martes, 22 de julio de 2014

DOMINGO 17. T.O. PARÁBOLAS DEL REINO: EL TESORO

 Este tercer domingo del cápitulo 13 de S.Mateo que trata todo él de las parábolas del reino, hoy nos describe la del tesoro escondido, la perla fina y la red. Las dos primeras nos invitan a la misma reflexión. Lo único que merece la pena para una persona sabia es si encuentra algo que merece la pena y que está por encima de todas las demás cosas, entonces se deja todo lo demás por conseguir lo que verdaderamente merece la pena y que llana uno de verdad y que la salvación suya. Lo tenemos el el tesoro escondido y en la perla fina que un comerciante en perlas encuentra una y se  a vender todo para adquirirla, o como el que encuentra un tesoro en un campo y se va a vender todo lo que tiene para comprar el campo donde está ese tesoro y alcanzar ese tesoro.
 Para esto debemos de saber discernir, es decir: Discernir-que decía el rey y sabio Salomón:" da un corazón dócil para gobernar a tu pueblo, para discernir el mal del bien" es distinguir algo de otra cosa, señalando la diferencia que hay entre ellas"(RAE). Estas parábolas nos invitan a discernir qué " tesoros son los que merecen la pena y cuáles no, para apostar seriamente e invertirlo todo para tenerlos. El tesoro y la perla para Jesús es el Reino de Dios. Jesús quiere que nos entusiasmemos por los valores que Él nos ofrece  y que no son precisamente los que el mundo valora; nos quiere invitar también a saber desear lo principal y a que dejemos lo secundario, pues en lo principal está nuestra felicidad, que no nos aferremos a los valores secundarios,  por eso Salomón pide "un corazón sabio e inteligente", pues muchas gentes se quedan con lo aparente, lo llamativo, con lo atractivo, con lo inmediato ( optan por el dinero, el placer inmediato, el  éxito, el prestigio social,,... en vez de mirar y valorar la amistad sincera y leal, el amor limpio y sincero, la educación, el respeto, la honradez, la paz, la familia, la solidaridad, el esfuerzo, la entrega,...
  Tengamos en cuenta "la alegría indescriptible e intransferible"( M.D.) que surge del hecho de encontrar un tesoro valioso o una perla muy fina. Nos indica el acierto en el discernimiento, el acierto en la búsqueda de la felicidad, es la sincera y profunda alegría de haber encontrado la fe, verdad por sí sola de de saber sacrificar todo por la fe. Los seguidores, discípulos de Jesús debemos de estar siempre alegres, serenos, optimistas, esperanzados y no tristes, con mal humor, negativos, enojados siempre en todo y con todo y con todos, quejándose siempre de todo, amargados, frustrados. La elección la hemos hecho nosotros.
 Debemos de continuar siempre en el esfuerzo de  buscar y vivir los valores del reino de Dios.
 La tercera parábola es parecida a la del trigo y la cizaña que nis indica el juicio final y hasta ese momento creceremos todos juntos y, al final, seremos separados según nuestras obras y si hemos optado por Cristo o no. Virgen María, tú que supiste  valorar los bienes del reino de tu Hijo intercede por nosotros para sepamos buscar y poseer el tesoro escondido y la perla fina que es vivir la fe con toda verdad  en Cristo.

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