miércoles, 2 de noviembre de 2011

DOMINGO 32 T.O.2011



Estamos en las portrimerias del evangelio según San Mateo. Estos versículos con enseñanzas se dedican a los discípulos ( uso interno de la comunidad), pero que nos sirven también para nosotros los discípulos del Señor hoy. Los primeros discípulos estaban inquietos por la inminente llegada o regreso del Señor JESÚS y como tardaba esa llegada estaban impacientes. Las palabras de JESÚS es una invitación a estar alertas, vigilantes " porque no sabemos el día ni la hora de la vuelta del Señor lleno de gloria y majestad". "El Señor vendrá al final de los tiempos y esa hora y ese día no lo sabe nadie más que Él mismo y no lo ha revelado. También el Señor responde a unas preguntas de los suyos:" Cuando va a ser el final de los tiempos"
Para esto el Señor propone esta parábola para enseñarnos de que debemos estar preparados. La preparación no ha de ser de última hora, ni dejarlo para mañana. La preparación ha de ser cada día desde ya.
Nosotros, los hombres, somos conscientes de nuestro final. Ese final de la existencia presente se transforma en un nacimiento para la vida eterna, para el encuentro con el Señor. Cuando nos llama alguna persona muy importante para tener un encuentro con él, nos preparamos, estamos inquietos, lo tenemos todo previsto, no olvidamos ningún detalle que puede deslucir ese encuentro. Así debería ser también nuestra vida presente: El Señor nos va a llamar y no sabemos el día ni la hora por lo cual deberíamos tenerlo preparado, pues no va la felicidad eterna, la ansiada meta de la salvación, de haber alcanzado la plenitud de la vida a la que DIOS, nuestro Padre, nos ha llamado. No dejemos para mañana lo que podemos o debemos hacer hoy. Empieza ya, si es que no has empezado todavía la preparación de ese encuentro con el PADRE.
Seamos como las vírgenes sensatas que tiene nlas luces encendidas y aceite de repuesto. Están vigilantes, atentas, preparadas, saben esperar la llegada del esposo, no pierden el tiempo, no se duermen porque no saben cuando va a llegar y quieren entrar nada más que venga y entre. La s necias no prestan interés, atención, no dan importancia, dejan para luego lo que pueden y deben hacer ahora. Llaga el esposo y están dormidas, no supieron ser previsoras, ni se prepararon, se autoexcluyeron ellas mismas ( DIOS no excluye a nadie y quiere que todos nos salvemos y lleguemos a la plenitud de la VIDA Y FELICIDAD QUE NOS TIENE PREPARADO PARA NOSOTROS). Tengamos presente el estilo de vida de JESÚS y su Palabra para no perder comba y estar siempre haciendo las cosas con mucho amor. No desaprovechemos la vida presente, pues como vivamos esta será la recompensa en la otra. No nos limitemos a decir:" Señor, Señor" sino en hacer la voluntad de DIOS como hizo JESÚS. Y así siempre nos conocerá JESÚS. María, que siempre has hecho la voluntad de DIOS, ayúdanos a estar siempre preparados como tu para cuando venga tu Hijo nos encuentre muy llenos de Él.

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