martes, 29 de octubre de 2013

Todos los Santos. 2013

 Esta es una fiesta muy  educativa y esperanzadora porque en una sola fiesta celebramos a todos los santos, no sólo a los que, oficialmente la Iglesia, ha reconocido su  heroica virtud, sino a todos los que se han salvado y están inscritos en el Libro de la vida de Dios. Son hombres y mujeres de carne y hueso como nosotros, y que posiblemente los hayamos conocido y hablado con ellos, que supieron vivir el Evangelio de Cristo, que han sido humildes, se apoyaron en fe fuerte en el Señor y, hoy, se ven llenos de vida, de gloria de Dios, de comunión con el Señor. Se han hecho santos en este mundo viviendo la gran tribulación, sufrimientos de la presente peregrinación. Son santos, no porque no hayan pecado nunca, sino porque si pecaron, alguna vez, supieron lavar sus vidas en la Sangre del Cordero en el sacramento de la Confesión, supieron alimentarse del Cuerpo y Sangre de Cristo que da la fuerza necesaria para superar los dolores y ser santos porque se recibe al SANTO DE LOS SANTOS: AL HIJO DE DIOS. La santidad está en vivir ese Amor de Dios hacia nosotros y corresponder a ese amor de Dios y amar a los demás por Dios. Esa santidad se demuestra y se vive en las relaciones con los demás:matrimonio, familia, compañeros de trabajo,amigos, vecinos,...Vivamos la fe, la esperanza y la caridad, que son el camino de la vida, de la santidad y de la salvación. Tu puedes y debes de ser santo/a, tienes la gracia de Dios que te ayuda siempre y no falla jamás.Vive las bienaventuranzas. María, Reina de todos los Santos, ruega por nosotros para que seamos santos.
CONMEMORACIÓN DE LOS DIFUNTOS, esta celebración la tenemos el sábado , día dos. "Está decretado que los mueran una sola vez, y después de la muerte el juicio"  Caminamos en medio de los sufrimientos, consuelos y esperanzas y en medio de los demás hermanos. hoy, pero siempre- debemos elevar una oración al Señor por nuestros hermanos difuntos, en especial por nuestros seres queridos y también por aquellos que nadie se acuerda de ellos.No olvidemos de que es Jesús el que salva, pues Jesús quiere decir:SALVADOR, EL QUE SALVA. Pensemos en que CRISTO ha resucitado como primicia de todos los que duermen en el Señor, pues para los creyentes en Cristo, la muerte es un dormirse en el Señor. En la Eucaristía se celebra la Muerte y la Resurrección de Cristo y es la mejor oración por nuestros difuntos y, así, pedimos al Señor que no solo participen en su muerte sino también en su resurrección, pues en el Bautismo nos sumergimos en la muerte de Cristo y participar en su resurrección. Todos nosotros bautizados en Cristo-como cuerpo suyo que somos por el Bautismo- resucitaremos porque Él es nuestra Cabeza y nosotros somos su cuerpo, y donde está la Cabeza también estará su cuerpo. tengamos fe en la resurrección universal. La muerte es siempre un enigma(G.S. del Concilio VaticanoII), que solo lo superamos con la virtud de la fe en Cristo resucitado. "Siempre estaremos con Él, dice S. Pablo. "Si creemos que Cristo ha resucitado, del mismo modo los que hemos muerto en Dios, por medio de Cristo, los llevará con Él"
 DOMINGO 31. T.O. En el pasaje del Evangelio de hoy se nos manifiesta la Voluntad universal de la salvación de Dios sobre todos los hombres por su Amor hacia nosotros.Mirada Zaqueo que-siendo pequeño- y queriendo ver a Jesús, corrió para subirse a un árbol,  por dónde debía pasar Jesús:y Jesús al llegar debajo del árbol mira hacia arriba y le dice:"Zaqueo, baja enseguida, porque hoy debo hospedarme en tu casa" Zaqueo era un fariseo importante. En casa de Zaqueo, " todos murmuraban sobre Jesús que se había hospedado y comido en casa de un pecador, la presencia de Jesús despierta la conciencia de Zaqueo y, este , se convierte de su vida,... Jesús le dice: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa".Jesús ha venido a salvar a todos los hombres, a todo lo que estaba perdido. A Jesús no le importa a que le hagan comentarios porque lo que le importa es salvar a las personas. La presencia, palabras, ejemplo y mirada de Jesús hace que nos encontremos con Él, que amor, perdón, salvación, misericordia del Padre,  la mirada de Jesús siempre es de perdón, de misericordia. Pidamos en esta Eucaristía que el Señor- que se hace presente en el pan y vino consagrados- nos ayude a superar las dificultades presentes para convertirnos- de verdad- al Señor y que tengamos la misma mirada de Jesús para con los hermanos y llevarlos a Jesús que es el los está salvando a ellos y a nosotros. Virgen María intercede por nosotros para que nos convirtamos de corazón y podamos vivir la plenitud de la vida y del amor en el cielo.

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