En el evangelio de hoy, Jesús en su subida a Jerusalén -según Lucas, última etapa- le salen al encuentro 10 leprosos. La lepra era una enfermedad odiosa, asquerosa, contagiosa, los consideraban impuros, los que la contraían debían abandonar el pueblo y vivir aislados en la montaña y no acercarse al pueblo y a las gentes hasta que no estuvieran curados, presentando el certificado que debía expedir el sacerdote. El hecho tiene lugar entre Samaria y Galilea. No se podían ver judios y samaritanos por cuestiones históricas, aquí están unidos judios y samaritanos en su enfermedad de la lepra. Acuden a Jesús para que los cure y, desde lejos, le gritan:" Jesús, Maestro, ten piedad de nosotros. Jesús les dijo que fueran a mostrarse a los sacerdotes, como si ya estuvieran limpios y esto es una prueba de confianza en Jesús . En el camino quedaron limpios. Uno de ellos viéndose curado, volvió glorificando a Dios; y cayendo a sus pies rostro a tierra,le daba gracias. Era un samaritano. Jesús dijo:¿ no quedaron limpios los diez?. Los otros nueve ¿ Dónde están?
Mucho le duele al Señor la ingratitud y, somos tan desagradecidos a Dios, de quien lo recibimos todo, y también a los demás cuando nos hacen algún favor. Pensemos, por lo menos hoy y hagamos un propósito de ser agradecidos, Sólo el samaritano volvió a dar gracias a Jesús, uno entre diez. Jesús le dice: " levántate, vete, tu fe te ha salvado". Los otros "fueron sanados" y el samaritano "fue curado y salvado" Notemos la diferencia entre los nueve y el samaritano. Dios salva a todos, quiere la salvación de todos, ofrece la salvación a todos y de modo especial a los más necesitados, marginados, enfermos, pecadores,...
La voluntad de Dios es "que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad" ya sean del pueblo de Israel o del resto del mundo. Los creyentes debemos de dar ejemplo de ser agradecidos a Dios por todo y a los demás por la convivencia, favores,...La fe en el Señor nos debe llevar a ser como Jesús que daba gracias al Padre en todo momento. "De hijos bien nacidos, es el ser agradecidos". El samaritano de dar voces para pedir la salud con los otros, pasa a una acción de gracias a Dios, de alabar y bendecir al Señor. Seamos también humildes y será más fácil dar gracias a Dios y ser agradecidos a los hermanos. En los comienzos de los prefacios siempre empezamos:"" En verdad es justo y necesario es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,..."
A Dios le debemos dar gracias siempre y en todas partes. La Sagrada Escritura exhorta a la gratitud en todas sus páginas:" Dad siempre gracias por todo a nuestro Dios y Padre,en nombre de nuestro Señor Jesucristo"( Ef.5, 20). La gratitud es uno de los rasgos de nuestra fe. La mejor forma de mantener los dones y regalos de Dios y de recibir más dones es la gratitud( S.Juan Crisóstomo). El hombre de poca fe da pocas gracias, no da más de sí, no alcanza a más. Cuando dejamos de ser agradecidos a Dios tampoco lo somos con los semejantes. Ser agradecidos es darse cuenta de que tenemos unos valores, unas virtudes, favores que hemos recibido de Dios y de los demás. Lo normal de un cristiano sería ser agradecido. De modo especial agradezcamos al Padre por Jesúcristo.
Después de ser agradecidos a Dios, debemos ser a nuestros padres. Gracias, Señor, por los padres que me has dado, gracias, Señor por la vida humana y espiritual, gracias por este cuerpo capaz de ser templo del Espíritu Santo, por el alma que has creado para ser "yo", "persona", gracias,Señor por los regalos que me haces cada día. GRACIAS, SEÑOR, POR TODO. Virgen María, Madre de Dios y nuestra intercede por nosotros para que sepamos dar a gracias a Dios como tú en el canto del "Magnificat"
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