Jesús responde a una dificultad de unos fariseos que quieren cogerle en alguna contradicción: ¿ Es lícito a un marido repudiar a su mujer?.
El Evangelio de este domingo nos está hablando de algo que se da con demasiada frecuencia, divorcios, separaciones, separaciones expres,... Hay documentos muy específicos de Conferencias Episcopales que nos dan luz con su doctrina, nos guste o no, porque aquí no se trata de que nos guste, sino de que nos digan lo que debe ser el sacramento del matrimonio, ES VERDAD QUE SE DEBEN ESTUDIAR CASO POR CASO,...LA CONFERENCIA episcopal Española nos explica lo que es el sacramento matrimonio tal como lo instituyó el Señor.
El matrimonio es la unión del hombre y la mujer, que por amor se van tratando ,conociendo, creciendo el amor entre ellos, y que se consideran de ser felices en esa unión entre ambos y, añado: no solo de ser feliz con la otra parte sino de hacer feliz a la mujer y la mujer al hombre. El matrimonio es una unión inseparable con lazos y base en el amor, hacen una alianza, una comunidad de amor, comunidad de amor que proyectan su futuro en comunión, con fundamento de fe, de amor, de ilusión y esperanza en perseverar en esa unidad e indisolubilidad de esa alianza a la que ellos mismos se someten conscientemente y " ya no serán dos, sino una sola carne"; por eso dejará el hombre a sus padres y se unirá a su mujer; y la mujer dejará a sus padres y se unirá a su marido". Tanto el hombre como la mujer son dos seres distintos, fisiologico, singulares, siguen siendo antes y después del matrimonio son personas y completas en si mismas y que se complementan y, desde el punto de vista sexual distintas y que se complementan o deben complementarse; la unión del hombre y la mujer crea una gran riqueza entre el hombre y la mujer de tal manera que deben enriquecerse en complementariedad, sabiendo compartir, acompañar, un mismo sentir y vivir, una misma fidelidad entre ellos del uno al otro, proyectar un el futuro con la misma voluntad; no se ha de ver el matrimonio como una vida de supervivencia y cohabitación o la relación de convivencia por un acuerdo común, pero que resulta solo el vivir bajo el mismo techo, pero nada más porque no se comparte nada, se cubre una apariencia de cara a la sociedad, esto es engañarse a uno/a mismo/a; eso no se puede aguantar mucho tiempo.
Debe haber una preparación seria, con deseos de aprovecharla y considerar la madurez para seguir adelante en el proyecto de formar una alianza matrimonial. El matrimonio no es solamente una unión carnal-sexual, puede ser lo de menos-aunque necesaria- para la vida humana, porque lo importante y necesario en el matrimonio es el AMOR, RESPETO, DESEOS DE HACRE FELIZ A LA OTRA PARTE ANTE QUE SER UNO FELIZ,...LA CONVIVENCIA, LA COMPAÑÍA, LA COLABORACIÓN , EL COMPARTIR,...
El amor debe ser fiel y exclusivo, pues se sabe y se vive o se puede vivir algunas veces la infidelidad por parte y parte, porque no se tienen ideas claras de lo que s el SACRAMENTO DEL MATRIMONIO Y DE SUS EXIGENCIAS DE AMOR, DE SACRIFICIO, DE ENTREGA, DE AGUANTE,...
Creo que cuando un hombre se casa, deja a todas las mujeres del mundo y escoge a la mujer con la que se une para siempre porque es A LA QUE AMA; y la mujer deja a todos los demás hombres del mundo ,para unirse al que elige para ser vida, su razón de ser,... El amor en el matrimonio debe ser fiel y exclusivo; el amor entre ambos debe ser una donación entre ellos, indisolublemente fiel, donación total e indefinido, "hasta que la muerte los separe", en cuerpo y espíritu.
Y Jesús les contesta que Moisés les responde lo de separarse es POR LA DUREZA DE VUESTRO CORAZÓN". Quiere decir que lo misma que dijera una cosa u otra porque no le iban hacer caso, ya se sabe que no " peor sordo que el que no quiere oír, ni peor ciego que el que nos quiere ver. Os recomiendo seguir el camino de la revelación de DISO:" LO QUE DIOS HA UNIDO QUE NO LO SEPARE EL HOMBRE". ¡ Qué hermoso, qué santo es el sacramento del matrimonio! No se profane el santuario del hogar donde se vive y engendra la vida como delegados del DIOS DE LA VIDA. Santa María, Madre de Dios y nuestra, intercede por nuestros matrimonios, santuarios hogareños, que se amen a rabiar, que compitan en amarse en hacerse felices, en tener hijos y educarlos para la vida eterna.
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