Así como el primer domingo de Cauresma es siempre el domingo de las tentaciones de Jesús, el segundo domingo es también siempre el de la Transfiguración del Señor.
Jesús ,en su subida a Jerusalén, va instruyendo a sus discípulos para que sean los continuadores de su obra de salvación, por Él comenzada; les instruye en lo tocante a lo que tiene que padecer en Jerusalén" El Hijo del Hombre va a subir a Jerusalén, donde será escarnecido, muerto y sepultado, pero al tercer día RESUCITARÁ. Los apóstoles se pusieron muy tristes porque no entendían que tuviera que sufrir el Mesías, se desmoralizaron. Jesús, a los ocho días, sube a un monte: Tabor, con Pedro, Santiago y Juan y en oración se transfigura y se vuelven sus vestiduras y su rostro blanco como la nieve recién caída. Jesús manifiesta, por unos momentos, su gloria de Dios, hablando con Moisés y Elías( ley y profetas). Se sobrecogen y Pedro atónito por lo que ve exclama con entusiasmo dijo: Mestro:¡ que bien estamos aquí! Vamos hacer tres tres tiendas una para ti,m otra para Moisés y otra para Elias,... y se oyó una voz del cielo, era el PADRE, manifestaba-una vez más- quien es JESÚS. JESÚS es su "HIJO, EL AMADO, ESCUCHADLO"..
Todo esto nos recuerda que para llegara la luz,debemos pasar por la cruz, que para gozar de la gloria de Dios, debemos pasar por sufrimiento, la cruz de Jesús y que es la cruz nuestra de cada día. El nos transfigurará. Tenemos que pasar por la muerte, pero,así, nos llegará y participaremos de la gloria del Señor a la que estamos destinados, pues Jesús, su Hijo va delante, baja del cielo, de junto al Padre, para enseñarnos el camino de la gloria, para abrirnos esa puerta de la contemplación y disfrute de Dios, puerta cerrada por el pecado de original. Pero en este caminar con Jesús y siguiendo a Jesús con la cruz diaria, nos puede resultar muy duro, muy pesado y nos desmoralizamos, nos hundimos y abandonamos, pero Jesús con estampa evangélica nos levanta la moral,la esperanza, y seguimos caminando con más entusiasmo y gozo. Sabiendo que este mundo pasará, pero su Palabra, no, pues ahora estamos como desterrados y hasta que no pasemos de este mundo al Padre-donde está la verdadera patria-la celestial, el estar contemplando y disfrutando con el Padre. No nos presentemos como enemigos de la cruz de Cristo, pues entonces "nuestro paradero sería nuestra perdición".
La fuerza de vivir la Cuaresma es precisamente esta: seguir a Jesús a Jesús acompañándole con la cruz de cada día con alegría, a superar las tentaciones de este mundo y vivir con fe y esperanza, destruyendo todo lo que nos aparte de la obra de Dios en nosotros. Nuestra fuerza es Cristo, es la gracia de Dios, su Palabra, los sacramentos, la oración,... ¿Qué nos dijo el Padre? ESCUCHADLE.Es decir escucharle con interés, con ganas de imitarle, de seguirle, de darle a conocer, de ser apóstol de Cristo. Es necesario, pues, que en este tiempo dediquemos tiempo a la oración, a recibir los sacramentos de confesión y Eucaristía, escuchar con fidelidad su PALABRA,... Ahora es tiempo propicio, favorable para cambiar de vida, para la conversión,para volver, retornar al Señor. éjate tocar por Dios tu corazón para que te llene y seas feliz, pues solo Cristo te puede llenar y hacer feliz. y que tu vida tenga sentido. Sabiendo la meta que nos espera avancemos con alegría al encuentro de Dios, pues Él es nuestra gloria. Santa María, Madre de Dios intercede por nosotros para que no nos perdamos por el camino y lleguemos a VISION Y CONTEMPLACION DE DIOS.
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