martes, 6 de agosto de 2013

Domingo 19. Tiempo Ordinario. 2013. Estad preparados, vigilantes.

En la subida de Jesús a Jerusalén, Jesús sigue dando divinas enseñanzas a sus discípulos para sepamos vivir con alegría y esperanza su segunda venida al final de los tiempos para llevarnos con Él -y Él presentarnos al Padre- para gozar eternamente de las bondades y misericordia de Dios, contemplar la gloria de Dios, extasiados ante Él por su divinidad, belleza de bellezas y creador de toda belleza y hermosura. Estamos en el Año de la fe. Debemos pararnos a pensar- si no lo hemos hecha ya- en el gran regalo de Dios: LA FE. Nos lo ha regalado en el sacramento del bautismo, que nos hizo hijos de Dios, miembros vivos de Cristo y de su Iglesia, templos, morada de Dios. La segunda lectura de hoy nos define la fe como:" La firme seguridad  de lo que esperamos, la convicción de lo que no vemos"( Hebreos,11,1ss) y sigue diciendo:" Por la fe han sido grandes nuestros antepasados, por la fe han agradado a Dios..." Abrahán( nuestro padre en la fe) creyó contra toda esperanza. La fe dice S. Agustin:" El tiempo de la fe es fatigoso ahora, pero encontrará su recompensa en el futuro. Es como si vamos en coche en una mañana de niebla espesa y con las luces encendidas pero apenas vemos y avanzamos, pues así es la fe ahora, caminamos con con niebla espesa pero ya vencerá la luz del sol esa niebla; así también vencerá la luz de la fe las dificultades, obstáculos,oscuridades presentes y llegaremos a la luz de la gloria, a la visión de Dios, donde no habrá oscuridades, sino que Dios será siempre nuestra luz, nuestra gloria. Esta fe debe engendrar esperanza de poder llegar a esa gloria, a esa visión de Dios y ayudarnos en el tiempo presente a superar obstáculos, dificultades de toda índole, inyectándonos ánimos para llegar a alcanzar la meta que nos ha ganado y mostrado Jesús. Usemos bien nuestra libertad para hacer siempre con gozo la voluntad de Dios-imitando a Jesucristo, que se hizo obediente hasta la muerte y muerte de Cruz", así nos ha redimido, salvado y podemos sentarnos con él en la mesa del Reino de los cielos. Por eso Jesús nos invita hoy a estar vigilantes, estar preparados para su segunda venida, pues esto sucederá a la hora menos pensada, que menos esperamos, de ahí que Jesús nos advierte de que " debemos estar siempre preparados. El esta con nosotros, nos acompaña, nos ayuda, confiemos en Él. Cada momento de nuestra vida es un paso hacia la meta: Visión, compañía de Dios. Todo es don de Dios, pues por nuestras solas fuerzas no podemos alcanzar la salvación, pero somos familia de Dios, Iglesia santa de Dios, y el Espíritu Santo está vivificando, animando, guiando a la Iglesia hacia su destino. Estemos al servicio de la humanidad, como Jesús, seamos apóstoles del Señor con nuestro testimonio y, así, estaremos siempre vigilantes, preparados para el encuentro con el Padre. Pongamos nuestro esfuerzo en vivir unidos a Cristo, que es nuestro redentor, y pongamos en Él nuestro corazón. Adelante y ten buen ánimo y esperanza y llegarás a disfrutar del Padre. María, Madre de Dios y nuestra, intercede por nosotros para que estemos siempre preparados y vigilantes- como tú-y podamos gozar siempre de tu compañía en la contemplación del Señor.

3 comentarios:

  1. Gracias D. José Luis, por estas palabras llenas del Espíritu Santo.����

    ResponderEliminar
  2. Gracias D. Jose Luis, por estas palabras llenas de Espíritu Santo.
    ������

    ResponderEliminar