martes, 10 de enero de 2012

DOMINGO 2º T.O.2012




Con éste segundo domingo empezamos el denominado Tiempo ordinario, en el que no celebramos algún carácter propio: Por ejemplo ( Tiempo de Navidad- nacimiento del Redentor- o tiempo de Pascua- Muerte y Resurrección de CRISTO- sino que celebramos el mismo misterio de CRISTO en su plenitud: Amor de DIOS, entrega de JESÚS hasta la muerte de Cruz y su RESURRECCIÓN y todo por amor al PADRE y a nosotros.


Este Tiempo Ordinario va desde el lunes siguiente a la fiesta del Bautismo del Señor hasta el martes anterior al Miércoles de Ceniza y desde el lunes siguiente a PENTECOSTÉS hasta el primer domingo del Adviento y que lo conforman 34 semanas.


En éste segundo domingo del T.O. creo que el tema central es la VOCACIÓN, LA LLAMADA DE DIOS. Ya nos orienta la 1ª lectura de Samuel. En la Sagrada Escritura huy diversidad de " llamadas" y cada una tiene su característica. Todas responden a un "esquema de vocación". DIOS llama " para una misión concreta, dificultades por parte del llamado, ayuda por parte de DIOS.


La iniciativa es siempre de DIOS. DIOS sigue llamando, pero debe haber más respuesta por parte nuestra, como Santa María, S. José,...También nosotros debemos estar atentos a la llamada del Señor.


Juan el Bautista prepara a sus discípulos para que sigan a JESÚS. Pasa JESÚS y Juan dice:"Este es el Cordero de DIOS" y le siguen Juan y Andrés. JESÚS da media vuelta y les dice: "¿ Qué buscáis? Y ellos responden:"Rabí,¿Dónde vives?. Y JESÚS les dice:"Venid y lo veréis". Y se quedaron con Él aquel día. Ha sido un encuentro decisivo se acuerdan de la hora: "Las 4 de la tarde"


Nos debemos acordar de algunas fechas muy importantes de nuestra vida: Primera Comunión, Confirmación, orden sacerdotal, matrimonio,...


Toda vocación es un encuentro con el Señor que viene a nosotros y si estamos atentos no pasa de largo, sino que se queda con nosotros, " he aqui que estoy a la puerta y llamo, si alguno me abre entraremos y cenaremos juntos.


Debemos buscar momentos de silencio para escuchar al Señor, para oir su llamada,para descubrir qué nos dice y qué quiere de nosotros, qué ilumine nuestro corazón. Debemos de ser almas de oración mental, de meditar las cosas del Señor en nuestro interior y decirle como Samuel: " Habla, Señor, que tu siervo te escucha"


Virgen María, que siempre supiste escuchar en tu interior la Palabra de DIOS y vivirla, ayúdanos a imitarte. Intercede por nosotros y por nuestras vocaciones cristianas.

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