Al reunirnos los fieles cristianos en este día tan singular del Viernes Santo la centralidad la ocupa la CRUZ, la adoración de la Cruz. La liturgia de este día tiene tres partes. 1ª La Liturgia de la Palabra de DIOS, incluida la lectura de la Pasión del Señor según el evangelista S. Juan. 2ª La adoración de la Cruz. 3ª La Comunión.
Las lecturas bíblicas indican que se mirará a aquel a quien traspasaron por nuestros pecados; experimentó en su carne la obediencia y se convirtió en causa de nuestra salvación eterna para todos aquellos que le sigan en obediencia como Él al Padre.
¡Qué crueldad! ¡Qué injusticia la condena de JESÚS! El lo sufre todo en silencio sin abrir la boca, sin quejarse y todo por cargar con nuestros delitos para ser nuestra reconciliación con el Padre, pues para eso lo envia DIOS PADRE. En Él está NUESTRA SALVACIÓN. No tenemos, ni el Padre, puso otro salvador que su Hijo hecho hombre: JESÚS DE NAZARET.
Del mismo modo que Moisés elevó una serpiente de bronce en un estandarte, y los mordidos por las serpientes , si miraban a la serpiente del estandarte, no morían, sino que sanaban, así cuando somos mordidos por el pecado, mirando a CRISTO clavado en la Cruz seremos salvados por Él.
Del mismo modo que del árbol del paraiso nació la muerte y todos los males, así del árbol de la Cruz, con CRISTO crucificado, nace la vida, la salvación. Del Crucificado nacen los sacramentos que nos hacen nacer y crecer en la vida de la gracia. Miremos hoy y siempre a la cruz con el Crucificado y llegaremos a vencer la desesperación, el hundimiento, la tristeza, las depresiones, en las diversas circunstancias. Nos va animar a vencer al mal. CRISTO ha vencido al mal del pecado y de la muerte entregándose a la muerte y muerte de Cruz. ¡ HA RESUCITADO! Ahí está la victoria del bien sobre el mal, la victoria final es tuya por CRISTO. Mirando a CRISTO crucifiicado nos lleva a pensar en la finalidad del dolor en nuestras vidas, tiene sentido desde la Cruz de CRISTO. ¡Qué dingindad ser asociados a la pasión del Señor para purificarnos y colaborar con JESÚS en la salvación y redención del mundo! No tegáis miedo: CRISTO ha vencido al mundo. Se apóstol del Crucificado, de su amor hasta la muerte de Cruz. Acompañemos al Señor hasta el final de nuestras vidas en la Cruz como María, Juan y algunas mujeres. Esa entrega de JESÚS en la Cruz y su resurrección es la Eucaristía de cada domingo, día del Señor. Asiste, participa,vive la MISA
Virgen María, Madre de DIOS y madre nuestra ayúdanos a estar, como tú, viviendo la pasión del Señor por nosotros y por el mundo.
Las lecturas bíblicas indican que se mirará a aquel a quien traspasaron por nuestros pecados; experimentó en su carne la obediencia y se convirtió en causa de nuestra salvación eterna para todos aquellos que le sigan en obediencia como Él al Padre.
¡Qué crueldad! ¡Qué injusticia la condena de JESÚS! El lo sufre todo en silencio sin abrir la boca, sin quejarse y todo por cargar con nuestros delitos para ser nuestra reconciliación con el Padre, pues para eso lo envia DIOS PADRE. En Él está NUESTRA SALVACIÓN. No tenemos, ni el Padre, puso otro salvador que su Hijo hecho hombre: JESÚS DE NAZARET.
Del mismo modo que Moisés elevó una serpiente de bronce en un estandarte, y los mordidos por las serpientes , si miraban a la serpiente del estandarte, no morían, sino que sanaban, así cuando somos mordidos por el pecado, mirando a CRISTO clavado en la Cruz seremos salvados por Él.
Del mismo modo que del árbol del paraiso nació la muerte y todos los males, así del árbol de la Cruz, con CRISTO crucificado, nace la vida, la salvación. Del Crucificado nacen los sacramentos que nos hacen nacer y crecer en la vida de la gracia. Miremos hoy y siempre a la cruz con el Crucificado y llegaremos a vencer la desesperación, el hundimiento, la tristeza, las depresiones, en las diversas circunstancias. Nos va animar a vencer al mal. CRISTO ha vencido al mal del pecado y de la muerte entregándose a la muerte y muerte de Cruz. ¡ HA RESUCITADO! Ahí está la victoria del bien sobre el mal, la victoria final es tuya por CRISTO. Mirando a CRISTO crucifiicado nos lleva a pensar en la finalidad del dolor en nuestras vidas, tiene sentido desde la Cruz de CRISTO. ¡Qué dingindad ser asociados a la pasión del Señor para purificarnos y colaborar con JESÚS en la salvación y redención del mundo! No tegáis miedo: CRISTO ha vencido al mundo. Se apóstol del Crucificado, de su amor hasta la muerte de Cruz. Acompañemos al Señor hasta el final de nuestras vidas en la Cruz como María, Juan y algunas mujeres. Esa entrega de JESÚS en la Cruz y su resurrección es la Eucaristía de cada domingo, día del Señor. Asiste, participa,vive la MISA
Virgen María, Madre de DIOS y madre nuestra ayúdanos a estar, como tú, viviendo la pasión del Señor por nosotros y por el mundo.
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