miércoles, 26 de noviembre de 2014

DOMINGO 1º DE ADVIENTO. LA ESPERANZA.

 Empezamos un nuevo año cristiano, litúrgico en el cual tendremos como maestro y guía hacia el conocimiento de Jesús al evangelista S. Marcos. Este Evangelio es el más corto, por eso cuando lleguen los meses de verano usaremos parte del Evangelio de S.Juan- sobre todo el capitulo 6º.
 Ya desde el comienzo-la Iglesia nos propone estar alerta, vigilante porque no sabemos ni el día ni la hora a la que vendrá el Señor, por lo que debemos de estar siempre preparados. Viviremos la esperanza.
 La esperanza cristiana es una virtud teologal que Dios nos regala en el Bautismo-como la fe y la caridad- y que miran directamente a Dios, a sus planes y a los hermanos para vivirlas.. La esperanza es la confianza que tengo de alcanzar la meta de Dios por su gracia y mi colaboración a esa gracia de Dios. La meta de Dios, pues no podemos alcanzarla por nuestras solas fuerzas, no, porque es muy superior el empeño que nuestras fuerzas-las cosas de Dios no es cosa de fuerza humana, sino de la gracia de Dios y de nuestra aceptación y colaboración a esa gracia, a esa ayuda de Dios, que Dios nos presta para conseguir la meta.¿ Cuál es esa meta? la vida eterna, la salvación, la visión de Dios, la posesión de Dios por toda la eternidad.
 La esperanza podemos entenderla de un modo pasivo: cuando nosotros esperamos alcanzar el objetivo sin movernos, sin hacer nada. Ejemplo : yo me quedo quieto en un lugar porque por allí va a pasar el tren o el bus y es allí donde le llegará el tren o el bus( esperanza pasiva( no hago nada); y la esperanza activa es aquella que el que la tiene y cultiva se mueve para conseguir lo que anhela, lo que desea alcanzar, poseer y camina hacia esa meta propuesta, es la esperanza activa,
 También podemos  ayudar a la reflexión con esta idea: cuando nosotros creemos que vamos alcanzar la meta por nuestras propias fuerzas se llama presunción- es del todo humanamente imposible alcanzar meta tan alta-.ver, poseer a Dios- con nuestras solas fuerzas; o, por el contrario, los que se desmoronan porque ven que no pueden por si solos alcanzar esa meta( desesperación); tampoco es virtud e la esperanza confiar en que lo voy a conseguir por solas las gracias de Dios, sin yo hacer nada; NO, Debe darse la conjunción entre la ayuda de Dios y nuestra colaboración.
 Por otro lado la esperanza debe darse sobre cosas ciertas y reales, que están basadas en la revelación de Cristo, el Hijo de Dios que vino a descubrir esas metas de vida eterna, de gloria, de visión , de contemplación y posesión de Dios, siendo perfectamente felices. pues-una vez visto al Señor no necesitamos la virtud de la esperanza, pues ya lo hemos conseguido, ya lo poseemos, ya lo disfrutamos. Por tanto una vez en la presencia de Dios esta virtud desaparece.
 La esperanza es la virtud de los debíles, de los indefensos. Dios siempre ocupar un papel necesario, cercano, intenso, de plena comunión con nosotros, de que le suplantemos en nuestra vida personal y de la humanidad, pues Él es el Señor, el Dios de vivo y muertos, nos llama a esa comunión de vida, de felicidad, de gozo ya aquí y ahora, pero depende mucho de nosotros pues Él está a la puerta llamando y, si no le abrimos no entra.
  Con este primer domingo del Adviento JESÚS nos invita a la vigilancia, a la, a estar en vela, a la esperanza, sabiendo que " vino, viene y vendrá", no se cuando vendrá por segunda vez, PERO VENDRÁ( esperanza) y, debemos estar, por lo tanto siempre preparados. Ábrele el corazón a Cristo que viene constantemente a salvarnos. Vamos a pedirle a María, Ella que siempre estuvo en oración, en vela nos ayude a que estemos nosotros así cada vez que venga el Señor a nuestras vidas.

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