La fe es la primera virtud que se nos confiere en el Bautismo, junto con la esperanza y la caridad, virtudes teologales-llamadas así- porque tienen referencia en todo a Dios: son regalo de Dios, nos llevan a Dios, nos ayudan a vivir de Dios, en Dios y para Dios.
La fe es una virtud necesaria para comenzar a caminar hacia Dios, para vivir en Dios.; La define el Concilio de Trento: " LA FE ES LA RAÍZ, PRINCIPIO Y FUNDAMENTO DE LA VIDA CRISTIANA. Sin la fe es imposible avanzar hacia Dios, pues si no creo en Dios¿ cómo puedo caminar avanzar hacia Él? Para caminar, amar, esperar en alguién es necesario si o si creer que existe, que me fío, de le espero alcanzar, gozar de su presencia, de amarlo y escucharlo, tratarlo, conocerlo, amarlo, seguirlo, darlo a conocer,... Que como dice el Sínodo de la Iglesia: PARTICIPACIÓN, COMUNIÓN, MISIÓN.
La verdad es que los Doce rezan o piden a Cristo:" Señor, aumenta nuestra fe". No se trata de pensar que son unos incrédulos, sino que quieren que CRISTO LES CONSOLIDE Y FORTALEZCA SU FE. La fe nos viene como regalo de Dios, un don de Dios, es también una respuesta al DIOS QUEME HABLA, SE ME REVELA Y YO LE ESCUCHO Y LE RESPONDO ACEPTANDO SU MENSAJE.
En la fe debemos llegar a una convicción de lo que escuchamos a DIOS QUE ME HABLA , PUES TAMBIÉN SE DEFINE LA FE COMO EN HEB.1:11ss:" la fe es seguridad de lo que esperamos y certeza de lo que no vemos,... Si somos amigos y discípulos de Jesús, debemos agradecer al Señor esa gracia, agradecer a Dios ese regalo de la fe y no vanagloriarnos, sino de ser creyentes humildes y fieles.
Los discípulos nos enseñan hoy de que se ven con poca fe, y piden al Señor que les aumente la fe en Él que se fien más, que le tengan siempre fidelidad, que les ayude a adherirse más a ÉL Y A SU MENSAJE DE SALVACIÓN.. ¡Ojalá, aprendamos con humildad a pedir a Jesús que nos aumente la fe.
LA FE, NUESTRA FE, COMO RESPUESTA AL MENSAJE DE DIOS, SE NUTRE EN LA ORACIÓN EN LA EUCARISTÍA, EN LAS CELEBRACIONES DE LA COMUNIDAD O FAMILIA DE LA FE. La fe no se vive ni se celebra solo y sola, se debilita.
Los apóstoles esa fe que ellos vivían y pidieron a Jesús que se la aumentara, la han transmitido con sus palabras que vivieron, oyeron tocaron a Jesús después de resucitado, que dieron sus vidas, derramaron su sangre por CRISTO.
La vida de fe y la vida ordinaria de cada día debe marchar unida, no debe haber dicotomía. ES DECIR LA VIDA DEBE RESPONDER A LA FE QUE TENEMOS . Alimentemos la fe con oración, con los sacramentos de la confesión y la Eucaristía. La Sagrada Escritura es fuente de fe para los que la meditamos cada día. la conversamos con otros hermanos en conversaciones espirituales.
Santa MARÍA, Madre de Dios y nuestra, Madre de los creyentes, intercede por nuestra fe en JESÚS VIVO Y RESUCITADO.
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