Lo que hemos venido celebrando cada domingo del año litúrgico lo resumimos en una fiesta: CRISTO REY. Intentamos cada día vivir conforme a CRISTO, que es el centro de nuestra vida, vivir conforme a su estilo de vida y trabajar las virtudes de este reino.
Esta fiesta tiene una base evángelica, nos dice JESÚS: "Venga a nosotros tu reino"(Padre nuestro). Juan el bautista nos dice:" Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos". JESÚS nos lo dice ya al comienzo de su vida pública: " Está cerca el reino de los cielos" y cuando nos explica las parábolas nos repite varías veces:" El reino de los cielos se parece..."
Aunque estemos hablando del reino de los cielos no debemos compararlo con los reinos humanos. No tienen nada que ver. El Reino de DIOS ya está aquí, desde que JESÚS nos lo dice, Él mis- mo inaugura con su presencia este Reino de DIOS.
Nosotros hemos de vivir ese reino de DIOS como nos la he enseñado JESÚS. Su reino no es de este mundo, no es un reino de armas, guerras, odios, rencores, venganzas, violencias, terrorismo,... El Reino de DIOS es de aquellos que viven como JESÚS la relación con el PADRE. Nos lo dice el Prefacio de la misa : Es un Reino universal y eterno. Muy actual. Hoy vivimos la globalización y deseamos la prolongación de la vida lo más posible, pero la eternidad es de DIOS y está en Dios y nos la regala DIOS y nadie más nos puede dar esa eternidad.
El Reino de DIOS es un de verdad y que ama la verdad y ofrece la verdad, no se comulga con el error, la mentira, la verdad a medias,... Es el Reino de la vida que la defiende desde su concepción hasta los últimos momentos naturales de nuestra vida humana, sin que andemos buscando paliativos para ver cómo terminamos con los ancianos impedidos, a los gravemente enfermos... La vida es de DIOS y sólo DIOS nos llama a su presencia. Amemos la vida y defendamos la vida, toda vida humana sin andar con experimentos y ensayos ni manipulaciones.
Reino de santidad porque nos estimula CRISTO con su vida, predicación, con los sacramentos, la oración, lectura bíblica, viviendo la comunión con CRISTO y viviendo la presencia de DIOS. La gracia de DIOS que nos regala ya desde el Bautismo y que podemos intensificar con su ayuda y que, así, lleguaremos a su presencia siendo la imágen viva de su Hijo: JESÚS.
Reino de justicia porque vivimos las leyes de DIOS y las normas de la Iglesia y queremos, como JESÚS, ser justos en lo que humanamente debemos serlo poniendo todo el amor que podamos en cada acción realizada por los discípulos de JESÚS para dar a cada uno lo que le corresponde y es suyo . Un Reino de paz porque estamos en orden interior con nosotros, con los demás y con el SEÑOR. No tenemos más armas que el amor, el perdón, saber olvidar las ofensas, buscando siempre la comunión, la unidad, la felicidad que es la voluntad del Padre para los humanos ya aquí, en la vida presente.
Hemos de notar que nos dice JESÚS que convocará y separará, pues ante Él comparecerán todas las naciones para ser juzgadas y separará en dos grupos conforme a como hayamos vivido nuestra vida presente . El destino de cada grupo es eterno. No tiene límite de tiempo, es sin fin.
Aplicación para nosotros hoy y ahora para poder escuchar del Señor:"Venid vosotros, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me distéis de comer..." " Los que no hayan hecho el bien a los demás oirán con profundo dolor: "Apartaos de mi, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me distéis de comer.... Si hacemos el bien a los demás lo hacemos a CRISTO, y, si, no hacemos el bien a los demás lo dejamos de hacer a ÉL mismo. Pon-
gamos en práctica el ejercitarnos en las obras de misericordia. María, madre de misericordia activa y colaboradora con el proyecto de DIOS para el mundo, ayúdanos a llenarnos de buenas obras para hacer un mundo mejor, feliz, santo, justo, en paz y, así, presentarnos ante el Padre como tú llena de DIOS.
Esta fiesta tiene una base evángelica, nos dice JESÚS: "Venga a nosotros tu reino"(Padre nuestro). Juan el bautista nos dice:" Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos". JESÚS nos lo dice ya al comienzo de su vida pública: " Está cerca el reino de los cielos" y cuando nos explica las parábolas nos repite varías veces:" El reino de los cielos se parece..."
Aunque estemos hablando del reino de los cielos no debemos compararlo con los reinos humanos. No tienen nada que ver. El Reino de DIOS ya está aquí, desde que JESÚS nos lo dice, Él mis- mo inaugura con su presencia este Reino de DIOS.
Nosotros hemos de vivir ese reino de DIOS como nos la he enseñado JESÚS. Su reino no es de este mundo, no es un reino de armas, guerras, odios, rencores, venganzas, violencias, terrorismo,... El Reino de DIOS es de aquellos que viven como JESÚS la relación con el PADRE. Nos lo dice el Prefacio de la misa : Es un Reino universal y eterno. Muy actual. Hoy vivimos la globalización y deseamos la prolongación de la vida lo más posible, pero la eternidad es de DIOS y está en Dios y nos la regala DIOS y nadie más nos puede dar esa eternidad.
El Reino de DIOS es un de verdad y que ama la verdad y ofrece la verdad, no se comulga con el error, la mentira, la verdad a medias,... Es el Reino de la vida que la defiende desde su concepción hasta los últimos momentos naturales de nuestra vida humana, sin que andemos buscando paliativos para ver cómo terminamos con los ancianos impedidos, a los gravemente enfermos... La vida es de DIOS y sólo DIOS nos llama a su presencia. Amemos la vida y defendamos la vida, toda vida humana sin andar con experimentos y ensayos ni manipulaciones.
Reino de santidad porque nos estimula CRISTO con su vida, predicación, con los sacramentos, la oración, lectura bíblica, viviendo la comunión con CRISTO y viviendo la presencia de DIOS. La gracia de DIOS que nos regala ya desde el Bautismo y que podemos intensificar con su ayuda y que, así, lleguaremos a su presencia siendo la imágen viva de su Hijo: JESÚS.
Reino de justicia porque vivimos las leyes de DIOS y las normas de la Iglesia y queremos, como JESÚS, ser justos en lo que humanamente debemos serlo poniendo todo el amor que podamos en cada acción realizada por los discípulos de JESÚS para dar a cada uno lo que le corresponde y es suyo . Un Reino de paz porque estamos en orden interior con nosotros, con los demás y con el SEÑOR. No tenemos más armas que el amor, el perdón, saber olvidar las ofensas, buscando siempre la comunión, la unidad, la felicidad que es la voluntad del Padre para los humanos ya aquí, en la vida presente.
Hemos de notar que nos dice JESÚS que convocará y separará, pues ante Él comparecerán todas las naciones para ser juzgadas y separará en dos grupos conforme a como hayamos vivido nuestra vida presente . El destino de cada grupo es eterno. No tiene límite de tiempo, es sin fin.
Aplicación para nosotros hoy y ahora para poder escuchar del Señor:"Venid vosotros, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me distéis de comer..." " Los que no hayan hecho el bien a los demás oirán con profundo dolor: "Apartaos de mi, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me distéis de comer.... Si hacemos el bien a los demás lo hacemos a CRISTO, y, si, no hacemos el bien a los demás lo dejamos de hacer a ÉL mismo. Pon-
gamos en práctica el ejercitarnos en las obras de misericordia. María, madre de misericordia activa y colaboradora con el proyecto de DIOS para el mundo, ayúdanos a llenarnos de buenas obras para hacer un mundo mejor, feliz, santo, justo, en paz y, así, presentarnos ante el Padre como tú llena de DIOS.
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