viernes, 26 de diciembre de 2014

FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA.

 Este año celebramos la fiesta de la Sagrada familia entre dos sínodos, el extraordinario de los 15 días del último mes de Octubre y del próximo ordinario en el mes de octubre; ahora se limitaron los padres sinodales a exponer toda la problemática de la familia en todas las partes del mundo por sus representantes-sus pastores- en el  pasado sínodo, como quería el Papa que dijeran todo lo que vieran bueno o malo sobre la familia, sobre las crisis varias, etc.
La fiesta de la Sagrada familia es todo un modelo para las familias cristianas-y yo diría que para toda familia en el mundo creyente o no porque el amor, la armonía, donde se viven los deberes y derechos,... es la familia.
 No debemos asustarnos por los problemas o crisis que pueda tener hoy la familia-incluso la cristiana- porque la familia como fundamento de la sociedad y de la Iglesia está siempre en crisis porque la familia es siempre actual y referencia de toda valoración de los miembros en si mismos y no por lo que tengan o posean, sino porque la sangre une y la fe también( familia de fe: la Iglesia); la familia estará en crisis, pero es la mejor valorada por todos, cuando hay dificultades a quién se acude a la familia, los miembros se cobijan en la familia, en el hogar de los padres, de unos hermanos, de unos abuelos,... No os asustéis por las crisis de la familia porque esas crisis refuerzan el amor, la unidad, la fidelidad, el vivir el derecho y deber de educar, de ayudar, de alimentar,...
 Una base de la familia es el amor entre el hombre y la mujer; el saber ayudarse, compartir y no competir, de saber aguantarse pues el sacrificio es necesario en todos los órdenes de la vida; de la convivencia mutua entre entre los esposos y los padres e hijos.
  También debemos fijarnos en que las familias deben salir de sí mismas para saber dar y darse como un buen olor de Cristo en su amor, fidelidad, unidad, portadores de vida, pues quedarse sobre si misma encerrada podría llevarles al egoísmo, sino abierta siempre a la vida, a vivir el evangelio de la alegría y de la vida.
 La familia, los esposos son llamados por Dios para ser santos, para santificarse y santificar a los miembros de la familia, pues al recibir el sacramento del matrimonio Dios se compromete y da su gracia, gracia sacramental para ser santos y santificar a los demás miembros de la familia. No todo el mundo tiene vocación al matrimonio, a formar una familia, pues supone tener muchos valores de sacrificio, de humildad, de entrega, "de ser fieles en las alegrías  y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y así amarse y respetarse mutuamente toda la vida". El Concilio Vaticano II dice de la familia:"Iglesia doméstica". ¡Qué hermosa es la familia cuando se vive con amor, fidelidad, con entrega, con alegría, con la conciencia de sus responsabilidades en la familia y con todos los miembros de la sangre!
  Dios es en si mismo familia de amor, de comunión, de entrega,.. Y al hacerse hombre el Hijo de Dios-el Padre le envía y forma parte de una familia, familia humana:madre María y su padre legal José- cada uno responsable fielmente de sus deberes, derechos y obligaciones de unos para otros. Miremos los padres en José, las madres en María y los hijos en Jesús.
 Familias cristianas-y no cristianas- si queréis vivir felices, alegres, satisfechos,...miraros en la Sagrada familia. En la familia se aprende a amar y seguir a Jesús, a meditar a orar juntos, a participara en la Eucaristía juntos, a saber perdonarse cada día antes de acostarse, pues somos frágiles, pecadores y necesitamos pedir perdón y el uno al otro más ¡Qué escuela de santidad y de gracia la Sagrada Familia! qué escuela de virtudes, de saber escuchar, de colaboración en el hogar,...!
 Santa MARÍA. madre de Dios intercede y ayuda a nuestras familias.

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