martes, 1 de abril de 2014

DOMINGO V DE CUARESMA. LA VIDA.

Lo mismo que los dos domingos anteriores, este hace una referencia clara a la preparación de los catecúmenos para recibir el Bautismo en la Vigilia Pascual.( recordemos: agua, luz y vida): todo lo es Cristo para nosotros. Pues cada día nos acercamos más a la Pascua, fiesta del agua, luz, vida y salvación. Jesús es no solo la luz del mundo y la sal de la tierra es . LA VIDA y nos dijo:" Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante", para esto se ha entregado-como nadie-por nosotros para que no sólo vivamos felices y con vida divina en nosotros ya y aquí, sino que tengamos asegurada la Vida Eterna, por Él conseguida para nosotros, para eso sube a Jerusalén, se deja clavar en la cruz por amor a nosotros yen lugar nuestro, pus los pecadores somos nosotros, no es Él, pues Él es el Justo, el Santo, el Hijo único del PADRE.
 Nos señala que el Él es la vida y que tiene poder sobre la muerte: resucitando muertos: Lázaro, el jóven de Naín, la hija de Jairo,... Uno delos grande miedos humanos es la muerte-entre otras cosas- por la incertidumbre de que será de nosotros después de un juicio lleno de amor, misericordia y de justicia divina que solo Dios sabe conjugar. Sobre sto os digo con toda convicción: "NO TEMÁIS" nos dice Jesús, pues si nosotros le hemos confesado en este mundo y no nos hemos avergonzado de Él, tampoco Él nos negará ni se avergonzará de confesarnos ante el Padre. Lo que necesitamos es fe, mucha confianza en Jesús, pues también nos dice:"El que cree en Él, aunque haya muerto vivirá, y el que está vivo y cree en Él no morirá para siempre" Nuestra respuesta debe ser:FE en su Palabra. Hoy, con este evangelio es una llamada a la fe y a la esperanza; les pregunta a las hermanas de Lázaro:"¿ Crees esto?. Basta que creamos, que nos fiemos de Dios.
 Por muchas dudas que puedan surgir en nuestro caminar hacia Dios Padre, por muchas oscuridades con que nos podemos encontrar, por mucho ambiente laicista, contrario y agresivo, por más que podamos ver como nuestros cuerpos se depositan entierra, en un nicho, o se incineran,... No lo dudes, por encima y por dentro de nosotros está la gracia, el gran regalo de Dios: LA FE. La de nos ayuda a ver las cosas- todas las cosas- no las vemos los hombres, sino como las ve Dios mismo. Por encima de la muerte está la vida y la vida, nuestra vida y esperanza es CRISTO VIVO, RESUCITADO, TRIUNFADOR DEL PECADO Y DE LA MUERTE. Oye-medita un poco- si Dios sin nada lo crea todo, qué no hará de nosotros con los restos de este ser humano-templo suyo- lo transformará hasta llegara a ver a Dios "cara a cara". ¡Cómo amamos la vida! ¡ Cómo la queremos! ¡Cómo nos aferramos a ella cuando está en peligro!. Seamos agradecidos a Dios, por Cristo, que es la vida que vence a la muerte, pues nuestro Dios no es Dios de muertos, sino de vivos pues toda criatura vive para Él. Para Dios resucitarnos y llevarnos a la plenitud de su vida es más fácil que para ti despertar a una persona de la siesta. Podemos morir cada día al pecado y, así, estaremos resucitando a la vida de Cristo y con Cristo. El Señor nos hará salir-dice Ez. de nuestros sepulcros y los conducirá a  su patria; y nuestra patria es el Cielo, la Vida Eterna, la visión y contemplación de Dios. Virgen María, Madre de Dios y nuestra, intercede por nosotros tus hijos para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. Amén.

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