En este domingo siguiente a la Navidad, se celebra en la liturgia de la Iglesia Católica: La Sagrada Familia. En el misterio de la Navidad debemos de contemplar a Jesús, María y José, que forman la familia que mejor imita a la Familia Divina: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tanto el hombre como la mujer no puede vivir sin una familia, "Ya en la creación dijo Dios no está bien que el hombre o la mujer estén solos, sino que vivan unidos, se complementen, vivan tratando de hacer feliz el uno al otro y, al tener los hijos se dediquen tiempo, saber, y la ayuda de la gracia de Dios recibida en el sacramento del matrimonio. El nombre de Jesús va siempre relacionado con el de María, su Madre en el tiempo y de José-padre legal de Jesús- y esposo real de María. Dios Padre al enviar a su Hijo al Mundo para salvar al mundo quiere necesitar de una mujer- la Virgen María- y de un hombre José. La Sagrada Familia es todo un ejemplo de la familia cristiana y del matrimonio católico; sobre todo mirando al panorama de nuestra mundo de hoy con tantas separaciones y divorcios que se rompen todos los lazos de unidad, de santidad dentro del matrimonio, gracia que Dios se compromete a dar a los que reciben el sacramento para santificar sus relaciones afectivas, de convivencia, de ayuda mutua, de vivir y desarrollar los proyectos en común, y el mejor proyecto es la educación de los hijos, dedicándoles el tiempo necesario para educarlos cristiana y responsablemente, pues la educación de los hijos compete a los padres y no al Estado o a la Iglesia; tanto el Estado como la Iglesia deben secundar la formación a dónde no pueden llegar los padres y conforme al ideario de los padres. El mayor tesoro de los padres son los hijos, si un hijo se les pierde, en gran parte se debe a falta de tiempo en atender a sus hijos por muy cansados que vuelvan de sus trabajos, son responsables ante Dios y la sociedad. La familia es algo sagrado y necesario para la Humanidad y para la Iglesia, pues tanto la una como la otra se nutren de los miembros de la familia. Las autoridades civiles y eclesiásticas deben tener sumo cuidado en atender a las familias, pues como se desarme la familia y se viva el egoísmo material-sexual y no den una leyes que ayuden y favorezcan a la familia el futuro del mundo se puede poner en serio peligro y, además, las leyes de la familia son muy anteriores a las constituciones de las naciones, de las leyes de las autoridades de cada país, Son muy pocos los gobernantes que dictan leyes favorables a la familia. La Iglesia da doctrina para las familias, pero apenas se conocen, y en otras ocasiones se tergiversan, se da un sentido contrario, o interpretación subjetiva en los diversos medios de comunicación. La Sagrada Escritura nos da textos precioso y concisos sobre la vida familiar, loa papas han escrito varias car tas encíclicas( Humanae Vitae, Familiaris Consortio,...
Valores de la familia: Amor, compartir, convivencia armoniosa entre los cónyuges, el aguante, la paciencia, la fidelidad, la comprensión, el perdón,, el sufrimiento,...Todo esto lo vemos y contemplamos en la Sagrada Familia, es todo un ejemplo a seguir e imitar, revivir el amor que se proclamó en al recibir el sacramento del matrimonio, sacramento santo y que lleva a vivir la santidad los esposos. Vamos a pedirle a Jesús, María y José que ayude a nuestras familias a vivir la unidad e indisolubilidad de su matrimonio y a vivir con alegría su entrega mutua.
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