Se reune para instituir la Eucaristía, el resúmen de loa sabía le iba suceder en las horas siguientes y para perpetuarse con nosotros presencialmente instituye la EUCARISTÍA: MUERTRE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS PARA REDIMIRNOS. "Jueves de los Misterios".LA IGLESIA CATÓLICA, LA IGLESIA DE JESÚS, LA IGLESIA APOSTÓLICA, ES CONVOCADA PARA CELEBRAR LA CENA PAASCUAL DE JESÚS , cuando se iba a entregar en horas a la muerte para pagar por nuestros pecados, pues la Sangre Santísima de Jesús es el pago a la justicia divina para reconciliarnos y rescatarnos del pecado y de la muerte eterna. Pues su muerte y resurrección el MISTERIO PASCUAL: MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESÚS, ES LA MISA Y AQUIE ESTÁ EL COMPENDIO DE LA REDENCIÓN. Pues S. Pedro nos dice que " hemos sido rescatados no con oro, plata o piedras preciosas, sino con la Sangre de cristo". Sacramento, alimento, vida, sacrificio nuevo y eterno, banquete eterno de amor .
Jesús se reúne para celebrar la Pascua hebrea, cuando fueron liberados de la esclavitud en Egipto y debían recordarlo las maravillas que Dios hizo a su pueblo y, Jesús se reúne con los suyos para celebrarla y de aquí nace la PASCUA CRISTIANA; PUES PASCUA HEBREA SIGNIFICA PASOD E LA ESCLAVITUD A LA LIBERTAD, Y PASCUA CRISTIANA PASO DE LA MUERTE A LA VIDA POR LA RESURRECCIÓN DE JESÚS. Esta es nuestra fiesta y fundamento de los domingos y demás celebraciones del año litúrgico y Jesús quiso que se prolongue a través de la misa, sacrificio que se prolonga en los tiempos sin fin, siendo el mismo y único sacrificio de Jesús.
Nosotros ofrecemos del fruto de la tierra y de la vid: pan y vino que nos lo devuelve convertido en su CUERPO Y SU SANGRE. Y AL COMULGAR ANUNCIAMOS SU MUERTE Y RESURRECCIÓN HASTA QUE VUELVA. ES un único y mismo sacrificio de Jesús en la ÚLTIMA CENA. Pan y vino del sacrificio del amor que nos transforma, que nos eleva, diviniza, nos anticipa el banquete del Reino. En cada misa hacemos lo que nos mandó quiere Jesús se haga y lo mismo que Él hizo, lo que contiene, lo que realmente es SU CUERPO Y SU SANGRE SACRIFICIO, es su presencia real como está a la derecha del Padre lleno de gloria y dignidad de HIJO DE DIOS.
Ante la Eucaristía debemos de prepararnos con fe: SABIENDO A QUIEN RECIBIMOS: RECIBIMOS A JESÚS.
Cómo debemos recibirlo: en gracia de Dios, pues no recibimos un trozo de pan ordinario, sino al mismo HIJO DE DIOS. LA CONFESIÓN BIEN HECHA NOS DISPONE PARA RECIBIRLO BIEN. NO CAIGAMOS EN LA TENTACIÓN DEL " MENTIROSO" QUE CUANDO ME APETECE COMULGO. ¡ NO!. TENGAMOS FE Y EN CUENTA LO QUE NOS DICE JESÚS. Nunca somos dignos de Dios; solo Dios es digno de si mismo. Santa MARÍA, Madre de Dios y nuestra, intercede para que recibamos bien siempre a Jesús.
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