DOMINGO SEGUNDO DE PASCUA 2016: DOMINGO DE LA MISERICORDIA.

 En este segundo domingo de Pascua siempre contemplamos la aparición de Jesús-estando ya Tomás con los demás apóstoles-  se presenta Jesús los saluda como siempre con el saludo de la paz y luego dice " Recibid el Espíritu Santo. A quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos" Instituye el sacramento de la Penitencia, de la confesión, de la reconciliación.
 S. Juan Pablo II, al canonizar a Santa Faustina Kwalska-religiosa que dedicó su corta vida a la meditación de este evangelio y divulgó el amor, la misericordia de Dios- y el papa lo hizo extensivo a toda la Iglesia para que todos los fieles nos aprovechemos, experimentemos y vivamos la misericordia de Dios: El mismo Papa escribió la encíclica:" Dives in misericordia" y, actualmente el papa Francisco promovió el Jubileo del AÑO DE LA MISERICORDIA, como un año de gracia de Dios, de fuente de perdón, de amor de Dios hacia nosotros sus hijos, además es fuente de ese perdón, misericordia, abrazo y perdón de Dios a sus hijos que pecamos porque somos frágiles y sabe de qué materia estamos hechos. Estamos heridos y cura nuestras heridas con este sacramento de misericordia y perdón de nuestros pecados. Aprovechemos este año para confesar con frecuencia. Pues cuanto más nos acercamos al fuego más sentimos el calor y menos el frío; cuanto más nos aceramos a la luz, más claridad tenemos y vemos mejor, y se descubren el polvo, la suciedad, pues cuanto mas nos acercamos a Dios más vemos la santidad, la gloria de Dios y más nos vemos manchados por nuestros pecados y más nos reconocemos pecadores, necesitados de su misericordia y de purificarnos de nuestras faltas. Vivamos la alegría de nuestra conversión y del encuentro con el perdón de Dios y la purificación de nuestras faltas. Seamos apóstoles de la Confesión,
 También en esa aparición se dirige Jesús, de modo directo y particular a Tomás- que no estuvo en la primera aparición y no creía a los demás apóstoles de que habían visto al Señor resucitado, pues dijo sino veo sus llagas,... no creo. pues le dice:"Tomás, trae tu dedo y mételo en mis llagas, y trae tu mano y métela en mi costado,.. y no seas incrédulo, sino creyente" Y Tomás vió y creyó, cayo de rodillas y dijo:"señor mío y Dios mío". Hoy que estamos expuestos a tantas dificultades debemos afirmar más nuestra fe en el CRUCIFICADO-RESUCITADO para poder superar tantas dificultades, amenazas, violencias, guerras, persecuciones, a nivel personal y de sociedad. También a nosotros nos saluda con el saludo de la paz, pues sabe el Señor que la necesitamos y también el mundo la necesita, y debemos orar por la paz en el mundo. Para todo esto nos da el Espíritu Santo para ser fuertes, valientes, para superar la indiferencia global, para ser apóstoles del Resucitado.
 Oremos por la paz en nosotros y entre nosotros, por la paz en el mundo, para que nuestro corazón se abra al amor y misericordia de Dios y vivamos una vida nueva de resucitados, mirando hacia adelante y no hacia atrás, por delante está la alegría, el gozo, la presencia de Dios, la salvación, la felicidad.
 Vivamos ya desde ahora la vida nueva de la Pascua. Vivamos el Aleluya pascual actual. Santa María, madre de Dios nuestra, intercede por nuestra fe y convicción en la resurrección de Jesús.