lunes, 12 de septiembre de 2016

DOMINGO 25 DEL T.O. 2016. NO PODEIS SERVIR A DIOS Y AL DINERO.

Cada domingo somos convocados por el Señor a su mesa, mesa de la PALABRA que ilumina nuestro camino y mesa de la EUCARISTÍA para ser fuertes y ai caminar por el camino de Jesús, de seguirle lo más fielmente posible. pues mientras vivimos en este mundo estamos expuestos a muchos y graves peligros, entre otros la fe que la podemos ir debilitando o bajando los niveles de creencia y abandono en el Señor. Jesús, en su subida a Jerusalén, nos va dando enseñanzas para que vivamos cristianamente y seamos testigos de Jesús ante el mundo con mucha alegría.
 Sabemos cómo Jesús usó de los bienes terrenos-no olvidemos por Él creados- en un total desprendimiento y abandono en el PADRE que le envió. Hoy nos llama la atención el uso de las riquezas, de los bienes terrenos, del dinero,.. Todo esto tiene un valor y no un valor absoluto y que nos demos cuenta de que somos meros administradores y de cómo los administramos si los usamos para alcanzar poder humano o podamos alcanzar con ele buen uso de llegar a que nos recojan en la vida eterna.
 Vamos a suponer que los que tengamos los hayamos adquirido honestamente, pues también podemos pensar de que podemos hacer adquisiciones injustas y de que debemos saber usarlos para hacer el bien. No nos prestemos a la corrupción, a las trapisondas,a justificar lo injustificable¡ Cuántos hombres en nuestra sociedad usan malas artes para adquirir riquezas empobreciendo aún más a los pobres.
 Jesús con la parábola del administrador infiel quiere enseñarnos cómo debemos usar  y actuar con previsión y sagacidad en el buen uso de los bienes materiales. La parábola nos sorprende porque el protagonista es un administrador infiel y deshonrado  en la gestión que un amo le confía de sus bienes para que los administre, pero el amo  se entera de el administrador le está engañando y malversa sus bienes en la administración  y le dice: " dame cuenta de tu administración porque vas a quedar despedido". El administrador obra con astucia y habilidad y se prepara su futuro de la siguiente manera: va llamando a los deudores de su amo y les rebaja en los documentos contractuales sus deudas( al que debe 100 barriles de aceite, le dice que escriba 50,... Jesús alaba al administrador infiel no por sus trampas, sino por su astucia, habilidad para granjearse su futuro cuando sea despedido. Así es lo que quiere Jesús de nosotros, sus discípulos, que actuemos con astucia y sagacidad para obtener con  la buena administración de los dones que Dios nos ha dado obtengamos la vida eterna. Pues los " hijos de la luz" somos miedosos para trabajar y alcanzar réditos para el Reino de Dios; pues los hijos de este mundo son más sagaces que los hijos de la luz. La enseñanza de Jesús es que de los bienes materiales trabajemos y podamos alcanzar la vida eterna haciendo una buena gestión; seamos inteligentes para hacer buen uso de los bienes materiales y salvarnos, usemos la astucia y sagacidad de los" hijos del mundo" que son sagaces, atrevidos, hábiles y se aseguran el futuro en este mundo, nosotros debemos asegurarnos la vida eterna.
 No podemos "servir a Dios y al dinero". Los bienes debemos usarlos para servir a Dios y a los  pobres, no nos dejemos esclavizar por el dinero, "que es una especie de idolatría". No olvidemos que el dinero, los bienes terrenos son creados por Dios para nuestro servicio y beneficio de los hombres, pero sin " idolatrías" de los mismos.
 En fin lo que Jesús nos enseña no es que actuemos como el administrador infiel con maldad, con injusticias,, sino con honradez, y que usemos la sagacidad, la habilidad de los del mundo en los asuntos de la fe para conseguir nuestro destino eterno: EL CIELO. Aprendamos a administrar bien todo lo que Dios ponga en nuestras manos. Santa María, Madre de Dios y nuestra enséñanos a ser buenos administradores de las cosas que Dios ponga en nuestras manos y alcancemos la Vida eterna..

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