Estamos en el penúltimo domingo del Año Litúrgico y siguiendo al guia S.Marcos con su Evangelio. Ante este final del año litúrgico, la Iglesia quiere que meditemos también sobre el final del mundo, el fina de nosotros en este mundo que Dios nos ha concedido para llenarnos de Él , de enriquecernos de obras buenas y de misericordia para presentarnos ante Dios en su gracia y con buenas obras que Él quiere.
Debemos pensar que Jesús nos avisa que vendrá por segunda vez-llena de gloria y majestad, y no como la 1ª vez humillándose hasta la muerte de cruz para redimirnos- la 2ª vez vendrá para juzgarnos a ver si hemos vivido la fe en Dios, el mandamiento de la caridad y llenarnos de Él, mientras avanzamos hacia ese momento del encuentro con Dios. El fin del mundo supone el fin de este mundo presente y seguiremos viviendo en la vida más allá de este mundo de muerte y vivir la otra vida en la presencia de Dios, inmortales, glorioso con su gloria, su vida...
Vamos a vencer al final de los tiempos porque Jesús, el Hijo de Dios, enviado por el Padre para redimirnos, salvarnos; no hay otro salvador fuera de Cristo.
El día y el momento no lo sabemos solo Dios lo sabe. Nos da señales, estemos atentos y releamos, meditemos las palabras de Jesús. Hay un descubrimiento con unas palabras que nos dan un mensaje de esperanza alegre porque creemos y seguimos a Jesús y donde está Cristo cabeza nuestra, debe estar el cuerpo que somos nosotros desde el Bautismo, Jesús quiere que "donde está Él estemos también nosotros, sus amigos".
Será horrible para aquellos que han negado, renegado, excluido de su vida a dios y lo han excluido en la sociedad con leyes injustas y negando toda referencia a la existencia de Dios, sembrando toda clase de odio a Dios, a la Iglesia, a los demás. Sembraron mentiras, odios, violencias, muerte como aborto, final de la vida de los demás; será dificil para todos-incluidos los santos- ¡ qué será para los que le negaron, odiaron, enseñaron a negar a Dios, pero a los que le hemos recibido da el poder de llegar en esta vida ya como " hijos de Dios". Merece la pena creer en Dios, en su Hijo enviado al mundo y en el Espíritu Santo. Merece la pena amar a Dios y pasar haciendo el bien a todos como Jesús. Iremos todos a Dios-CREAMOS EN ÉL O NO- Y CADA UNO DARÁ CUENTA DE SU VIDA Y LOS DONES RECIBIDOS DE DIOS. Pongamos en práctica los dones recibidos y no nos los guardemos en el bolsillo. Seamos coherentes con la fe recibida.
Os invito a seguir fielmente a Jesús; a vivir la esperanza, confiando en Jesús Salvador, que amemos de verdad y no de mentira, que amemos, si, que amemos y no odiemos, que no seamos rencorosos, vengativos,... También os invito a vivir y esperar un futuro feliz, lleno de vida plena, eterna amando a Dios y siendo amado por Él eternamente y eternamente feliz, dichoso,...
Jesús es la clave de toda nuestra existencia y del mundo, es la clave de la humanidad y de toda salvación; en Jesús está nuestra vida y nuestra salvación, aprovechemosla. Vive para, por y en Cristo. Santa María, Madre de Dios y nuestra-TÚ QUE YA ESTÁS EN CUERPO Y ALMA VIENDO LA GLORIA DE DIOS, INTERCEDE POR NOSOTROS.
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