En este último domingo del Tiempo Ordinario -que forma parte de la primera tanda de domingos desde Navidad hasta el comienzo de Cuaresma.Pasas la Cuaresma y la Pascua y solemnidades de LA santísima Trinidad, Pentecostés, Corpus, volveremos a retomar los domingos del Tiempo Ordinario hasta finales de noviembre. Seguimos en la llanura del Monte de las Bienaventuranzas, donde Cristo nos invita a ser felices con su felicidad, duradera, auténtica, gozosa,... y no con la felicidad del mundo que dura muy poco y deja mal a los que siguen al mundo... Viene después el consejo del amor, amor a Dios, a los hermanos, a los amigos y enemigos, perseguidores, calumniadores, nos hacen daño, mal,... viene hoy la tercera parte de los que tenemos la vocación de ser guías de otros que quieren conocer a Cristo para amarlo y seguirlo, para evangelizar. Nos da características de las cualidades que deben tener los que sean elegidos para ser guías de los demás hacia Cristo. No se puede ser ciego, pues "si es ciego y guía a otro ciego ambos caerán en el hoyo,acaban mal." Debemos curar antes nuestra ceguera".
Mal podemos ver el ser guías de otros y corregirles, en sus defectos si nosotros estamos ciegos, tenemos los ojos con tapados con una viga y queremos quitar una arenilla en el otro. Debemos primero quitar la viga en nuestro ojo, para poder ver y luego ayudar a quitar la brizna en el ojo ajeno.
Otra virtud que nos propone el Evangelio es el de ser humildes y no caer en la hipocresía, pues cuántas veces nos hace la llamada a ser humildes y empezar por uno mismo a corregirse antes de querer corregir a los otros, de ser humildes como Jesús, María,... ser humildes como discípulos de Cristo. Loa cristianos somos discípulos de Cristo, no suplantamos a Cristo, sino que aprendemos de Cristo que nos da su ejemplo, su gracia, su vida, su luz, nos guía con su vida y entrega hasta la cruz. Jesús nunca terminamos de aprender de Ti, porque nunca terminamos de conocerte, de seguirte, de amarte, de darte a conocer, de evangelizar......
También nos dice que "un árbol bueno no puede dar fruto malo y un árbol malo no puede dar fruto bueno". Jesús también nos dice a este respecto que debemos de ser auténticos, que debemos mirar a nuestro interior, nos llama a vivir en profundidad y sinceridad de corazón la comunión con Cristo; solo cuando estamos unidos al Señor, vivimos su vida es cuando estamos dando gloria a Dios, alabando al Señor, adorando a Dios y agradeciendo al Señor tanto bien como hemos recibido y estamos recibiendo de Él.
Par vivir el seguimiento de Cristo no debemos de conformarnos con cumplir la ley, sino de vivir el amor y la entrega a Cristo como Él se entrega al PADRE.
¿ De dónde sacamos fuerzas, energía para todo lo anterior?. De la Eucaristía. Tenemos al alcance de la mano todo en la Misa, en la EUCARISTÍA, celebramos la Victoria de Cristo, nuestra victoria de la salvación. Mira sobre ¿ Qué frutos das en tu vida? No estás solo/a, tenemos al Señor en y con nosotros, lo tenemos en nuestros altares. Acudamos a nuestras Eucaristías, a la misa . Santa María, intercede por nosotros.
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