lunes, 9 de septiembre de 2013

Doingo 24. T.O. 2013. La misericordia de Dios Padre.

 Seguimos ascendiendo hacia Jerusalén con Jesús y seguimos muy atentos a sus explicaciones que son vitales para sus discípulos, que todo lo que va explicando en parábolas nos da una gran luz sobre cómo es Dios Padre para nosotros.
 El evangelio de este domingo tiene tres parábolas:( la oveja perdida, la dracma perdida, el hijo pródigo). El las dos primeras vemos la solicitud, la actividad en busca de la oveja y del dracma y, cuando las encuentran, hay alegría. No digamos cuando se trata de una persona, un hijo hay alegría redoblada y en el cielo mucho más. Siempre debemos de pensar en las personas por encima de todas las cosas. En la parábola del hijo pródigo notamos: el hijo menor toma su herencia, se marcha a un país lejano, lo malgasta todo, empieza terminarse la herencia, empieza a pasarlo muy mal, no se le da ni la comida de los cerdos,...Esta situación le viene bien porque empieza a pensar sobre su situación: alejado del padre, de la familia, sin trabajo, solo, in-
feliz, insatisfecho,... esta es la realidad del pecado en el ser humano: nos aleja del Padre, perdemos su vida en nosotros, hasta que no nos confesemos, esa tristeza que nos inunda y el malestar interior nos hacen recapacitar y volver al Padre, que es donde mejor se está- sin comparación- con todas las demás situaciones humanas. Cuando vuelve pide que se le trate como un trabajador, pero no, el padre le restituye a la dignidad de hijo, es su hijo, no un trabajador más;  es el hijo de sus entrañas( matad el ternero cebado, la mejor túnica, calzado, música, el anillo.). Todo es devolver la dignidad de hijo. Así actúa Dios, nuestro Padre con el pecador que se separa de Él por el pecado y espera su vuelta con paciencia. ¡ Cómo ama Dios al pecador y detesta el pecado!. Respeta nuestra libertad. Somos libres y, así podemos, ser responsables personal y comunitariamente.  "Dios es rico en misericordia y lento a la ira" y con nosotros siempre nos acoge con amor misericordioso. Pensemos en arrepentirnos, confesarnos y recuperamos la vida de Dios en nosotros. Ese amor de Dios se manifiesta en que nos envía a su propio Hijo para redimirnos y salvarnos y, una vez Jesús en el mundo se da y entrega hasta la muerte de cruz por nosotros, por amor a nosotros. Vino a salvarnos, estala misión que le encomienda el Padre Dios. Cuando caemos- y podemos caer mucho, en cualquier momento, porque somos frágiles- Cristo nos busca como el pastor busca la oveja perdida, o la mujer, el dracma perdido, barre la casa con cuidado, la luz encendida, hasta que encuentra el dracma.
 Es posible la conversión porque Dios- con su amor- nos ayuda interiormente, nos busca, enciende la luz interior y nos encuentra, venda las heridas, hay fiesta, no hay reproches, HAY SÓLO AMOR DE DIOS PARA CON NOSOTROS. Nos acoge y recobramos la dignidad de hijos. Pero podemos pensar el hermano mayor, su actitud de los puritanos, fariseos, escribas,...que solo ellos son los buenos y los demás son los malos. También son estas parábolas Jesús responde a los fariseos y escribas cuando critican a Jesús porque acoge y come con los pecadores. Jesús nos dijo:" He venidio a buscar lo que estaba perdido" y " no necesitan los sanos de médico, sino los enfermos". No tengáis miedo, Dios te ama infinitamente. Acércate a Dios y Dios lo tendrás en ti, en tu interior, te llenará plenamente. María, Madre de Dios y nuestra, madre de misericordia ruega por nosotros.

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