INMACULADA. 2.011

Nos disponemos a celebrar la gran fiesta de la Inmaculada Concepción. Gran fiesta del Adviento, de la mejor preparada para recibir al Señor que viene a salvarnos. Es cierto que DIOS la preparó para que fuese digna morada de su Hijo al hacerse hombre para salvarnos, pero también no es menos cierto de que Ella colaboró dignamente con la gracia de DIOS. Lo s méritos que iba a conseguir JESÚS los anticipa DIOS a Ella para que no caiga, mientras que a nosotros se nos aplican despues de caidos por medio de los sacramentos. Ella es la concebida sin mácula. El primer sagrario viviente. El modelo de preparación para recibir y tener a JESÚS consigo. María es la discípula perfecta que vive las enseñanzas de la Palabra de DIOS. La que siempre estuvo en paz consigo misma, con DIOS y con los demás. Ella ha sido la modelo y maestra de oración y de escucha del Señor. Ella fue la llena de gracia desde el primer instante de su vida. La que estuvo atenta a la Palabra de DIOS y a las necesidades de los demás y sigue hoy desempeñando esta amorosa misión con nosotros sus hijos. Ella no ha contraido el pecado original, preservada por DIOS para que la naturaleza humana que tomara su Hijo no hubiera ninguna contaminación. El Señor quiso y lo pudo y lo hizo.
Mientras en la Palabra de DIOS (1ª lec.) en el paraiso andan con disculpas y acusaciones de unos a otros, María proclama las maravillas que DIOS hizo en Ella porque ha mirado la humildad de su esclava.
Qué bien nos viene esta fiesta en el Adviento para fijarnos más en María cómo debemos prepararnos para recibir al Señor que viene a salvarnos. María supo esperar con fe y amor de que lo que DIOS ha prometido lo cumple.
Este dogma lo definió el Papa Pio IX en 1854, lo cual ya era creido en el pueblo cristiano y lo celebraba con gozo. María la llena de gracia, la toda santa desde el primer instante de su concepción. María es ejemplo de hacer la voluntad de DIOS, pues después de la Anunciación de Gabriel, María responde:"He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra". Invoquemos a María, miremos a María y que nos acompañe en la preparación para recibir al Señor que viene a salvarnos.