sábado, 15 de agosto de 2020

16 DE AGOSTO. DOMINGO 20 DEL T.O.: LA FE DE LA MUJER CANANEA.

En este domingo sigue manifestando Jesús su amor, su compasión, su amor a todos los que tenemos algún sufrimiento, en el tema de hoy es "una madre que acude a Jesús para que cure a su hija muy atormentada por un demonio muy malo".
 Su situación es de un a gran dolor, se siente impotente, nadie puede ayudarla en algo. Acude a Jesús-su fama de que cura a los que viven atormentados por cualquier dolor.No es Israelí, es cananea, es pagana, lo cual también podríamos añadir otra característica la de SALVACIÓN UNIVERSAL DE TODOS LOS HOMBRES, NO SOLO LOS DE ISRAEL.
 Acude a Jesús confiando que Jesús puede salvar a su hija. Jesús sigue andando, como que no hace caso para probar la fe de aquella madre. Loas apóstoles le ruegan que la atienda porque "viene detrás gritando", del corazón desagarrado de aquella madre no se avergüenza de nada ni de nadie, solo que quiere que su hija sane, porque la quiere.Interceden los apóstoles porque quieren algo de protagonismo, pero están lejos del corazón de Jesús y del de la madre, quieren que la mujer deje de incordiar, pero no quieren mirar para otro lado y quieren echarle una mano a aquella madre. También nosotros debemos ante tantos problemas de tantas personas no debemos mirar para otro lado, debemos colaborar con los necesitados, aunque nuestra aportación sea mínima y nos podríamos preguntar:¿ Qué hacemos los cristianos ante tantas personas solas, necesitadas de tantas cosas, enfermas, marginadas, en dificultades, olvidadas, violencia de género, despedidas de su trabajo,.... CADA CRISTIANO DISPONEMOS DE UNA GRACIA DE  Dios para servir como Cristo a los demás.
  La fe de aquella mujer es muy grande,a sí lo califica Jesús y, después de probarla le hace el milagro y su hija es curada.Mujer:¿ Qué grande es tu fe! Nosotros cuando acudimos a Jesús, también somos probados a ver hasta dónde llega nuestra fe, y muchas veces es débil porque abandonamos la oración de la fe con bastante frecuencia enseguida porque pensamos que no somos atendidos por el Señor, cuando en realidad si nos atiende siempre y, aún, antes de que acudamos a Él; seamos constante en la oración de petición y esta oración es debe ser desde la base de la fe.
 Recordemos que la oración fortalece la fe y la fe nos lleva a orar con más fuerza y a vivirla. Quisiera  recordar a tantas madres y padres que ven a sus hijos lejos de Dios, ver lo que sufren, lo que rezan, las lágrimas que derraman,... quisiera invitarlas e invitarlos a que oren con fe y con constancia y, al fin, salvarán a sus hijos/as. No desfallezcáis madres y padres, seguid orando con fe. Todos debemos recuperar el espíritu de oración hecha con fe. Santa María, Madre y Maestra de oración y de fe intercede para que vivamos la fe y la oración.

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