La multitud que sigue al Señor no se acuerda ni de comer por escuchar esas palabras de vida que salen de la boca de Jesús. Jesús y hace el milagro de la multiplicación de los panes y peces( 5 panes y 2 peces) , se sacian todos y sobran 12 cestos. Jesús eleva los ojos al cielo, pronuncia la bendición y recibe la gente comida suficiente para saciar el hambre. Es como un adelanto de la FUTURA EUCARISTÍA, elemento central de nuestra fe y de la vida de la Iglesia; eran muchos y todos recibieron el alimento necesario para saciarse y todos podemos recibir el alimento que nos lleva a la vida eterna, esa vida eterna, ese Pan bajado del cielo, el verdadero Pan del cielo que nos da el Padre Dios. Juan cuando reparte el pan y pescado esta hablando y pensando, fracción del Pan, pascua de los que creemos en Jesús y que lo actualiza Jesús en la última Cena con los Doce, cuando toma el pan, lo parte y se lo da diciendo:"Tomad y comed; Tomad y bebed" Realidad de la última Cena y anticipo de la "PASIÓN, MUERTE, RESURRECCIÓN Y ASCENSIÓN DEL SEÑOR".
"Jesús bendice, los parte, se los da..." Maravilloso ejemplo e inicio de lo que debemos hacer sus discípulos: bendecir la mesa, dar gracias después de la comida. La bendición y la acción de gracias no deben faltar en nuestros hogares cristianos. que la aprendan los hijos, sembrar ambiente de religiosidad en el hogar, saber darles explicación de lo que se hace en el hogar y en la mesa. Todo lo que Jesús hizo lo explica luego en la sinagoga de Cafarnaún y afirma: " que Él mismo es ese Pan que da la vida: CRISTO JESÚS. S. Agustin nos recuerda" ¿ Quién, sino Cristo, es el pan del cielo, el pan que nos da y envía nuestro Padre Dios, y para que el hombre pudiera comer el pan de los ángeles , el Señor de los ángeles se hizo hombre".
Cuando las gentes ven el signo de Jesús, se dan cuenta de Jesús es ese Mesías que esperaban. Lo mismo que aquellas gentes acudían a Jesús, también nosotros acudimos cada domingo, cada día, fatigados de los trabajos de cada día, con hambre y sed de Dios acudimos a la Eucaristía para que el Señor nos alimente, sacie,, transforme,...
Pedimos al Señor en cada Misa que nos alimente y sepamos descubrir el sentido de LA PRESENCIA REAL Y VERDADERA DE JESÚS EN LA EUCARISTÍA, ALIMENTO del Cuerpo y Sangre de Cristo participando en gracia de Dios y recibiendo al Señor cómo se debe recibir con fe, en gracia de Dios, guardando el ayuno eucarístico. Recordemos que el alimento eucarístico el que se transforma en nosotros, sino que somos nosotros los que nos transformamos en Él de una manera misteriosa y por la gracia de Dios. Recibamos a Jesús en gracia de Dios siempre. Santa María, Madre de Dios y nuestra intercede por nosotros para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario