durante todo este tiempo de Navidad, celebramos el nacimiento y manifestación del Salvador de mundo primero al pueblo hebreo y luego al resto del mundo: Navidad: manifestación del Señor a su pueblo en la persona de los pastores; Epifanía o Reyes al mundo gentil, a nosotros en la persona de los Magos de oriente. Fiesta de la luz, fiesta de la fe. Jesús, el Hijo de Dios en la eternidad e Hijo de María en el tiempo, es la luz que viene a este mundo para alumbrarnos, para que no caminemos a oscuras en la búsqueda de Dios, pues Él, el Hijo único del Padre, sale de su seno para enseñarnos la Verdad de Dios, de ese Dios que ni tu ni yo hemos visto, pero que nos lo descubre su Hijo:Jesús. Este es el Dios en el que creemos por Jesucristo, El se hace visible para llevarnos al conocimiento de lo invisible. La luz se hace visible en la estrella-muy especial-que descubren los Magos, y que alumbra a todo hombre que viene a este mundo, y esta luz es para todos los hombres de todos los pueblos y de todos los tiempos. Es un misterio la distribución de la gracia de Dios para todo ser humano. Esa estrella, es la luz, es el amor de Dios que nos ayuda a recorrer un camino hacia Dios. ¡Cuántas veces queremos vera Dios! recordad a Felipe que le dice a Jesús:"Muéstranos al Padre". Felipe el que ve a mi,ve al Padre porque el Padre y yo somos una sola cosa". Pero para ver, descubrir a Dios debemos tener unos ojos y un corazón limpios, ser sencillos y humildes como los pastores; la interpelación que se hicieron los Magos, la solidaridad-fuera de todo aislamiento-se pusieron de acuerdo y en camino siguiendo la estrella, no se preocuparon de las dificultades del camino, buscaron, preguntaron,.
perseveraron, encontraron, regalaron, se ofrecieron, adoraron, se alegraron, fueron transformados por el Señor, nos representaban a todos nosotros, eran las primicias de los paganos, de los no judios.
Dios se manifestó de muchas maneras en otros tiempos antiguos, pero en la plenitud de los tiempos se manifestó en su Hijo, hecho hombre. En otros tiempos por los patriarcas, profetas,... En esta Epifanía en una estrella, como, luz, pues Cristo es nuestra luz y los que le seguimos somos los hijos de la luz. Sintamos la necesidad de la luz, de la belleza, la hermosura, la verdad. la santidad, la gracia, la alegría, la gloria y plenitud de Dios, de Él, de Jesús, todos hemos recibido" gracia tras gracia". María, Madre de Dios y nuestra, intercede para que también nosotros descubramos la estrella de nuestra fe: Cristo y le sigamos aunque nos cueste algún sacrificio, pues merece la pena ser cristianos y vivir la luz de la fe.
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