En este segundo domingo de Pascua, Jesús sigue apareciéndoseles a los apóstoles para afirmarlos, fortalecerlos en la verdadera fe de la Iglesia: LA RESURRECCIÓN DE JESÚS. Se les aparece el día de la resurrección,se presenta en medio de ellos, se les hace presente. Se llenan de alegría. y, a los 8 días, el mismo Jesús, vuelve a ponerse en medio y les saluda con la paz y dándoles su Espíritu, así nace el día del Señor, el día de la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte y queda instituido el domingo del "día del Señor",cada 8 días debemos vernos los cristianos para celebrar nuestra fe en crucificado-resucitado, para celebrar nuestra fe entre y con los hermanos, para escuchar su Palabra, Palabra de vida, de salvación, nos reunimos para hacer la voluntad del Señor, para participar en la fracción del pan, para llenarnos de alegría y de gratitud por el regalo de la fe, nos muestran la vida en común que llevan,de lo que se aman como Jesús pidió a los suyos,como distintivo de los que le quieran seguir con la cruz y el amor, vivían en la Verdad de Dios, no vivían un cristianismo de barniz, de pintura, eran bien vistos por su vida, su testimonio, porque hacían muchos signos por su fe y confianza en el Señor. Jesús en medio les saluda con la paz, les enseña sus heridas para que no solo las vean sino que las palpen,se alegren, se llenen de su Espíritu, acepta las dudas de Tomas que no cree a sus compañeros y, Jesús, de nuevo, se pone en medio les saluda con el saludo de la paz e inmediatamente le dice a Tomás: Tomás, trae tu dedo y mételo en mis llagas y trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente. No tenemos ninguna duda sobre la resurrección del Señor, pues no sólo el sepulcro está vacío-bien custodiado por los soldados romanos y la piedra sellada, y el miedo de los suyos encerrados con las puertas bien aseguradas, Las apariciones varias a los apóstoles de todas las maneras para asegurarles el hecho fundamental de nuestra fe y de nuestra esperanza. Gracias a Tomás que ha dudado, porque este hecho nos asegura más en la fe recibida por la afirmación y muestras de Jesús para que Tomás palpe, compruebe las llagas de Jesús. Nos dice el Señor un piropo hermoso ante este acto de Tomás y de Jesús:" Dichosos los que crean sin haber visto"
También debemos hacer énfasis en la institución del sacramento del perdón, de la confesión o de la reconciliación, o de la penitencia. Santa Faustina-monja polaca-dedicada su vida a la contemplación del Corazón de Cristo, ha escrito sus meditaciones por la contemplación de la misericordia de Dios, que después el beato-que este mismo domingo 27 de abril-será canonizado juntamente con el papa bueno(Juan XXIII) La manifestación explosiva de la misericordia divina. Dios nos está siempre perdonando, y quiere que su perdón se desborde sobre nosotros y que nunca nos cansemos de pedirle perdón. Hoy es el día del perdón, que siempre nos perdona y que no hay pecado que Dios no nos pueda perdonar, su gracia está siempre por encima de nuestros pecados, nunca se cansa de amar y,por tanto, de perdonar; aprendamos a perdonar también nosotros y entre nosotros. Que triunfe la misericordia sobre el odio, la venganza, el desamor, el no perdonar,... No nos cansemos de acudir al sacramento del amor, del perdón, pues no solo se perdonan los pecados, sino que se aumenta y fortalece la gracia de Dios,... Y cuando el sacerdote perdona, da la absolución es Cristo quien perdona, quien absuelve. Confesemos nuestra fe como Tomás:" Señor mío y Dios mío" Pidamos al Señor que nos conceda esa paz que Él daba en sus apariciones a los apóstoles; y que sepamos acudir con frecuencia al sacramento de la Confesión para asegurar y fortalecer la vida de gracia de Dios en nosotros. y tengamos más paz en nosotros, en nuestro interior. No nos cerremos a la gracia y a la voluntad de Dios. Santa María, madre de Dios y nuestra, ayúdanos a vivir la fe siguiendo tus huellas y que nos ayudes a acudir con más frecuencia a la confesión.
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