En esta Año de la fe, el Evangelio de este domingo,nos lleva a meditar sobre el amor. Pues para que sea verdadero amor sobrenatural debe estar fundado y partir desde la fe, sino será filantropía. Doctrina sobre la fe y sobre el amor tenemos bastante en los documentos del Vaticano II y en el Catecismo de la Iglesia Católica. Nosotros con frecuencia recitamos el Padrenuestro o el símbolo de nuestra fe, también los judios sabían y repetían con frecuencia la Ley. Se la sabían muy bien. Por eso un escriba le pregunta a JESÚS: "¿ Qué mandamiento es el primero de todos?". JESÚS le responde con la misma ley: " El Señor nuestro DIOS es el único Señor. Amarás al Señor tu DIOS con todo tu corazón,con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. " El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.No hay mandamiento mayor que estos".
A DIOS no se puede amar a medias, con tibieza. Debemos saber que donde está tu tesoro, allí estará tu corazón. No tengamos el corazón dividido.No hacemos nada de más el amar a DIOS sobre todas las cosas, porque Él nos amó primero y no deja de amarnos jamás. Ese amor a DIOS debemos alimentarlo con los sacramentos de la Confesión y de la Eucaristía, con la oración, con el rezo del Santo rosario, con lecturas espirituales, con conversaciones espirituales,...
El amor al prójimo es esencial para demostrar que amamos a DIOS, "Pues si no amamos a los hermanos a quien vemos, cómo vamos a amar a DIOS a quien no vemos". Amar a los hermanos es quererlos de verdad y ayudarles en todas sus circunstancias, sean buenos o tengan defectos, nos caigan bien o mal, sean ricos o pobres, guapos o feos,...aunque sean también enemigos nuestros, esto nadie lo hizo más que JESÚS, EL HIJO DE DIOS, que entregó su vida por todos, también por aquellos que le estaban crucificando, y quiere que nosotros también amemos a nuestros enemigos,... JESÚS nos enseña que:" Haz a los demás lo que desees que te hagan a ti". JESÚS en la Última Cena nos dió el Mandamiento del Amor:" Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros como Yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus semejantes, y si uno tiene bienes de este mundo y ve a otro en necesidad, y cierra sus entrañas, ¿ Cómo va a estar en él el amor de DIOS?. Por tanto, hermanos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. JESÚS con su vida demostró y vivió la plenitud del amor en su entrega total por el PADRE y por nosotros. En este Año de la Fe cultivemos, fortalezcamos nuestra fe para que el amor, nuestra caridad no sea una farsa, sino imitación del amor de JESÚS al PADRE y a nosotros. María, Madre del amor hermoso, ruega para que sepamos amar de verdad correspondiendo al amor de JESÚS.
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