martes, 15 de octubre de 2013

Domingo 29 T.o. 2013 ORACIÓN

 Jesús sigue avanzando en su subida hacia Jerusalén y sigue dándonos enseñanzas necesarias para poder seguirle en su subida. Hoy nos habla de la constancia en la oración  con la parábola  de la vida  que va al juez para que le haga justicia, pero el juez no le hace ni caso, pero luego el juez piensa que " aunque no teme a Dios ni  respeto a los hombres, pero como esta viuda me está cansando, voy hacerle justicia". La viuda insistía y no se daba por vencida. Si los hombres actúan  así que terminan por hacer justicia o prestando atención aunque solo sea por miedo. ¿ Dios no hará justicia sus justos si se lo piden día y noche, es decir con constancia, con perseverancia, sin desmayar, sin desanimarse. El juez se considera un hombre poderoso, fuerte, sin escrúpulos y ella es pobre, no tiene poder, no tiene a quien acudir porque de las viudas se ríe todo el mundo, sólo Dios sale en su ayuda. Ella insiste.No se cansa.Es infatigable.Esta es su fuerza humana.Y consigue que se le haga justicia. Jesús- al poner esta imagen de la viuda y el juez nos quiere hacer meditar sobre la perseverancia y eficacia de la oración cuando nos dirigimos a Él con constancia y con confianza. El razonamiento de De Jesús es claro:" si un juez injusto, inicuo cede ante la constancia de la pobre viuda que insiste una y otra vez" ¡ Qué no hará el Señor cuando acudimos con perseverancia a Él!. Nos enseña Jesús que al orar-y orar con fe-debemos de tener la certeza de que Dios siempre nos escucha. Pensemos cómo es nuestra oración. Lo hacemos con fe, con confianza, con certeza de que Dios siempre nos escucha. Moisés oraba con constancia. Es un ejemplo de su misión de interceder por su pueblo. Tenía los brazos abiertos en señal de súplica confiada y Dios le escuchaba, luchaba contra las tentaciones de desaliento, de cansancio y nosotros nos podemos cansar enseguida si vemos que Dios no nos concede enseguida lo que le pedimos,... Debemos de perseverar en la oración pidiendo algo o no pidiendo nada porque Dios sabe muy bien todo lo que necesitamos antes de que se  lo pidamos, pero quiere que se lo pidamos una y otra vez para probarnos en la fe, confianza, el hacer más grande el ansia de recibir dones y gracias de Dios porque cuanto más se ensanche nuestras ganas de recibir más recibiremos de Dios que no se cansa de darse y de darnos. La Iglesia debe seguir orando y enseñando a orar siempre. La Iglesia eres tu.Virgen María, Madre de Dios y nuestra-tu que eres madre y maestra de oración con los apóstoles, enséñanos  a ser personas de oración, reflexivas, meditativas.

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