Después de la Pascua y de las fiestas posteriores a Pascua: Trinidad, Pentecostés, Corpus y S.Pedro y S. Pablo, retomamos los domingos que llamamos del tiempo ordinario. El evangelio de hoy tiene como dos partes más señaladas: A) LA ORACIÓN DE JESÚS. Jesús ora al Padre dándole gracias porque ha revelado el misterio de Dios a los sencillos y humildes de corazón y no a los soberbios, sabios, entendidos de este mundo. ¿Por qué? para que se vea más la gracia de Dios y como la doctrina del Reino es don de Dios, no es ni depende de los medios humanos y materiales. Dios da su gracia a todos, pero no todos lo reciben ni lo entienden. Todo en Dios es don gratuito, sin embargo la gente sencilla están más capacitados para recibir los dones de Dios y resaltan en los humildes donde Dios hace maravillas como en María, en los apóstoles, en tantos cristianos que se dejan llevar de la acción del Espíritu Santo. Dice Jesús:" Sí, Padre, así te ha perecido mejor" y sigue diciendo Jesús:" nadie conoce al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar". Esto es lo que ha hecho Jesús en su vida pública, predicar sobre el reino de Dios y lo hizo con mansedumbre y humildad, toda la vida de Jesús fue humildad y abre las puertas del reino de los cielos a los pobres, a los sencillos,humildes, marginados, a lo que no cuenta para el mundo, pero si cuenta para Dios: María, los apóstoles, los santos han sido-como Jesús- humildes,sencillos. Si somos humildes de corazón el Señor hará maravillas en cada uno de nosotros.
B) INVITACIONES DE JESÚS. Primera invitación, estupenda para los hombres y mujeres de hoy que andamos con tantas prisas, tantos nervios, tantos agobios, tanto estrés, tan cansados- tan puntual el evangelio como siempre- miremos a Europa, y otras partes del mundo." TAN CANSADOS" ¿ Por qué? porque se han alejado de Dios y-otros se están alejando poco a poco- qué hacemos nosotros sin realizar la misión que Dios tiene reservada para ti y que no puede hacerla otro por ti; o la haces tú o queda sin hacer. Para salir de estos baches modernos-por culpa nuestra no de Dios- debemos acudir al Señor que Él nos va a aliviar, consolar,... Pero ¿quienes acuden a Jesús? Pues los sencillos, los humildes, los que necesitan de Dios y nos autosuficientes, soberbios, suplantadores, quitan a Dios en sus vidas, en sus ambientes, en las leyes que dan a los súbditos -algunas injustas, otras contrarias a la ley de Dios o de la ley natural- y luego queremos paz, prosperidad, felicidad,... pero fuera de Dios no existe, pues Él es la felicidad y no hay otra felicidad sin Dios. Acudamos al Señor y aliviará nuestros agobios, angustias,...
Segunda invitación. "cargad con mi yugo y aprended de mi..." Cuando aceptamos la invitación del Señor porque estamos cansados, agobiados, angustiados y acudimos a Él nos aliviará y el yugo y la carga es suave y llevadero porque Él nos ayuda con su ejemplo y su gracia, es un ofrecimiento de reposo, de vacación, de fortaleza, de poder llevar todo lo que nos echen y llevarlo con alegría porque el Señor está contigo y te ayuda a llevar la cruz de cada día. Con Él el yugo de la ley, de la voluntad de Dios- sin su ayuda sería un fardo muy pesado- pero con Él se aligera totalmente y se puede hacer bien la voluntad del PADRE.
Para que sea eficaz la ayuda de Dios debemos acudir a Él y abandonarnos en sus brazos de Padre cariñoso, tierno, misericordioso,... Seamos humildes de corazón y acerquémonos al Señor y Él nos curará de todos nuestros males y sinsabores. Pongamos amor como amor pone el Señor por nosotros. Santa María, Madre de Dios, y nuestra intercede por nosotros para abandonados en el Señor seamos apóstoles de Jesús en nuestro mundo que tanto espera de ti.
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