jueves, 9 de febrero de 2017

DOMINGO 6º DEL T.O. 2017. LA PERFECCIÓN DE LA LEY POR JESUS.

En este domingo 6º continuamos con el discurso de las Bienaventuranzas en sus aplicaciones  e identidad del cristiano.. Todos hemos ido a la escuela o al colegio de pequeños y de jóvenes y hemos valorado al profesor- maestro como alguién muy vinculado a nosotros en nuestra formación, como guía nuestro, pero, sobre todo, por su testimonio. Hoy en este Evangelio dominical nos enseña Jesús como el MAESTRO DIVINO, que enseña  y vive el camino del reino de los cielos. Enseña con autoridad, pues dice: " Habéis oído que se os dijo,... pero YO OS DIGO"; Es decir que del mismo modo como se dijo en el Antiguo Testamento- autoridad de Dios revelando a los patriarcas, profetas, Moisés, las alianzas, leyes de su pueblo,... pues con esa misma autoridad manifestada: PUES YO OS DIGO.. Clave: no se trata de abolir, destruir, desaparecer algo bien dicho, sino de  construir, sobre todo de llevar a plenitud la ley. ¿ En que sentido? pues en el sentido de ser meros cumplidores de la ley de un modo ,meramente externo, rutinario, sino en que se viva la voluntad de Dios, pues Jesús no vino a cargarnos de normas, de leyes, sino de vida:" Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundantemente. Los fariseos se cargaban de leyes, normas hasta seiscientas y pico normas casi todas humanas y olvidan la voluntad del Creado. Pues Cristo no vino a abolir la ley, sino a perfeccionarla, ha hacerla vida, hacerla interior, meterla en el corazón humano.
 Se pone ante nosotros el bien el mal, la vida y la muerte, de nosotros, de nuestra libertad depende que libremente escojamos la vida y el bien o la muerte y el mal, depende de nuestra responsabilidad y cómo la usemos responsablemente si escogemos la vida y el bien llegaremos a la plenitud de la vida y de la salvación, pero hay personas que usando mal de su libertad- teniendo ante sus ojos la vida y el bien- escogen el camino de la muerte y del mal. Lamentación porque  se pierden la VIDA MÁS PLENA.
 Seguimos analizando la identidad del cristiano, el A.D.N. del discípulo de Cristo : BIENAVENTURANZAS, SER SAL,SER LUZ,...En todo debemos mirara Jesús pues Jesús es el modelo y perfección de la voluntad de Dios. Observar y enseñar y vivir la Ley-la voluntad de Dios- es signónimo de salvación, de plenitud de vida en el reino de los cielos.
 Jesús nos enseña que no solo no debemos matar, sino que debemos de no enojarnos, enfadarnos, reñir, pegar, insultar, ser violento, falta de convivencia,.. amplía la vivencia del mandamiento, con una RECONCILIACIÓN  con el hermano.Luchar por restablecer la amistad, la convivencia humana con armonía,... Nos habla del peligro del divorcio, pues se pone en peligro el adulterio por ambas partes, lo mejor, lo perfecto es la unidad e indisolubilidad del matrimonio sacramento de amor y que santifica a los esposos. También nos previene Jesús sobre el juramento porque nuestro lenguaje debe ser :"SÍ O NO" y no mentir y, encima de mentir se pone a Dios: VERDAD ABSOLUTA, como testigo de esa mentira para que me crean. No es malo si se dice juramento de una verdad que se dice, pero si se jura con mentira se jura en falso, es pecado grave. Estamos poniendo en juego al VERACIDAD Y SINCERIDAD DE DIOS con nuestras mentiras o verdades; de ahí que siempre debemos decir la VERDAD Y NUNCA MENTIR Y MENOS JURAR CON BASE DE UNA  MENTIRA-COMPROMETIENDO LA VERACIDAD DE DIOS.
 Toda relación humana y con Dios debe estar basada en la verdad, en la unidad y comunión entre todos y con Dios. Debemos dejarnos llevar del viento del Espíritu Santo que sopla y nos llena de verdad y de gracia de Cristo para llegar y vivir en plenitud la comunión y que llegue a todos el Reino de Dios en este mundo tan deshumanizado, dejándose perder cada día valores humanos y cristianos. Trabajemos por vivir y recuperar los valores del Evangelio
 Vivamos sincera, interiormente el mandamiento de Dios: EL AMOR: A DIOS Y A LOS HERMANOS. Santa María, Madre de Dios y nuestra, intercede por nosotros para para que vivamos sincera y de corazón la voluntad de Dios.

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