Ya estamos en la antesala de la Navidad, quedan dos días, pero podemos aprovecharlos bien, es posible que lo que no hemos hecho en las semanas anteriores de Adviento, podemos intensificarlo ahora, ¿ Por qué no? La gracia de Dios lo puede todo, puede y quiere hacer maravillas en ti como en María. ¡Qué bien la preparó el Señor que "hizo en Ella maravillas" y ¡ qué bien respondió María a esa acción del Señor! Con humildad, oración, meditando todo en su corazón.
El Señor está muy cerca y por eso queremos intensificar más nuestra preparación a imitación de María y S. José. La venida del Señor-ya hace 2000 años- no es una broma, no es un rito, no es una costumbre, ni una piadosa tradición. No podemos acostumbrarnos. caer en la rutina cada día o cada año, es una misterio. Misterio del AMOR DE DIOS. A los misterios no debemos acostumbrarnos, no podemos, porque sino se podría ir apagando más cada día nuestra fe en el amor de Dios, en el envío de su Hijo para salvarnos y darnos ejemplo de vida, no debemos acostumbrarnos porque se podría ir apagando cada día más esa luz que que nos trajo el Señor al hacerse hombre y que él mismo es esa luz:"Yo soy la luz del mundo el que me sigue no camina en tinieblas".Hoy encendemos la cuarta vela de la corona de Adviento, hay más luz, ojalá que todas nuestras lamparas estén encendidas. Debemos incrementar más nuestra vida de fe y de oración y aumentar nuestros deseos en su venida. Una preparación muy importante es el acercarse al sacramento de la Penitencia, qué mejor ocasión que este tiempo de Adviento para el nacimiento e incremento de la vida de Dios en nuestras vidas.
Meditemos en la1ª lect. el rey Acaz es un rey " no-creyente, que aunque crea no se fía de Dios, rechaza las señales que Dios le quiere dar, se fía más de los hombres que de Dios, por eso en vez de hacer caso a Dios, pero su corazón temblaba aunque había hecho alianzas con otros reyes. No nos fiemos más de los hombres que de Dios. Pues Dios mismo nos va a dar una señal, aunque no se la hayamos pedido. La señal es de vida y de esperanza, una mujer embarazada es vida, es esperanza, nos acerca al misterio de la vida y del amor; María está embarazada, el Espíritu Santo ha hecho el prodigio de la encarnación del Hijo de Dios. La señal que Dios nos da tiene mucha hondura, no se habla de una mujer, sino de la "Mujer" ya anunciada, la joven que nos dará el Mesías salvador y que la llamaremos María, siempre Virgen, la aurora de la salvación, en Ella se cumple la promesa de Dios por medio del profeta:" He aquí que una virgen dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Enmanuel( que significa Dios-con-nosotros). La promesa de Dios se ha cumplido, se cumplen siempre porque Dios falla, no puede fallar jamás.
Cuando S. José va a buscar a su mujer, María,después un año de haberse casado y sin que vivieran juntos, conforme a la costumbre judia, resulta que en el ínterin , la visitó el Espíritu Santo. José al verla en avanzado estado de gestación, decidió marcharse en secreto, pues lo que allí había no era suya, pero tampoco de ningún ser humano, sin obra de Dios. José duda y en secreto se va, pero en esos momentos que Dios necesita de José le envía un ángel que le dice" José, no tengas recelo de recibir a María en tu casa, pues lo que hay en Ella no es obra de varón, sino del Espíritu Santo". Así, pues, José se convierte en padre legal de Jesús, el que tiene que poner nombre al niño ( se llamará:Jesús= el Señor salva), salva a los hombres-mujeres de sus pecados y " Enmanuel"= Dios-con-nosotros. Allí donde esté el nombre de JESÚS, allí está la certeza del perdón divino y de la presencia de Dios entre nosotros y con nosotros.
Pues, del mismo modo que Dios llamó a María y a José para esta misión divina de salvar al género humano, así también Dios te llama, cuenta contigo para evangelizar a los alejados, a los que no creen,... No debemos buscar disculpas, pues José también- es posible- que no entendía el papel que tenía en ese misterio, peero cuando le hace ver que también le necesita, acepta plenamente. También nosotros podemos pensar igual. No temas adelante , cuentas con la gracia, llamada de Dios para llevar una vida cristiana y comunicarla a los demás. Confíemos en el Señor. María y José confiaron plenamente en el Señor y el proyecto de salvación de Dios para los hombres salió adelante en esa comunión de Dios y los hombres( en este caso María y José). Virgen María y San José, ayudadnos a ser fieles, como vosotros, al plan de Dios sobre cada uno de nosotros.
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