Este miércoles, día 8-XII-2010, celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción. Patrona de España. Muchos años antes de que definiera el dogma de la Inmaculada ya teníamos en España gran devoción a esta verdad de que María fué concebida sin macha del pecado original por un adelanto de los méritos del que se iba a encarnar en su seno: JESÚS DE NAZARET. El VERBO de DIOS al hacerse hombre, al tomar la naturaleza humana para salvara, redimirla no podía ni debía tomar la naturaleza humana a la que iba a redimir que tuviera no solamente cualquier pecado, sino ni que tuviera la mancha del pecado original. A María la redime anticipando sus méritos para que no contarjera la mancha original y a nosotros se nos aplican sus méritos después de conseguirlos por medio de los sacramentos. María es la figura de como un cristiano debe prepararse para recibir y encontrarse con el Señor que viene a nuestro encuentro para salvarnos. María ha sido revestida de por DIOS de su gracia desde el primer instante de su concepción, y, así, estuviera llena de gracia desde el primer instante de su existencia humana y al hacerse hombre el Hijo de DIOS su Madre no tuviera ni sombra de mancha. Si queremos buscar la hermosura- hoy se mira mucho la belleza, la hermosura (ver cuantas operaciones dermoestéticas para presentar un look positivo) pues miremos a María que es la Hermosura de DIOS interior y exteriormente; Ella es la jóven nazarena bella en su alma y hermosa en su cuerpo, llena de virtudes y valores humanos, de porte humilde, sencillo, alegre, contagia la confianza en el Señor, su disponibilidad a las mociones del ESPÍRITU SANTO para poder desrrollar fielmente la misión que el Señor le encomendó. Después de muchos años de fervor hacia la Inmaculada en España en el año de 1854 el Papa Pio IX. Te digo a modo de coloquio personal contigo: Si tu y yo pudiéramos elegir y formar a nuestra madre ( con lo que son, significan y queremos a nuestras madres) ¡Cómo harías a tu madre! La harias fea, mala, con defectos, sin virtudes y sin valores. Ella llena de gracia así la saluda el ángel del Señor. Llena de gracia desde el principio de su ser. Ella vestida con con vestido de justicia de DIOS. Ella vestida con un manto de gala y de triunfo, vestida de sol, revestida del hombre nuevo, creado a imágen de DIOS. María ha cambiado el traje de pecado, de todo lo que trae dicha desobediencia por el traje de obediencia y de gracia, envuelta en la santidad con que el Señor la adornó. También nosotros debemos cambiar el traje viejo de injusticia, de pecado, del orgullo, de desconfianza, de pasiones desbordadas, del dolor, de las lágrimas y de todo lo que lleva a la muerte, vayamos a la vida como María buscando a JESÚS y no apartándonos más de ÉL. Miremos a María y pidamos que nos ayude a ser buenos hijos suyos y verdaderos discípulos de JESÚS.
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