espera del nacimiento de su bebé va preparando los pañales, la cuna... De igual modo nosotros seguimos la vida ordinaria de cada día, pero nuestra vida está atravesada por Cristo que nos transforma, nos prepara para el encuentro con Él cuando venga para llevarnos con Él al banquete de bodas en el cielo.
Todo esto debe estar impregnado por la fe. Poque si no tenemos fe no esperamos nada, ni nos preparamos para nada. Pero la fe nos hace caminar con seguridad en lo que esperamos y con certeza en lo que no se ve. No tengamos miedo al Señor que no nos va quitar nada, sino que nos la va dar todo. Nos da la verdadera felicidad, la que dura siempre no un momento. Termino con una cita de S.Pedro:" Sed sobrios, estad alertas, que vuestro enemgo el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quien devorar; resistidle firmes en la fe".(1P.5,8-9)