Dejamos el capítulo 6º de San Juan( 5 domingos anteriores) y retomamos al evangelista de este año: San Marcos.Una vez más Jesús debate con los fariseos y escribas ( los fariseos eran un grupo religioso judio, amigo de frecuentar el templo, de rezar, de cumplir los mandamientos de la ley de DIOS, pero, eso, cumplir nada más sin vida, su corazón como corcho, como piedra, les faltaba vida.( Diccionario Bíblico). Los discípulos de JESÚS comían pan sin lavarse las manos y los fariseos le preguntan a JESÚS:¿ Por qué tus discípulos no siguen la tradición de los antiguos, sino que comen pan sin lavarse las manos". JESÚS les responde" Bien profetizó de vosotros Isaías : " Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí, pues me dan un culto vano, enseñando doctrinas que son preceptos humanos".Se cargaban de preceptos humanos. Los fariseos se consideraban buenos, cumplidores y despreciaban a los demás considerándolos pecadores. Ellos eran los santos. Los que buscaban la alabanza de DIOS y de los demás por sus actos, puramente externos, pero sin contenido interior, sin un ápice de amor a DIOS y a los demás. Eran soberbios, muy egoístas, buscando las alabanzas de los humanos.
JESÚS al venir a la tierra para salvarnos y darnos ejemplo de vida: TRAJO VIDA DIVINA. PERFECCIÓN DE LA LEY, que es el AMOR. Nosotros sino ponemos amor en cada acto de nuestra vida humana o espiritual estamos también equivocados y no agradamos al Señor y de nada o casi nada nos serviría los actos que hiciéramos si nuestro corazón no está lleno de DIOS y hacemos las cosas por agradarle y por el bien de los hermanos, pero todo, con mucho amor a DIOS y a los hermanos. Está muy bien la participación en la Eucaristía, en rezar, cumplir bien y ofrecer nuestro trabajo, vivir en familia con espíritu de amor y de servicio en el hogar. Saber hablar bien de todos y no mal de nadie. DIOS quiere todo esto, pero que se haga con amor y llevando a la práctica su divina voluntad. La verdadera religiosidad que JESÚS nos enseña es : AMOR Y SANTIDAD. Lo demás es culto vacío que no agrada al SEÑOR.
Todo debe realizarse con un corazón puro, pues no mancha lo que entra dentro de nosotros, "sino lo que sale y lo que sale de nuestro corazón eso mancha al hombre, pues del corazón del hombre salen los malos pensamientos, los malos deseos, las fornicaciones, los hurtos, los homicidas, los adúlteros, las codicias, las maldades, el fraude, la impureza, la envidia, la blasfemia, la altivez, la insensatez", nos dice JESÚS. El verdadero culto a DIOS ha de ser " en espíritu y verdad"( S. Jn, 4,23), también nos dice JESÚS. Nosotros debemos procurar a dorar a DIOS con humildad, en su gracia, con alegría, deseando agradarle en todo. La participación en la Eucaristía y recibiendo al SEÑOR en gracia seremos fuertes y agradaremos a DIOS como su HIJO JESÚS, que siempre le agradó en todo y nos enseñó a hacerlo. María, Madre de DIOS y madre nuestra, intercede por nosotros para que agrademos y demos culto verdadero al PADRE siendo fieles y humildes como tú.
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