No me perdonaría el no haber puesto unas lineas a la solemnidad de María Asunta al cielo. Es una fiesta de gran esperanza para los creyentes. Pues lo que Ella fue somos nosotros, lo que Ella es seremos nosotros. Ella es plenamente redimida y glorificada. Ella fue la jóven elegida para ser la Madre de su Hijo para que, al hacerse hombre, no contrajera ninguna mancha, pues venía a redimirnos del pecado y de la muerte y, así no podía consentir, que de quien iba a tomar la naturaleza humana por obra del Espíritu Santo, tuviera ni aún el pecado original, anticipando los méritos de su redención a la concepción de María (Inmaculada). Se puede decir que los méritos de la redención de Jesucristo se anticiparon a María para que no cayera en el pecado y a nosotros se nos aplican después de caer para levantarnos y purificarnos del pecado.
María es plenamente redimida porque está en cuerpo y alma en el cielo, mientras que nosotros, al fallecer, nuestra alma va a la presencia de DIOS si estamos en gracia y, nuestro cuerpo se unirá al alma, en la resurrección universal. Jesús vino a salvar a la persona: alma y cuerpo y, cuando resucitemos, estaremos plenamente redimidos y también glorificados como María viendo y contemplando al Señor, que es nuestra felicidad eterna.
Fiesta, por tanto, de esperanza y de alegría. Lo que nos espera y a lo que estamos llamados es a la plena beatitud en presencia de DIOS. Hagamos todo el bien que podamos mientras peregrinamos aquí y luego a gozar. Mira María, invoca a MARÍA, imita a María, sigue a María.
María es plenamente redimida porque está en cuerpo y alma en el cielo, mientras que nosotros, al fallecer, nuestra alma va a la presencia de DIOS si estamos en gracia y, nuestro cuerpo se unirá al alma, en la resurrección universal. Jesús vino a salvar a la persona: alma y cuerpo y, cuando resucitemos, estaremos plenamente redimidos y también glorificados como María viendo y contemplando al Señor, que es nuestra felicidad eterna.
Fiesta, por tanto, de esperanza y de alegría. Lo que nos espera y a lo que estamos llamados es a la plena beatitud en presencia de DIOS. Hagamos todo el bien que podamos mientras peregrinamos aquí y luego a gozar. Mira María, invoca a MARÍA, imita a María, sigue a María.
Es un verdadero placer pasear por este blog. Lo felicito!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Mercedes