martes, 11 de abril de 2017

VIERNES SANTO. 2017. AMOR HASTA LA MUERTE DE CRUZ.

En el Viernes Santo cuando contemplamos la Pasión de Jesús relatada por juan nos lleva a una contemplación sobre los dolores, sufrimientos, vividos por Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios para redimirnos, para salvarnos conforme a la misión que Dios Padre le encomendó; nos relata Juan una meditación sosegada, profunda, de quedarse sin respiración, en suspenso, en silencio para contemplar lo que el Hijo de Dios sufrió por mis pecados, todo un recorrido desde la salida del CENÁCULO, HUERTO DE LOS OLIVOS, ORACIÓN, SOLO PORQUE LOS TRES: Pedro,Santiago y el propio Juan  duermen y no son capaces de velar una hora con Jesús, como Judas viene con soldades y contraseñas para venderlo, prenderlo, y llevarlo a un juicio injusto, risotadas, coronación de espinas, azotes a la columna, cargar con la cruz, caidas, clavado, levantado en alto, descenso de la cruz y entierro,.. Y RESURRECCIÓN.
Puede ya decir Jesús al Padre que todo está cumplido, se hizo todo lo previsto por el Padre para redimirnos.La hora del Padre ha llegado cuando tenía que llegar y no cuando lo quisieron los hombres, sino el Padre. Jesús ha cargado con nuestras debilidades, con nuestros pecados, para eso tomó cuerpo, carne, exactamente igual a nosotros menos en el pecado.
 El sacrificio de Jesús en la cruz es un único sacrificio que no hace falta repetirlo, sino que una sola vez y para siempre para redimirnos, par perdonarnos ante el Padre.. Pues el sacrificio  del CALVARIO SE CONTINÚA EN LA MISA, PUES ES LA MUERTE Y RESURRECCION DE JESÚS QUE CONTINÚA EN LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS EN LA ENTREGA POR NOSOTROS. PARTICIPEMOS EN LA MISA CADA DÍA SI PODEMOS ES LO MEJOR QUE NOS PUEDE SUCEDER. Es actualizar y vivir la misma pasión y resurrección de Cristo.
 Ante esta página del Evangelio y vida de Jesús no nos cabe otra actitud que Gratitud por su amor y entrega y pago por mis pecados; meditar la gravedad de los pecados que le hemos costado tanto al Señor, y mirar el amor de Dios que nos redime y salva por amor y nada más que por amor;sentir dolor de mis pecados porque he causado tanto dolor al Señor. Estemos como María en la compañía de Jesús
 en todos los momentos; en su infancia, adolescencia, juventud, vida pública, pasión, muerte, resurrección y ascensión al cielo.
 Imitemos  al Señor en el sufrimiento de cada día; en saber llevar la cruz de cada día con alegría y amor. Santa María, Madre Dolorosa intercede por nosotros para que sepamos  estar como tu con Jesús



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