lunes, 29 de febrero de 2016

DOMINGO 4º DE CUARESMA. 2016. EL PADRE MISERICORDIOSO

En este domingo 4º de Cuaresma- llamado antiguamente el domingo "laetare". En este domino y días sucesivos se va dando un tono más festivo porque nos vamos acercando más a la meta, a la fiesta de LA PASCUA, fundamento de nuestra fe católica y ante la oscuridad nos llena la vida de luz, ante la debilidad humana sentimos la fuerza del Resucitado, ante el mal del pecado personal y social nos encontramos con la gracia, el perdón de Dios que es misericordia. La muerte y resurrección de Cristo nos reconcilia con el Padre y nos convierte en hombres nuevos, criaturas nuevas, en hijos de Dios, nos da unas ropas nuevas, las sortijas mejores, las sandalias nuevas, el ternero mejor cebado, se organiza fiesta y baile,... Así sucede cada vez que un pecador se arrepiente,  reconoce su pecado y pide perdón al Padre y la respuesta ya se sabe: el abrazo del Padre, la reconciliación, los besos del Padre. Lo hace todo el Padre pues nos ilumina con la reflexión de la situación mala que se vive lejos del PADRE, la miseria humana y espiritual   se vive en una soledad total de todos, aislado, no te dejan comer ni la comida de los cerdos que cuidaba el joven que malgastó su herencia y piensa en la casa paterna-que hay trabajo, comida, vestidos, convivencia, calor de hogar, cariño del padre. Así es esta imagen-aunque muy pálida- del PADRE DIOS.
 Esta parábola tiene un significado especial en este año de la misericordia:" MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE". vayamos acostumbrándonos a vivir como criaturas nuevas con alegría y entonces será vivir " una alegría desbordante" ante la resurrección del Señor. Por muchos que sean nuestros pecados no tenemos motivos para estar tristes,- pues por encima de los pecados humanos-personales o sociales - está la gracia de Dios, el perdón, la misericordia divina.. Vayamos ejercitándonos a vivir como criaturas nuevas,... pero la realidad demuestra lo contrario de que el " hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra" y seguimos el ejemplo del hijo menor, el hijo pródigo que se aleja del padre, de la casa paterna y de todo lo que ello encierra de abundancia, de convivencia, de compañeros y familia, de todo lo humano y necesario para realizarse como hombre, como hijo,... y nos encaminamos a la destrucción sin DIOS. Cuando hacemos mal uso de nuestra libertad, cuando pecamos, seguimos nuestros criterios, nos viene la tristeza, el tedio, el mal humor, la angustia, lo vemos todo muy oscuro, nos llega la muerte de la vida de Dios en nosotros.
 En este tiempo de Cuaresma debemos acercarnos más y mejor y con más frecuencia al sacramento de la reconciliación o confesión, fiesta de alegría, de amor, de perdón, del abrazo del Padre, sino lo hacemos es porque somos huy soberbios y poco humildes, hombres o muere de poca fe. El Papa nos dice:" que un signo importante del Jubileo es también la confesión. Acercarse al sacramento con el cual somos reconciliados con Dios equivale a tener experiencia directa de su misericordia,.." Pero también necesitamos la gracia de Dios para reflexionar y darse cuenta de la situación en que cae el pecador y-siguiendo la gracia y ayuda de Dios- retornar al PADRE. Jesús nos ha dicho:" Nadie puede venir a mí si el Padre no lo atrae". Pidamos por nosotros y por los pecadores para que vuelvan al PADRE.
También podemos fijarnos en el hijo mayor. Si el menor se equivoca y gravemente, también el mayor con su envidia, echar en cara al padre cosas de familia, humanas y materiales:" Siempre te he servido y nunca  me has dado un cabrito para comerlo con  mis amigos y, llega este hijo tuyo( no dice mi hermano, sino este hijo tuyo que malgastó todo...) y no quiso.a pesar de rogárselo con insistencia el padre para que participara de la alegría por haber recuperado este hijo, de participar en la convivencia y de un evento de gran trascendencia y de armonía familiar. Si el hijo menor es figura del pecador que reconoce su falta y retorna a la casa paterna;en el  hijo mayor es figura del resentimiento, rencor,de la envidia, de la venganza, de la división( situación muy actual de este pasaje), del aislamiento para mi y para los otros y de los otros, gran falta de amor, de comprensión, incapaz de cambiar él, que cambien los otros.
 Miremos la imagen del padre-simboliza al PADRE DIOS, RICO EN MISERICORDIA Y LENTO A LA IRA- y experimentemos y vivamos la misericordia de Dios para con nosotros y con los demás y, aprendamos a ser misericordiosos con los demás:" Donde hay odio, ponga yo amor"¡ Cuánto puedes colaborando con la gracia de Dios! Santa María, Madre de Dios y nuestra, madre de misericordia ruega por nosotros para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

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