Con esta fiesta del Bautismo de JESÚS cerramos el ciclo litúrgico de la Navidad, de la infancia y vida oculta del Señor JESÚS. Durante estos días de Navidad y Epifanía se nos ha manifestado la identidad de JESÚS DE NAZARET en las personas de los pastores y de los Magos.
Con el Bautismo de JESÚS en las aguas del Jordán por Juan el Bautista da comienzo la vida pública de JESÚS y empieza el Tiempo Ordinario, tiempo en que vamos a ir desmenuzando la vida pública de JESÚS: lo que hizo, lo que enseña, lo que predica, cómo cura enfermos, expulsa demonios, cómo acoge a las gentes, los signos que hace, que paciencia en todas sus actuaciones para exponer el mensaje del Reino de DIOS, que ya ha comenzado con Él y que es nuestro Salvador.
El agua es un elemento que sirve para saciar la sed, necesaria para que haya vida, limpiar,...y cuando estamos sedientos de verdad y de gracia DIOS nos invita a ser saciados porque Él nos da el agua de la vida, "Que salta hasta la vida eterna"(S. Jn.) gratuitamente, desde su gracia y amor por nosotros en su HIJO. El profeta Isaias nos dice de parte de DIOS: " Como bajan la lluvia y la nieve del cielo y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar... así será mi PALABRA, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo". El agua es un elemento que transforma, que nos da fuerza para realizar nuestra misión recibida en el sacramento de Bautismo. Cuando nos bautizamos nos unimos a JESÚS en su vida y misión. Cuando somos bautizados, aunque seamos muy niños y no nos demos cuenta de nada, al ir luego creciendo en la fe nos hacemos conscientes de lo que somos realmente: "hijos de DIOS, miembros de CRISTO, templos del ESPÍRITU SANTO, nos regala las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad, la gracia santificante con la presencia del Espíritu de CRISTO. Cuando recibimos el Bautismo de JESÚS la primera misión es reproducir en nosotros lo que hemos aprendido de Él al seguirle con fe y amor. Al bautizarnos empezamos una marcha con Él hacia el PADRE tratando de poder presentarnos ante el PADRE llevando en nosotros la imágen de su Hijo. Los bautizados unidos a CRISTO debemos vivir el amor hacia DIOS y hacia los hermanos. Pues con CRISTO no resulta nada pesado ni imposible. Pues dice S. Pablo:" Todo lo puedo en Áquel que me conforta" y, si hemos nacido de DIOS en el Bautismo, vencemos al mundo y sus engaños. Vencemos al mundo si creemos en JESÚS en quien estamos bautizados e insertados.
En el Bautismo de JESÚS en el Jordán, ya no son los ángeles ni la luz de una estrella, quienes dan testimonio de quien es JESÚS, sino que es el mismo PADRE DIOS EL QUE DA TESTIMONIO DE JESUS." " TÚ ERES MI HIJO AMADO, MI PREDILECTO. No sólo es el Mesías, un superhombre,... ES EL HIJO AMADO DE DIOS. DIOS COMO EL PADRE Y EL ESPÍRITU SANTO. JESÚS, CREO DE CORAZÓN QUE ERES EN VERDAD EL HIJO AMADO DE DIOS. Gracias, Señor, por este sacramento y por el don de la fe.
María, Madre de DIOS, intercede por nosotros para que vivamos como hijos de DIOS.
Con el Bautismo de JESÚS en las aguas del Jordán por Juan el Bautista da comienzo la vida pública de JESÚS y empieza el Tiempo Ordinario, tiempo en que vamos a ir desmenuzando la vida pública de JESÚS: lo que hizo, lo que enseña, lo que predica, cómo cura enfermos, expulsa demonios, cómo acoge a las gentes, los signos que hace, que paciencia en todas sus actuaciones para exponer el mensaje del Reino de DIOS, que ya ha comenzado con Él y que es nuestro Salvador.
El agua es un elemento que sirve para saciar la sed, necesaria para que haya vida, limpiar,...y cuando estamos sedientos de verdad y de gracia DIOS nos invita a ser saciados porque Él nos da el agua de la vida, "Que salta hasta la vida eterna"(S. Jn.) gratuitamente, desde su gracia y amor por nosotros en su HIJO. El profeta Isaias nos dice de parte de DIOS: " Como bajan la lluvia y la nieve del cielo y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar... así será mi PALABRA, que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo". El agua es un elemento que transforma, que nos da fuerza para realizar nuestra misión recibida en el sacramento de Bautismo. Cuando nos bautizamos nos unimos a JESÚS en su vida y misión. Cuando somos bautizados, aunque seamos muy niños y no nos demos cuenta de nada, al ir luego creciendo en la fe nos hacemos conscientes de lo que somos realmente: "hijos de DIOS, miembros de CRISTO, templos del ESPÍRITU SANTO, nos regala las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad, la gracia santificante con la presencia del Espíritu de CRISTO. Cuando recibimos el Bautismo de JESÚS la primera misión es reproducir en nosotros lo que hemos aprendido de Él al seguirle con fe y amor. Al bautizarnos empezamos una marcha con Él hacia el PADRE tratando de poder presentarnos ante el PADRE llevando en nosotros la imágen de su Hijo. Los bautizados unidos a CRISTO debemos vivir el amor hacia DIOS y hacia los hermanos. Pues con CRISTO no resulta nada pesado ni imposible. Pues dice S. Pablo:" Todo lo puedo en Áquel que me conforta" y, si hemos nacido de DIOS en el Bautismo, vencemos al mundo y sus engaños. Vencemos al mundo si creemos en JESÚS en quien estamos bautizados e insertados.
En el Bautismo de JESÚS en el Jordán, ya no son los ángeles ni la luz de una estrella, quienes dan testimonio de quien es JESÚS, sino que es el mismo PADRE DIOS EL QUE DA TESTIMONIO DE JESUS." " TÚ ERES MI HIJO AMADO, MI PREDILECTO. No sólo es el Mesías, un superhombre,... ES EL HIJO AMADO DE DIOS. DIOS COMO EL PADRE Y EL ESPÍRITU SANTO. JESÚS, CREO DE CORAZÓN QUE ERES EN VERDAD EL HIJO AMADO DE DIOS. Gracias, Señor, por este sacramento y por el don de la fe.
María, Madre de DIOS, intercede por nosotros para que vivamos como hijos de DIOS.
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