Este domingo( 31 del T.O.) nos encontramos en el templo, en nuestra parroquia para alimentar nuestra fe de creyentes y,así, nos ponemos en contacto con Cristo, con su Palabra y que orienta nuestra vida a Cristo, y, por Cristo al prójimo, prójimo que debemos descubrirlo como un encuentro en el hermano a Cristo.
El escriba- al preguntarle a Jesús- cuál es el primer mandamiento de la ley?- Jesús no establece prioridades en el mandamiento, sino unirlos, " el 2º es semejante la 1º, los pone en la misma balanza, encontrar la raíz de todo mandamiento: EL AMOR A DIOS Y AL PRÓJIMO..
Amar a Dios con con toda el alma, con toda la mente, con todas las fuerzas, con todo el corazón" Estas palabras debemos guardarlas en nuestro corazón y repetirlas a los hijos y hablar de ellas a todos. Pero cuando Jesús nos habla del 1º como el amor a Dios con toda nuestra vida, el 2º-añade inmediatamente- amarás a tu prójimo como a ti mismo. Ningún mandamiento hay mayor que estos". y felicita al escriba. Lo más importante en Cristo es enseñarnos que el mandamiento principal para los creyentes es amor a Dios y amor al prójimo.
El papa Benedicto XVI:" Amor a Dios y amor al prójimo son inseparables y se encuentran en relación recíproca. Jesús no inventó ni el uno ni el otro, sino que reveló que, en el fondo, son un único mandamiento, y lo hizo no sólo de palabra, sino sobre todo con un testimonio .La persona misma de Jesús y todo su misterio encarnan la unidad del amor a Dios y al prójimo, como los dos brazos de la cruz, vertical y horizontal. En la Eucaristía Él nos dona este doble amor,donándose Él mismo, a fin de que, alimentados de este pan, nos amemos los unos a los otros como Él nos amó. Debemos recordar que nuestras eucaristías y que en ellas y en los otros sacramentos de la entrega de Cristo por amor a Dios Padre y a nosotros. Sepamos unir el amor a Dios y al prójimo en cada día y en cada actuación diaria.
No estaremos lejos del reino de Dios si amamos a Dios y al Prójimo, es lo que le dice Jesús al escriba, pues nosotros que tenemos la historia de tantos siglos, debemos de tener muy claro nuestro amor a Dios y al prójimo como nos revela Jesús, porque nos lo recuerda el EVANGELIO. Pongamos máximo interés en saber unir el amor a Dios y, por Dios, al prójimo.
También se puede recordar que Jesús nos dijo que ante la presencia del Padre el exámen será sobre: EL AMOR. " Venid vosotros, benditos de mi Padre, porque tuve hambre, tuve sed,... estuve enfermo... Amemos incondicionalmente a Dios y a los hermanos.
Saquemos fuerzas de la Eucaristía-recibir al mismo HIJO DE DIOS para que nos fortalezca en nuestro " amar con todo el corazón.´Debe ser nuestro signo distintivo, de los cristianos: el amor. Se decía de los primeros cristianos:" Mirad cómo se aman" Santa María, Madre de Dios y nuestra, intercede por nosotros para que amemos como tu al Señor y al prójimo.
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