lunes, 22 de febrero de 2016

DOMINGO TERCERO DE CUARESMA. 2016. LA CONVERSION DE CORAZÓN.

 En este tercer domingo de Cuaresma, nos invita a meditar el tema de la penitencia, de la conversion; si toda la Cuaresma es una muy honda y muy tratada idea de conversion, de retorno al Señor; si hemos sido frágiles alguna vez en nuestra vida, el Señor nunca nos deja tirados en la cuneta, sino que- COMO EL MEJOR SAMARITANO, nos atiende, cura, venda y nos traslada a un lugar de curación, mirad también la parábola del hijo pródigo,... la fiesta que se organiza en el cielo es más grande por un pecador que se convierta que por 99 justo que no necesitan penitencia. Necesitamos cambiar de modo de pensar, de modo de actuar, de parecer,.. y no pensemos que la conversión o la penitencia es para los demás, que son unos pecadores, sino para todos nosotros, pus todos somos frágiles, débiles, tenemos nuestros fallos y, por eso, debemos hacer penitencia, para ejercer sobre nosotros mismos un señorío. No nos engañemos, pues a lo largo de nuestra vid ase puede fallar en  alguna cosa. Nos dice Santiago y también S. Juan que el que dice que "no tiene pecado es un mentiroso" y no está en él la verdad de Dios, fuera de Dios y, por privilegio María que la preservó de todo pecado. No presumamos de lo que no somos ni tenemos:" El que se cree seguro, ¡Cuidado! que mire no caiga. Los israelitas después de recibir tantos dones y recibían cada día no se daban cuenta de que lo recibían de Dios y, por lo tanto, no agradaron a Dios.

 El tiempo de Cuaresma es un tiempo muy especial donde los cristianos estamos más dispuestos para escuchar la Palabra de Dios, a hacer obras buenas, a aceptar la misericordia y la bondad de Dios-año de misericordia-porque Dios es rico en misericordia y lento a la ira, perdona nuestros pecados, especialmente en el sacramento de la Confesión. Necesitamos mucho, cada día más, del sacramento de curación, de la reconciliación o de la confesión. Pongamos siempre nuestros ojos en el Señor porque Él nos libera. Descubramos la presencia, la cercanía de Dios en nuestra vida y caminar hacia el Señor, nos perdona y nos enseña a perdonar: " como Dios es misericordioso con nosotros debemos comportarnos nosotros con los demás. La misericordia y el perdón son necesarios para todos, pues todos tenemos nuestros defectos.
 La conversión ha de ser no solo de palabra, pues nos engañamos a nosotros mismos, pues a Dios no lo engañamos. Miremos los ejemplos de conversión de Pablo; de Zaqueo, de la samaritana; de Mª Magdalena, del buen ladrón, del Centurión en el Calvario,... También os invitaría a vivir con alegría el retorno al Señor , de gratitud por la gracia de Dios hacia nosotros,.. la renovación de la Iglesia, presente y futura depende de nuestra conversión; a la gracia de la conversión debemos responder con una vuelta hacia él con agradecimiento y alegría. No nos olvidemos de la intercesión de nuestra madre, María, en acercarnos al Señor. Santa María, madre nuestra y refugio de los pecadores ruega por nosotros.

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