Seguimos escuchando las enseñanzas de Jesús para nuestro bien. Hoy Jesús nos enseña a saber ser señores de todo lo creado y a no poner nuestro corazón en las riquezas, en los bienes de este mundo, a no ser avaros,esclavos de las cosas creadas.
Debemos pedir al Señor- como lo hizo Salomón- que no pidió riquezas, sino sabiduría para saber gobernar a su pueblo y esto agradó al Señor y le concedió abundancia de sabiduría para saber gobernar y gobernarse, saber discernir; la sabiduría no queda reducida a lo intelectual, sino que abarca a la sabiduría del corazón abierto a las cosas de Dios, a su voluntad.
En este mundo de hoy debemos que no se fija nada más que en lo presente, lo inmediato que lo de arriba o lo de plazo más largo., hacernos una pregunta, que muchos-es posible- no se hagan, sin embargo no debemos jugar con lo trascendente, con nuestra salvación y felicidad eterna. Deseamos la vida, la paz y que no se acaben nunca, pero¿? qué hacemos para alcanzar esa vida eterna? ¿sabemos superar las tentaciones de ser señores de las cosas creadas y no dejarnos engañar por esos bienes.
Nos parece que Jesús hoy-en su evangelio nos habla claro que debemos luchar por vivir libres de obstáculos para seguir con libertad y alegría al Maestro que es: "Camino, Verdad y Vida". Seguir a Jesús no es algo teórico, sino vivir como vivió Él. Si a un niño le cargamos con un gran peso no podrá moverse, si a un avión lleva sobrecarga, le cuesta despegar y-posiblemente tenga que soltar lastre en vuelo o aterrizar en el aeropuerto más próximo,... Seguir a Jesús, a su invitación debemos empezar por liberarnos de todo lo que nos aparte de Dios. Necesitamos desprendernos de de lo material que ciega el corazón a las cosas de Dios, nos llena de tristeza, de soledad, de infructuoso para la acción del Señor. No bastan las palabras, sino lo que valen son los hechos de cada día en vivir desprendido de lo que atrapa, daña, corroe mi corazón.
De esta liberación de lo material nos viene la alegría, la felicidad, la salvación:" Ve, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y luego ven y sígueme" y así alcanzarás la VIDA ETERNA, vida que nos viene por desprendernos de lo material de este mundo, y no solo por cumplir los mandamientos, sino por vivir como Jesús desprendido de todo y solo confiando en el Padre.
Sigamos dando pasos por heredar la Vida eterna imitando a Cristo " que siendo rico se hizo pobre, para enriquecernos a todos". El dar el resultado de la venta a los pobres, estos se convierten en intercesores ante Dios. También invito a los ricos que no descuiden el seguir a Cristo con alegría, pues no se condenan por sus riquezas, sino por el uso que de ellas hacen; pueden y deben alcanzar la Vida eterna trabajando por su salvación, ni despilfarrar sus bienes, sino usarlos bien y alcanzar con Cristo la plenitud de la vida, de la felicidad, de llegar a ver y gozar de la HERMOSURA DIVINA. Pongamos manos a la obra contando con la gracia de Dios. Santa MARÍA, Madre de Dios intercede por nosotros para que vivamos el desprendimiento y la confianza en Dios como tú.
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