miércoles, 28 de septiembre de 2011

DOMINGO 27. T.O. 2011



Estamos ante la última de las tres parábolas de la viña delevangelista Mateo: los jornaleros, la de los dos hijos y la de hoy. JESÚS se dirige a los jefes del pueblo de Israel buscando ayudarles a convertirse. JESÚS se inspira en el canto de la viña de Isaias. DIOS planta una viña, la entrecavó, la descantó y plantó buenas cepas. Luego la arrendó a unos labradores ( encarnan a los jefes del pueblo de Israel). El amo mandó luego a sus criados para percibir los frutos correspondientes. Fueron apaleados.Manda, al fin, a su hijo,creyendo que lo respetarían. Pero los labradores piensan: " Este es el heredero, venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia". Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron". Vemos reflejado el proyecto de DIOS sobre la humanidad. DIOS crea todo. Nos relata la relación de DIOS con Israel, su pueblo :" Yo seré tu DIOS y tú serás mi pueblo". DIOS permanece siempre fiel e Israel teje una historia de negaciones, rechazos, delitos, pecados, infidelidades... sin embargo DIOS mima a su pueblo. Manda a recoger los frutos de la viña a los profetas y los apalean, Manda a su Hijo( JESÚS) y lo matan. DIOS arrendará su viña a otros labradores que produzcan frutos. Ahora es el turno de la Iglesia, actual pueblo de DIOS. Sabemos por la historia y por la revelación. También hoy podemos ser nosotros infieles al Señor. El mundo occidental, quiere olvidarse de DIOS y construir su futuo lejos de DIOS y está cavando su tumba. Sin DIOS se pone el hombre en su lugar y caemos en el relativismo más dictador y egoista. Nosoatros somos tratados con cariño por nuestro Padre DIOS y nuestra respuesta: ¿Cuál es? ¿Cuál es nuestra relación con DIOS?. La Iglesia será el actual pueblo de DIOS en la medida en que seamos fiel a la voluntad de DIOS. A lo largo de la historia humana se irá demostrando cómo la Iglesia es el pueblo de DIOS. Cada uno de nosotros debemos estar en esa demostración. Esa Iglesia está edificada sobre la piedra angular que es CRISTO, EL HIJO DE DIOS. No recordemos solo la historia de la salvación porque esa historia continúa y formamos parte de esa historia, somos actores y no meros mirones. El amor de DIOS se manifiesta en el envío de su HIJO JESÚS, en la recepción de los sacramentos, en escuchar su Palabra que nos conduce a Él. Debemos preguntarnos: ¿ Estamos produciendo los frutos esperados por DIOS en nosotros? ¿Cómo son nuestras relaciones con DIOS? ¿Estamos dispuestos a hacer su voluntad siempre?. Pidamos que nos pase a nosotros los trabajadores de la viña. La Eucaristía de cada domingo nos ayuda a orar, a estar en comunión con DIOS. Solo unidos a JESÚS podemos dar frutos, pues dice: "Sin mí no podéis hacer nada". Virgen María, Madre de DIOS y nuestra, intercede por nosotros para seamos dignos dar frutos abundantes y buenos como tú.

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