martes, 20 de agosto de 2019

DOMINGO 21 DEL T.O. DEL 2019. LA PUERTA ESTRECHA.

En este domingo XXI del Tiempo Ordinario Jesús nos exhorta a seguir sus huellas para alcanzar la salvación. LO MÁS IMPORTANTE de nuestra vida es SALVARNOS, LLEGAR A LA META  QUE DIOS NOS TIENE  DESTINADO y que con la gracia de Dios y nuestra colaboración; no con comida a la carta, escoger lo que me gusta, me viene bien y dejar lo que no me gusta, no, debemos comer el menú del día cada día. Saber estar a las " maduras y a las duras" como Jesús que cargó con la cruz que el Padre le puso sobre sus hombros, cargados con los pecados de toda la humanidad y, también, nos dice a nosotros:" Cargad con la cruz de cada día si queréis ser mis discípulos". "Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad". Dios Padre para esto ha enviado al mundo para salvar al mundo, para salvar lo que estaba perdido". No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos" y " no he venido a buscar a los justos, sino a los pecadores". Hoy debemos tomarnos en serio este tema: NUESTRA SALVACIÓN. Es lo más importante en nuestra vida presente, para eso estamos aquí para -unidos a Cristo y por Cristo alabar, bendecir, glorificar al Padre y, mediante esto, salvarnos por la misericordia y amor de Dios. Colaboremos con la gracia de Dios que quiere salvarnos. Déjate salvar, colabora con la voluntad de Dios que te está salvando. No lo dejes para mañana; colabora ya y ahora conforme a tu estado. Sed santos porque el Señor, nuestro Dios, es santo"
 Jesús ha tomado la decisión firme, sería, serena de "subir a Jerusalén" porque en Jerusalén entregara su vida para salvarnos, para pagar por nosotros, por nuestros pecados, pues como dice S. Pedro: " No hemos sido rescatados con oro, plata o piedras preciosas, sino con la Sangre del Cordero de Dios, el Cordero que quita el pecado del mundo.
 Ante la pregunta de  aquel que se la hace: ¿ Son pocos los que se salvan? Jesús no responde directamente, no es importante saber cuántos se salvan, sino es más importante :saber el camino de la salvación y, sobre esto recordemos lo que nos dice Jesús:" yo soy el Camino,la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino es por mi". Jesús va camino de Jerusalén, camino de cruz, de esfuerzo, de humillación, de entrega, de amor, de puerta estrecha,... y muchos desearán entrar por  ella y no podrán" Jesús nos previene,... Dios no castiga a nadie, solo somos nosotros los que no queremos salvarnos porque nos gusta hacer lo que nos venga en gana agrade o no a Dios, sea conforme con la voluntad de Dios o no,  me importo yo y nada más que yo. ¡ Cuánto necesitamos vencer nuestro egoísmo! No nos negamos  nada en lo referente a nuestro cuerpo y sin embrago privamos al espíritu de tanto como se le debería darle y que nos lleva a la salvación. Estamos a tiempo. Nos vamos a poner en camino de salvación ya que formamos parte del pueblo de Dios, la Iglesia, que debemos estar en gracia de Dios, vivir la fe auténtica, el amor con ardor y limpieza,....sigamos las huellas de Cristo. Santa María, Madre de Dios intercede por nosotros para salvarnos.

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