Esta es una fiesta muy educativa y esperanzadora porque en una sola fiesta celebramos a todos los santos, no sólo a los que, oficialmente la Iglesia, ha reconocido su heroica virtud, sino a todos los que se han salvado y están inscritos en el Libro de la vida de Dios. Son hombres y mujeres de carne y hueso como nosotros, y que posiblemente los hayamos conocido y hablado con ellos, que supieron vivir el Evangelio de Cristo, que han sido humildes, se apoyaron en fe fuerte en el Señor y, hoy, se ven llenos de vida, de gloria de Dios, de comunión con el Señor. Se han hecho santos en este mundo viviendo la gran tribulación, sufrimientos de la presente peregrinación. Son santos, no porque no hayan pecado nunca, sino porque si pecaron, alguna vez, supieron lavar sus vidas en la Sangre del Cordero en el sacramento de la Confesión, supieron alimentarse del Cuerpo y Sangre de Cristo que da la fuerza necesaria para superar los dolores y ser santos porque se recibe al SANTO DE LOS SANTOS: AL HIJO DE DIOS. La santidad está en vivir ese Amor de Dios hacia nosotros y corresponder a ese amor de Dios y amar a los demás por Dios. Esa santidad se demuestra y se vive en las relaciones con los demás:matrimonio, familia, compañeros de trabajo,amigos, vecinos,...Vivamos la fe, la esperanza y la caridad, que son el camino de la vida, de la santidad y de la salvación. Tu puedes y debes de ser santo/a, tienes la gracia de Dios que te ayuda siempre y no falla jamás.Vive las bienaventuranzas. María, Reina de todos los Santos, ruega por nosotros para que seamos santos.
CONMEMORACIÓN DE LOS DIFUNTOS, esta celebración la tenemos el sábado , día dos. "Está decretado que los mueran una sola vez, y después de la muerte el juicio" Caminamos en medio de los sufrimientos, consuelos y esperanzas y en medio de los demás hermanos. hoy, pero siempre- debemos elevar una oración al Señor por nuestros hermanos difuntos, en especial por nuestros seres queridos y también por aquellos que nadie se acuerda de ellos.No olvidemos de que es Jesús el que salva, pues Jesús quiere decir:SALVADOR, EL QUE SALVA. Pensemos en que CRISTO ha resucitado como primicia de todos los que duermen en el Señor, pues para los creyentes en Cristo, la muerte es un dormirse en el Señor. En la Eucaristía se celebra la Muerte y la Resurrección de Cristo y es la mejor oración por nuestros difuntos y, así, pedimos al Señor que no solo participen en su muerte sino también en su resurrección, pues en el Bautismo nos sumergimos en la muerte de Cristo y participar en su resurrección. Todos nosotros bautizados en Cristo-como cuerpo suyo que somos por el Bautismo- resucitaremos porque Él es nuestra Cabeza y nosotros somos su cuerpo, y donde está la Cabeza también estará su cuerpo. tengamos fe en la resurrección universal. La muerte es siempre un enigma(G.S. del Concilio VaticanoII), que solo lo superamos con la virtud de la fe en Cristo resucitado. "Siempre estaremos con Él, dice S. Pablo. "Si creemos que Cristo ha resucitado, del mismo modo los que hemos muerto en Dios, por medio de Cristo, los llevará con Él"
DOMINGO 31. T.O. En el pasaje del Evangelio de hoy se nos manifiesta la Voluntad universal de la salvación de Dios sobre todos los hombres por su Amor hacia nosotros.Mirada Zaqueo que-siendo pequeño- y queriendo ver a Jesús, corrió para subirse a un árbol, por dónde debía pasar Jesús:y Jesús al llegar debajo del árbol mira hacia arriba y le dice:"Zaqueo, baja enseguida, porque hoy debo hospedarme en tu casa" Zaqueo era un fariseo importante. En casa de Zaqueo, " todos murmuraban sobre Jesús que se había hospedado y comido en casa de un pecador, la presencia de Jesús despierta la conciencia de Zaqueo y, este , se convierte de su vida,... Jesús le dice: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa".Jesús ha venido a salvar a todos los hombres, a todo lo que estaba perdido. A Jesús no le importa a que le hagan comentarios porque lo que le importa es salvar a las personas. La presencia, palabras, ejemplo y mirada de Jesús hace que nos encontremos con Él, que amor, perdón, salvación, misericordia del Padre, la mirada de Jesús siempre es de perdón, de misericordia. Pidamos en esta Eucaristía que el Señor- que se hace presente en el pan y vino consagrados- nos ayude a superar las dificultades presentes para convertirnos- de verdad- al Señor y que tengamos la misma mirada de Jesús para con los hermanos y llevarlos a Jesús que es el los está salvando a ellos y a nosotros. Virgen María intercede por nosotros para que nos convirtamos de corazón y podamos vivir la plenitud de la vida y del amor en el cielo.
martes, 29 de octubre de 2013
miércoles, 23 de octubre de 2013
Domingo 30 T. O. 2013. La oración humilde
Jesús nos sigue enseñando sobre la oración. El domingo pasado con la parábola del juez injusto y de la viuda nos indicaba como debe ser nuestra oración continuada, sin interrupción, y hoy nos enseña que esa oración, además, debe ser humilde; para esto nos ilustra con otra parábola: la del fariseo y el publicano. Nos dice que subieron dos hombres a orar al templo, uno fariseo, y el otro publicano. El fariseo oraba así: " De pie, adelante en el templo, oraba para sí: ¡Oh Dios! te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni como ese publicano, ayuno dos veces por semana, pago el diezmo. El publicano se quedó atrás y no se atrevía a levantar la vista al cielo, y se daba golpes de pecho diciendo: ¡Oh Dios, sé propicio con este pecador!.
Las dos posturas de los hombres, la primera, la del fariseo( oraba para si, no para Dios ni para los demás). Todos estamos necesitados de la misericordia de Dios, y no somos hombres y mujeres de oración agradable a Dios cuando somos orgullosos, soberbios, justos-sin necesitar de la misericordia de Dios- porque se consideraban santos, por sus méritos, sus obras, se sienten seguros de sí mismos ante Dios y ante los demás y los desprecian. Recordad que ora erguido, gustándose a sí mismo y no a Dios, se extasiaba en sí mismo, alardeaba de sus virtudes como algo propio y despreciaba a los demás. Los fariseos eran muy rigoristas y se basaban en sus obras. Este no agrada a Dios por su orgullo y su soberbia, se hace odioso a los demás. Por el contrario, el publicano es humilde en su actitud, porque se considera pecador, necesitado de salvación, de perdón, de misericordia y se da golpes de pecho en señal de arrepentimiento, ve su pequeñez, su pecado y que sin Dios no puede nada. Jesús nos dice que este bajó justificado y el fariseo no. Jesús repite varias veces en el evangelio:" El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".
Por otra parte, Dios siempre escucha la oración,la oración del pobre, del humilde, del oprimido, el grito del pobre alcanza y llega a Dios. El humilde, el pobre, el oprimido siempre se presenta ante Dios como es: un hombre necesitado de Dios y de todos. La oración cristiana debe ser así humilde, sencilla, confiada porque la oración hecha con fe lo alcanza todo.Nuestra oración ha de ser así humilde y tu oración llegará a Dios, pues obstaculizar la misericordia de Dios es ser soberbio y no humilde. Cuando somos humildes la oración se manifiesta de dos maneras:a)oración de petición de la misericordia divina y b) como oración de acción de gracias. estos dos modos nos impiden ser orgullosos y caer en la tentación de atribuirnos a nosotros mismos las gracias de Dios. Cuando oramos con humildad atraemos la luz, la paz y la gracia de Dios sobre nosotros y nos lleva paso a paso a la santidad, a pesar de nuestros fallos, pues por encima de nuestros fallos está la gracia y la fuerza de Dios. Podríamos hacernos una pregunta en nuestro interior ¿ Cómo es mi oración? ¿ A quién me parezco? Os digo que cuando le pedimos perdón y misericordia a Dios nos encontramos interiormente mejor porque- es verdad- Dios nos escucha y perdona al que se humilla y pide perdón de corazón. No perdamos la confianza en el Señor porque siempre nos escucha si somos humildes y le pedimos perdón. Miremos a María como agradó al Señor por su oración humilde. Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, ayúdanos a ser humildes de corazón. Tened siempre confianza en el Señor porque te quiere como nadie y más que tu mismo te quieres.
Las dos posturas de los hombres, la primera, la del fariseo( oraba para si, no para Dios ni para los demás). Todos estamos necesitados de la misericordia de Dios, y no somos hombres y mujeres de oración agradable a Dios cuando somos orgullosos, soberbios, justos-sin necesitar de la misericordia de Dios- porque se consideraban santos, por sus méritos, sus obras, se sienten seguros de sí mismos ante Dios y ante los demás y los desprecian. Recordad que ora erguido, gustándose a sí mismo y no a Dios, se extasiaba en sí mismo, alardeaba de sus virtudes como algo propio y despreciaba a los demás. Los fariseos eran muy rigoristas y se basaban en sus obras. Este no agrada a Dios por su orgullo y su soberbia, se hace odioso a los demás. Por el contrario, el publicano es humilde en su actitud, porque se considera pecador, necesitado de salvación, de perdón, de misericordia y se da golpes de pecho en señal de arrepentimiento, ve su pequeñez, su pecado y que sin Dios no puede nada. Jesús nos dice que este bajó justificado y el fariseo no. Jesús repite varias veces en el evangelio:" El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".
Por otra parte, Dios siempre escucha la oración,la oración del pobre, del humilde, del oprimido, el grito del pobre alcanza y llega a Dios. El humilde, el pobre, el oprimido siempre se presenta ante Dios como es: un hombre necesitado de Dios y de todos. La oración cristiana debe ser así humilde, sencilla, confiada porque la oración hecha con fe lo alcanza todo.Nuestra oración ha de ser así humilde y tu oración llegará a Dios, pues obstaculizar la misericordia de Dios es ser soberbio y no humilde. Cuando somos humildes la oración se manifiesta de dos maneras:a)oración de petición de la misericordia divina y b) como oración de acción de gracias. estos dos modos nos impiden ser orgullosos y caer en la tentación de atribuirnos a nosotros mismos las gracias de Dios. Cuando oramos con humildad atraemos la luz, la paz y la gracia de Dios sobre nosotros y nos lleva paso a paso a la santidad, a pesar de nuestros fallos, pues por encima de nuestros fallos está la gracia y la fuerza de Dios. Podríamos hacernos una pregunta en nuestro interior ¿ Cómo es mi oración? ¿ A quién me parezco? Os digo que cuando le pedimos perdón y misericordia a Dios nos encontramos interiormente mejor porque- es verdad- Dios nos escucha y perdona al que se humilla y pide perdón de corazón. No perdamos la confianza en el Señor porque siempre nos escucha si somos humildes y le pedimos perdón. Miremos a María como agradó al Señor por su oración humilde. Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, ayúdanos a ser humildes de corazón. Tened siempre confianza en el Señor porque te quiere como nadie y más que tu mismo te quieres.
martes, 15 de octubre de 2013
Domund 2013.
También en este domingo celebramos una cita que se da cada año por el tercer domingo de octubre: EL DOMUND. El lema de este año- Año de la Fe- es FE+ CARIDAD= MISIÓN. Nosotros si apreciamos nuestra fe- ese gran don de Dios- debemos agradecer a Dios que nos de esa luz que nos ilumina el camino hacia Él. Hay muchos que caminan por este mundo a oscuras. Nos decían los últimos papas: " Nosotros los discípulos de Jesús no caminamos hacia Dios en tinieblas sino con la luz de Cristo:"Luz del mundo". La fe y la caridad( mirad el cartel del Domund) no se pueden separar, se complementan. Fe más Caridad igual a Misión. "La fe nos da certeza de la que no vemos y convicción de lo que esperamos"(Hbr. 11,1). La fe es como un árbol y su fruto es la caridad. El fruto no podemos obtenerlo sin el árbol. Tanto la fe como la caridad( también la esperanza) son virtudes teologales que vienen de Dios y se nos infunden en el Bautismo y que siempre tienden a Dios. Ahora si la fe te da alegría, motivación para vivir con sentido tu vida y no sea plana, insatisfecho/a,...pide a Dios que te aumente la fe y que te conceda una ardiente caridad y, si creemos y amamos a Dios- y nos llena- debemos darlo a conocer a los demás; la fe no debe ser egoísta debemos darla a conocer a los demás para que también ellos disfruten y participen del amor de Dios, le conozcan, le amen y- también lo difundan- en sus ambientes; y le amen con todo el corazón. El mayor acto de amor y de fe es el deber que tenemos todos los católicos de evangelizar- miremos la nueva evangelización, de anunciar y ayudar a regresar a la casa paterna de aquellos que se han alejado- ninguna acción es más benéfica para el prójimo que repartir y partir el pan de la Palabra de Dios y la Eucaristía con los hermanos. También en elcartel se ve hacia abajo y a la izquierda el Papa Francisco besando el pie en el Jueves Santo- como lo hizo Jesús en la última Cena dando ejemplo de humildad,de amor y de fe y así hace le Papa y debemos hacer los cristianos viviendo con humildad,fe y caridad hacia el mundo. Se ve también la cruz pectoral del Papa indicándonos que la cruz es el centro de nuestra vida cristiana; también es índice para los misioneros y para nosotros para salir al encuentro de los hermanos, de los alejados, de los no creyentes todavía sirviéndoles con fe y con amor. Madre de Dios y nuestra, Madre de las Misiones ayúdanos a saber que la misión y las misiones soy yo. Ayudemos con nuestra oración y generosidad a nuestros hermanos misioneros/as que están en la avanzadilla de la evangelización y por los hombres y países donde misionan.
Domingo 29 T.o. 2013 ORACIÓN
Jesús sigue avanzando en su subida hacia Jerusalén y sigue dándonos enseñanzas necesarias para poder seguirle en su subida. Hoy nos habla de la constancia en la oración con la parábola de la vida que va al juez para que le haga justicia, pero el juez no le hace ni caso, pero luego el juez piensa que " aunque no teme a Dios ni respeto a los hombres, pero como esta viuda me está cansando, voy hacerle justicia". La viuda insistía y no se daba por vencida. Si los hombres actúan así que terminan por hacer justicia o prestando atención aunque solo sea por miedo. ¿ Dios no hará justicia sus justos si se lo piden día y noche, es decir con constancia, con perseverancia, sin desmayar, sin desanimarse. El juez se considera un hombre poderoso, fuerte, sin escrúpulos y ella es pobre, no tiene poder, no tiene a quien acudir porque de las viudas se ríe todo el mundo, sólo Dios sale en su ayuda. Ella insiste.No se cansa.Es infatigable.Esta es su fuerza humana.Y consigue que se le haga justicia. Jesús- al poner esta imagen de la viuda y el juez nos quiere hacer meditar sobre la perseverancia y eficacia de la oración cuando nos dirigimos a Él con constancia y con confianza. El razonamiento de De Jesús es claro:" si un juez injusto, inicuo cede ante la constancia de la pobre viuda que insiste una y otra vez" ¡ Qué no hará el Señor cuando acudimos con perseverancia a Él!. Nos enseña Jesús que al orar-y orar con fe-debemos de tener la certeza de que Dios siempre nos escucha. Pensemos cómo es nuestra oración. Lo hacemos con fe, con confianza, con certeza de que Dios siempre nos escucha. Moisés oraba con constancia. Es un ejemplo de su misión de interceder por su pueblo. Tenía los brazos abiertos en señal de súplica confiada y Dios le escuchaba, luchaba contra las tentaciones de desaliento, de cansancio y nosotros nos podemos cansar enseguida si vemos que Dios no nos concede enseguida lo que le pedimos,... Debemos de perseverar en la oración pidiendo algo o no pidiendo nada porque Dios sabe muy bien todo lo que necesitamos antes de que se lo pidamos, pero quiere que se lo pidamos una y otra vez para probarnos en la fe, confianza, el hacer más grande el ansia de recibir dones y gracias de Dios porque cuanto más se ensanche nuestras ganas de recibir más recibiremos de Dios que no se cansa de darse y de darnos. La Iglesia debe seguir orando y enseñando a orar siempre. La Iglesia eres tu.Virgen María, Madre de Dios y nuestra-tu que eres madre y maestra de oración con los apóstoles, enséñanos a ser personas de oración, reflexivas, meditativas.
martes, 8 de octubre de 2013
Domingo 28. T.O. 2013. Gratitud.
En el evangelio de hoy, Jesús en su subida a Jerusalén -según Lucas, última etapa- le salen al encuentro 10 leprosos. La lepra era una enfermedad odiosa, asquerosa, contagiosa, los consideraban impuros, los que la contraían debían abandonar el pueblo y vivir aislados en la montaña y no acercarse al pueblo y a las gentes hasta que no estuvieran curados, presentando el certificado que debía expedir el sacerdote. El hecho tiene lugar entre Samaria y Galilea. No se podían ver judios y samaritanos por cuestiones históricas, aquí están unidos judios y samaritanos en su enfermedad de la lepra. Acuden a Jesús para que los cure y, desde lejos, le gritan:" Jesús, Maestro, ten piedad de nosotros. Jesús les dijo que fueran a mostrarse a los sacerdotes, como si ya estuvieran limpios y esto es una prueba de confianza en Jesús . En el camino quedaron limpios. Uno de ellos viéndose curado, volvió glorificando a Dios; y cayendo a sus pies rostro a tierra,le daba gracias. Era un samaritano. Jesús dijo:¿ no quedaron limpios los diez?. Los otros nueve ¿ Dónde están?
Mucho le duele al Señor la ingratitud y, somos tan desagradecidos a Dios, de quien lo recibimos todo, y también a los demás cuando nos hacen algún favor. Pensemos, por lo menos hoy y hagamos un propósito de ser agradecidos, Sólo el samaritano volvió a dar gracias a Jesús, uno entre diez. Jesús le dice: " levántate, vete, tu fe te ha salvado". Los otros "fueron sanados" y el samaritano "fue curado y salvado" Notemos la diferencia entre los nueve y el samaritano. Dios salva a todos, quiere la salvación de todos, ofrece la salvación a todos y de modo especial a los más necesitados, marginados, enfermos, pecadores,...
La voluntad de Dios es "que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad" ya sean del pueblo de Israel o del resto del mundo. Los creyentes debemos de dar ejemplo de ser agradecidos a Dios por todo y a los demás por la convivencia, favores,...La fe en el Señor nos debe llevar a ser como Jesús que daba gracias al Padre en todo momento. "De hijos bien nacidos, es el ser agradecidos". El samaritano de dar voces para pedir la salud con los otros, pasa a una acción de gracias a Dios, de alabar y bendecir al Señor. Seamos también humildes y será más fácil dar gracias a Dios y ser agradecidos a los hermanos. En los comienzos de los prefacios siempre empezamos:"" En verdad es justo y necesario es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,..."
A Dios le debemos dar gracias siempre y en todas partes. La Sagrada Escritura exhorta a la gratitud en todas sus páginas:" Dad siempre gracias por todo a nuestro Dios y Padre,en nombre de nuestro Señor Jesucristo"( Ef.5, 20). La gratitud es uno de los rasgos de nuestra fe. La mejor forma de mantener los dones y regalos de Dios y de recibir más dones es la gratitud( S.Juan Crisóstomo). El hombre de poca fe da pocas gracias, no da más de sí, no alcanza a más. Cuando dejamos de ser agradecidos a Dios tampoco lo somos con los semejantes. Ser agradecidos es darse cuenta de que tenemos unos valores, unas virtudes, favores que hemos recibido de Dios y de los demás. Lo normal de un cristiano sería ser agradecido. De modo especial agradezcamos al Padre por Jesúcristo.
Después de ser agradecidos a Dios, debemos ser a nuestros padres. Gracias, Señor, por los padres que me has dado, gracias, Señor por la vida humana y espiritual, gracias por este cuerpo capaz de ser templo del Espíritu Santo, por el alma que has creado para ser "yo", "persona", gracias,Señor por los regalos que me haces cada día. GRACIAS, SEÑOR, POR TODO. Virgen María, Madre de Dios y nuestra intercede por nosotros para que sepamos dar a gracias a Dios como tú en el canto del "Magnificat"
Mucho le duele al Señor la ingratitud y, somos tan desagradecidos a Dios, de quien lo recibimos todo, y también a los demás cuando nos hacen algún favor. Pensemos, por lo menos hoy y hagamos un propósito de ser agradecidos, Sólo el samaritano volvió a dar gracias a Jesús, uno entre diez. Jesús le dice: " levántate, vete, tu fe te ha salvado". Los otros "fueron sanados" y el samaritano "fue curado y salvado" Notemos la diferencia entre los nueve y el samaritano. Dios salva a todos, quiere la salvación de todos, ofrece la salvación a todos y de modo especial a los más necesitados, marginados, enfermos, pecadores,...
La voluntad de Dios es "que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad" ya sean del pueblo de Israel o del resto del mundo. Los creyentes debemos de dar ejemplo de ser agradecidos a Dios por todo y a los demás por la convivencia, favores,...La fe en el Señor nos debe llevar a ser como Jesús que daba gracias al Padre en todo momento. "De hijos bien nacidos, es el ser agradecidos". El samaritano de dar voces para pedir la salud con los otros, pasa a una acción de gracias a Dios, de alabar y bendecir al Señor. Seamos también humildes y será más fácil dar gracias a Dios y ser agradecidos a los hermanos. En los comienzos de los prefacios siempre empezamos:"" En verdad es justo y necesario es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar,..."
A Dios le debemos dar gracias siempre y en todas partes. La Sagrada Escritura exhorta a la gratitud en todas sus páginas:" Dad siempre gracias por todo a nuestro Dios y Padre,en nombre de nuestro Señor Jesucristo"( Ef.5, 20). La gratitud es uno de los rasgos de nuestra fe. La mejor forma de mantener los dones y regalos de Dios y de recibir más dones es la gratitud( S.Juan Crisóstomo). El hombre de poca fe da pocas gracias, no da más de sí, no alcanza a más. Cuando dejamos de ser agradecidos a Dios tampoco lo somos con los semejantes. Ser agradecidos es darse cuenta de que tenemos unos valores, unas virtudes, favores que hemos recibido de Dios y de los demás. Lo normal de un cristiano sería ser agradecido. De modo especial agradezcamos al Padre por Jesúcristo.
Después de ser agradecidos a Dios, debemos ser a nuestros padres. Gracias, Señor, por los padres que me has dado, gracias, Señor por la vida humana y espiritual, gracias por este cuerpo capaz de ser templo del Espíritu Santo, por el alma que has creado para ser "yo", "persona", gracias,Señor por los regalos que me haces cada día. GRACIAS, SEÑOR, POR TODO. Virgen María, Madre de Dios y nuestra intercede por nosotros para que sepamos dar a gracias a Dios como tú en el canto del "Magnificat"
martes, 1 de octubre de 2013
Domingo 27 T.O. 2013: LA FE
La idea central de oración de la Palabra de Dios de este domingo, es a mi juicio: LA FE. La fe nos dice el Concilio de Trento:" es la raíz y fundamento de nuestra fe"; la 1ª lectura nos dice que el " justo vive de la fe"; loa apóstoles le piden al Señor que" les aumente su fe". La fe es necesaria para agradar a Dios en nuestra vida, para saber y poder caminar hacia Él.¿Qué es la fe?" es la firme seguridad de lo que esperamos, la convicción de lo que novemos...."(Hebr. 11,1s). La fe es un regalo de Dios a todos los hombres, pero unos se abren a ese donde Dios y, otros lo rechazan. Recordemos el prólogo del Evangelio de San Juan: " vino a los suyos y los suyos no lo recibieron. Pero los que le recibieron les da poder de ser hijos de Dios". " A Dios nadie le vió jamás; Dios Unigénito,que está en el seno del Padre, ese nos la ha enseñado todo" ¿ Quién es ese que vino a nosotros, nos ha descubierto quién es Dios y cómo es Dios?. Vamos al versículo 1 del mismo Evangelio:"" Al principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios . Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros,..." El Verbo es el Hijo Unigénito de Dios Padre. La fe nos la regala Dios en el Bautismo; fe que después- si nos bautizan de niños- han de cultivar nuestros padres, que son los que solicitan el sacramento del Bautismo y primeros responsables de nuestra educación en la fe.
La fe es la respuesta del hombre-mujer a la Palabra de Dios. Dios nos habla y debemos escucharlo-por nuestro bien, pues el beneficio es para nosotros-pues nos habla a través de la Biblia = Sagrada Escritura, de ahí que debemos no sólo leer las Sagradas Escrituras, sino meditarlas, hacerlas nuestras en nuestro corazón como María. Así estaba en meditación María cuando la visitó el arcángel Gabriel para darle el anuncio de la Encarnación del Hijo de Dios- el Verbo, la Palabra del Padre- en su vientre. luego Él ha hablado en el transcurso de su vida pública, con sus palabras, testimonio de vida-tres años subiendo a Jerusalén, donde nos habló con el hecho supremos de amor: coserse en la cruz para redimirnos y salvarnos, y para satisfacer a la santidad y justicia del Padre por nuestros pecados- Todo lo han escuchado los Apóstoles y nos lo han transmitido a nosotros-lo que llamamos Tradición . Luego tenemos dos fuentes de fe: Las Sagradas Escrituras y la Tradición apostólica. El ConcilioVaticano II nos enseña que debemos de conocer, incrementar y los pastores deben ilustrar esa fe de los fieles.
Los sacramentos, la oración, las lecturas sobre temas de fe, de santos,...nos ayudan a fortalecer nuestra vida de fe. La fe una planta muy delicada que podemos fortalecerla y ayudar a otros a asegurarla- siendo buenas amistades-pero podemos ser malas amistades o tenerlas que nos apartan, alejan o romper con Dios.¿ Cómo podemos aumentar y fortalecer nuestra fe? haciendo actos de fe. Nos dice S. Agustin que "la fe se aumenta haciendo actos de fe". Una experiencia personal es que la fe la vivimos sin dudas, saboreamos y comunicamos cuando nos confesamos con frecuencia y recibimos a Jesús en la Eucaristía- presencia real, verdadera, del Hijo de Dios- que es nuestro alimento para el camino. Somos fuertes cuando frecuentamos los sacramentos. "Señor, yo creo, pro aumenta mi fe". Señor, auméntanos la fe". Señor, ayúdanos a creer. María, madre de Dios y nuestra, Madre de los creyentes, Madre de la Iglesia, fortalece nuestra fe.
La fe es la respuesta del hombre-mujer a la Palabra de Dios. Dios nos habla y debemos escucharlo-por nuestro bien, pues el beneficio es para nosotros-pues nos habla a través de la Biblia = Sagrada Escritura, de ahí que debemos no sólo leer las Sagradas Escrituras, sino meditarlas, hacerlas nuestras en nuestro corazón como María. Así estaba en meditación María cuando la visitó el arcángel Gabriel para darle el anuncio de la Encarnación del Hijo de Dios- el Verbo, la Palabra del Padre- en su vientre. luego Él ha hablado en el transcurso de su vida pública, con sus palabras, testimonio de vida-tres años subiendo a Jerusalén, donde nos habló con el hecho supremos de amor: coserse en la cruz para redimirnos y salvarnos, y para satisfacer a la santidad y justicia del Padre por nuestros pecados- Todo lo han escuchado los Apóstoles y nos lo han transmitido a nosotros-lo que llamamos Tradición . Luego tenemos dos fuentes de fe: Las Sagradas Escrituras y la Tradición apostólica. El ConcilioVaticano II nos enseña que debemos de conocer, incrementar y los pastores deben ilustrar esa fe de los fieles.
Los sacramentos, la oración, las lecturas sobre temas de fe, de santos,...nos ayudan a fortalecer nuestra vida de fe. La fe una planta muy delicada que podemos fortalecerla y ayudar a otros a asegurarla- siendo buenas amistades-pero podemos ser malas amistades o tenerlas que nos apartan, alejan o romper con Dios.¿ Cómo podemos aumentar y fortalecer nuestra fe? haciendo actos de fe. Nos dice S. Agustin que "la fe se aumenta haciendo actos de fe". Una experiencia personal es que la fe la vivimos sin dudas, saboreamos y comunicamos cuando nos confesamos con frecuencia y recibimos a Jesús en la Eucaristía- presencia real, verdadera, del Hijo de Dios- que es nuestro alimento para el camino. Somos fuertes cuando frecuentamos los sacramentos. "Señor, yo creo, pro aumenta mi fe". Señor, auméntanos la fe". Señor, ayúdanos a creer. María, madre de Dios y nuestra, Madre de los creyentes, Madre de la Iglesia, fortalece nuestra fe.
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