El primer hijo dice que no va. Pero lo piensa mejor, reflexiona, medita y se lamenta de la respuesta dada a su padre y luego le dice que va. El arrepentimiento es una condición para entrar en razón sobre nuestra vida presente y poder ganar la futura. No debemos diferirla por la cuenta que nos trae..
Todos somos hijos de Dios y también herederos. La herencia es un bien incalculable de felicidad, de alegría sin límites. Será algo seguro, cierto porque lo hemos alcanzado por la gracia de Dios y nuestra colaboración con esa ayuda de Dios. Mientras estamos aquí, tenemos la inseguridad de que lo podamos alcanzar la plenitud de la vida, y la seguridad futura. Hasta llegar a esa vida eterna y poseerla, podemos portarnos como el hijo " que dijo, si, pero no fue".
Mientras estamos aquí peregrinando, podemos disponer de una vida regalada por DIOS,NUESTRO PADRE Se puede llegar a ser santos colaborando con la gracia de Dios, servir en la csa del Padre; o ser un pecador, lejos de Dios y de la casa de Dios..
Cuando un-mientras peregrina por este mundo- puede pecar gravemente y perderse para si mismo y para Dios. Perdemos el sentido y motivación de la vida presente, no le vemos sentido y la seguimos sirviendo a las criaturas y desconociendo a Dios. El pecado siempre nos desorienta, siempre pesa mucho en nuestra vida, el pecado puede ser en nosotros la peor tragedia que nos puede suceder a un cristiano y a cualquier hombre del mundo.
Convertirse es 2 volver en sí" reflexionar seria y serenamente sobre mi situación en mi camino hacia Dios, mi Padre. Recuerda el hijo pródigo que cogió su herencia y se marcho a un lugar lejano, mientas duró la herencia, tenía muchos amigos, y en acabándose los bienes, se quedó solo y abandonado de todo y de todos, ni le dejaban comer las algarrobas de los cerdos a los que cuidaba; al verse tan mal, tan mal, entró en sí, volvió en sí y pensó lo bien que están los trabajadores en la casa de su padre y prepara un discurso para volver a su casa y para su padre.
La Iglesia nos propone una conversión profunda, no algo superficial, momentáneo, sentimental,... No debe ser algo que dure toda nuestra vida. Vivamos más conforme a la vida de CRISTO.. La conversión lleva consigo la renuncia al pecado., a volver sinceramente a Cristo. VIVAMOS LA VIDA FELIZ DE SANTIDAD, COMO LOS SERES MÁS DICHOSOS DE LA CREACIÓN.
SEPAMOS QUE LA RAÍZ DEL MAL ESTÁ EN NUESTRO INTERIOR, EN NUESTRO CORAZÓN.
Santa María, Madre de Dios y nuestra, intercede para que nos convitamos de corazón y sigamos lealmente a Cristo.
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