1 DE NOVIEMBRE DEL 2017: SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS. ACCIÓN DE LA GRACIA DE DIOS.

El día 1 de noviembre tenemos en la Iglesia Católica la solemnidad de Todos los Santos. Todos aquellos: hombres, mujeres, niños, adultos, ancianos, que fieles a la acción de Dios en cada uno de nosotros nos va perfeccionando con la imagen de Cristo Jesús.
 Esta fiesta  data del siglo VIII entre los celtas, mundo sajón. La Iglesia nos propone esta visión de la gloria de Dios, la esperanza cristiana, la vivencia de la fe que sabemos que Cristo nos ha adquirido la gracia de Dios y que vivieron el discurso de las Bienaventuranzas; que siendo sencillos como nosotros se dejaron llevar de esa gracia de Dios y fueron fieles a  dicha gracia de Dios, se mantuvieron en la fe, esperanza y amor y llegaron al banquete del Reino de los Cielos.
 Celebremos con alegría esta fiesta porque es un motivo d alegría el saber que esos hermanos nustros, fieles seguidores de Cristo han lavado sus vidas en la Sangre del Cordero y se presentaron ante el Padre purificados por el CORDERO DE DIOS:CRISTO JESÚS. Los hay de todas categorías, clases sociales, edades, confesores, vírgenes, mártires, pastores, casados,  viudas/os, célibes,... Pero todos siguiendo a Cristo; debemos de tener en cuenta que santo no quiere decir que no haya pecado nunca, sino que si pecó, cayó, se levantó, se confesó y adelante con la gracia de Dios.Gozan de la inmortalidad prometida por Cristo-pues Cristo al resucitar nos hacer partícipes de su victoria sobre la muerte y  nos hace participar de su vida inmortal; están viendo a Dios,disfrutando de Dios, adorando al Señor;...
Ellos interceden por nosotros para que vayamos adónde están ellos para siempre en la alegría del cielo y con la ausencia total del aburrimiento, en el cielo no se aburre nadie. y lo que ellos viven quieren que lo alcancemos nosotros también, pues como ellos se vieron nos vemos y como ellos se ven nos veremos con la gracia de Dios. La salvación es de nuestro Dios y del Cordero. Nosotros  al venerarlos, estamos reconociendo que su vida, su salvación es una gracia de Dios y que se han acogido a la gracia alcanzada por Cristo, proclamamos el SANTO ENTRE TODOS LOS SANTOS Y QUE SANTIFICA A TODOS. La Iglesia peregrina camina mirando a sus hermanos anteriores que siendo fieles al Cordero se han salvado frecuentando los sacramentos, la oración, la Palabra de Dios, vivieron en la nave de la Iglesia, nave de salvación, vivieron el amor, hicieron suya la Palabra de Dios y les podemos pedir que nos ayuden a pasar de esta mesa del peregrino a la mesa del triunfador del salvado.
 "Vi una inmensa multitud que nadie podía contar", que vienen de la gran tribulación, sufrieron mucho, pasaron por muchos y graves problemas de familia, laborales, afectivos, de salud, de enfermedades terminales,...y llegaron a ver, a contemplar la divinidad del Padre; de vivir  aqui el espíritu de las Bienaventuranzas: " Dichos los pobres, los misericordiosos, los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios, los trabajadores por la paz, los perseguidos, los que lloran,...
 Santa María, Madre de Dios y nuestra, Reina de Todos los Santos, ruega por nosotros.