sábado, 10 de agosto de 2019

DOMINGO 19 T.O. 2019. SEGUNDA VENIDA DE JESÚS.

 Jesús sigue subiendo a Jerusalén y por el camino hacia su meta- de muerte y resurrección- desgrana enseñanzas del Reino de Dios para los que quieran formar parte de ese Reino. Para esto vino y fue enviado por el Padre para ensenárnoslo y volverá de nuevo, pero con plenitud de gracia y de gloria, triunfanhte y glorioso acompañado de sus ángeles y santos. ¿ Formaremos nosotros parte de ese reino y de  la compañia de los suyos, de los que le han recibido, le hemos acogido y dado a conocer a los demás. Somos como dice Jesús en el Evangelio ese " pequeño rebaño" y que " no debemos temer". Sabe que somos muy frágiles y que necesitamos su apoyo total, Dios está siempre con los suyos y ha establecido su herencia para nosotros si nos esforzamos por vivir esa comunión con Él, este ha de ser nuestro tesoro y poner todo empeño por no en los bienes de la tierra, sino en los del cielo.
 Jesús ha realizado su redención, y en su ausencia no nos faltará su ayuda y mientras lo esperamos con fe y con gozo ante la incierta en el tiempo de su venida segunda.
 Descubramos en este camino nuestro destino y misión, asimilara asumir el seguimiento de Jesús. Para esto se celebra la Eucaristía cada día y-SOBRE TODO, CADA DOMINGO- pues con su Palabra y su Cuerpo y Sangre nos alimenta y fortalece para alcanzar la meta.
 Para esto nos deja un mensaje central: VIGILANCIA, ESTAR PREVENIDOS, PREPARADOS, APROVECHAR BIEN EL TIEMPO PRESENTE, DESPRENDIDOS, SIENDO SEÑORES DE TODO NO ESCLAVOS,...
 La Eucaristía nos da paz, fuerza, fe esperanza, seguridad para ir al encuentro del Señor. Trabajemos por estar siempre preparados, dispuestos para que apenas venga y llame se le abra.... Pero nos puede suceder que mientras viene el Señor nos durmamos, seamos perezosos, distraídos, indiferentes, descreídos y... aunque venga la Palabra de Dios  y nos ofrece creer, esperar, amar, hacer el bien, llenarnos de Dios, ofrecernos lago que hacer siempre:misionar,  llenarnos de buenas obras, nos puede coger dormidos, desprevenidos indiferentes,... Señor despiértanos y ayúdanos a poner manos en el arado sin mirar atrás y seguir tus huellas y alcanzar la meta divina de contemplar y disfrutar de tu gloria. Santa María, Madre de Dios ayúdanos a vivir siempre despiertos para lasa cosas de Dios.

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