viernes, 3 de noviembre de 2023

DOMINGO 5 DE NOVIEMBRE DEL 2023. XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO: DICEN Y NO HACEN.


 En este domingo, Jesús es el que hace las preguntas a los fariseos y sumos sacerdotes, escribas, que siempre la han seguido para ver si lo cogían en algo y acusarlo, pero no han podido porque Jesús pasó haciendo el bien y todo lo hizo bien.

 Jesús emite un juicio duro contra ellos por su hipocresía. Pero sobre todo lo que hace Jesús es una advertencia para sus discípulos, para los que queramos ser sus amigos: la comunidad cristiana, la Iglesia.

En la primera parte Jesús no quita autoridad a los líderes, sino a sus obras: porque son inflexibles con los demás, su flexibilidad consigo mismos, su deseo de ser alabados publicamente, no sirven a nadie y cargan duros pesos sobre los demás. y por otro lado nos advierte a nosotros  que seamos claros, que seamos competidores de puestos, de honores, no hacer carreras en el escalafón; al contrario: la Iglesia debe servir a la humanidad dando a conocer el camino de la vida, de la verdad y de la salvación ofrecida por Cristo.

 Hoy Jesús nos da estos consejos para que nos parezcamos cada día más a él, que no nos alejemos del camino de Cristo, del camino del testimonio, de la pureza de costumbres, de tener compromiso serio de vivir y seguir a Cristo, debemos de salir lo antes posible de las " medias tintas" de nuestro egoísmo, de nuestra negligencia y de nuestros miedos a este mundo. Apliquemos las críticas de Jesús a los fariseos para evitar caer en los mismos defectos de ellos, que aparentaban ser una cosa y eran otra muy distinta. Seamos claros y que no haya dicotomía en nuestra vida.

 El término fariseo ha pasado a ser  sinónimo de falso,  de no transparentar la verdad porque una cosa es lo que dicen y otra lo que hacen.

 Jesús propone a los suyos comportamientos nuevos, donde el ser y el decir sea una misma cosa, que amemos, ayudemos, acojamos, empaticemos con los demás para que viendo las buenas obras deseen ser discípulos del SERVIDOR DEL PADRE Y DEL MUNDO: CRISTO JESÚS.Jesús nunca pensó en si mismo, sino en la gloria del PADRE, QUE LE ENVIÓ PARA SALVAR AL MUNDO Y EN NOSOTROS PARA RECONCILIARNOS CON EL PADRE. Seamos sinceros y leales en la presencia de Dios y del mundo. 

Santa María, Madre de Dios y nuestra, intercede por nosotros para que seamos vivos reflejos de tu hijo JESÚS Y DEMOS TESTIMONIO ANTE EL MUNDO DE CRISTO.

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