martes, 31 de enero de 2012

QUINTO DOMINGO. T. O. 2012



E n el evangelio del domingo anterior reflexionamos sobre la media jornada del sábado de JESÚS en la sinagoga de Cafarnaún, ahora reflexionemos sobre la tarde. JESÚS se va a casa de la suegra de Pedro. La suegra está en cama con fiebre. Le piden que la cure y Él la coje de la mano y se incorpora ya sana y se pone a servirles. Hace lo de los buenos discípulos:Actitud de servir a los demás como el Señor. JESÚS va a casa de Simón, cuando sabe las dificultades de tantas casas, de tantas preocupaciones familiares, "se moja" no pasa de largo ante ninguna necesidad personal o familiar: Señor socorre a nuestras familias y, sobre todo, a aquellas que están pasando por momentos dificiles en su matrimonio, en los hijos,...
Se corre la voz de lo que hace JESÚS y al atardecer le traen todos los enfermos del lugar y a todos los cura, a todos escucha, a todos les presta atención. Se ocupa de todos.¡Qué actividad la de JESÚS! Las curaciones son más importantes que el sábado, donde el sábado es para el hombre. En el sábado o, ahora, el domingo se debe hacer siempre el bien y hacerlo con amor a DIOS.
Y después de hacer todo esto JESÚS, se retira al descampado a orar. ¡Qué gran lección! Es el HIJO DE DIOS siempre en comunión y comunicación con el PADRE y, se retira a orar, lejos de todo ruido. Mucha actividad pero también mucha oración. ¡Cuántas veces nos perdemos los cristianos en actividades apostólicas y dejamos la oración, la meditación de cada día y, poco a poco, vamos abandonando la vida de oración que es la fuerza de DIOS para ser discípulos de JESÚS en el anuncio del Reino de DIOS, disminuye nuestra vida interior, nuestra perspectiva de lo divino y caminamos como si fuesemos mancos en el trabajo del Reino. La oración nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica es " la respiración del alma". Busquemos momentos de soledad exterior e interior para escuchar la Palabra de DIOS , meditarla en nosotros, en nuestro corazón, como hacía la Virgen María, Maestra de oración. Cada día debemos de ser capaces de tener, incluso por nuestro bien físico y espiritual, unos minutos de meditación, de escuchar al Señor. Es necesaria la oración personal para vivir más intensamente la amistad personal con JESÚS y también la comunitaria que en familia estamos unidos en la plegaria y en unión con JESÚS y con los demás miembros de CRISTO( Comunidad) agradecemos, bendecimos y suplicamos en comunión al PADRE. Al encontrarlo los discípulos le dicen:" Todos te buscan" JESÚS les reponde vamos a otra parte, para predicar allí, pues para esto he venido. Se fue a predicar por todas las sinagogas de Galilea anunciando el Reino de DIOS.
Todos por el bautismo debemos de ser apóstoles llevando la Buena Nueva de JESUCRISTO al mundo entero. Santa María, Reina de la Familia y de los Apóstoles ruega por nuestras familias y por nuestro apostolado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario